Resaltan trabajo del Piloto Roger Castillo Rivas y su tripulación para atender a Pasajeros, luego del desvío crítico; agradecen amabilidad de cubanos — La aerolínea mexicana Viva Aerobus reaccionó a la nota publicada por Crónica para informar sobre el desvío obligado por una falla mecánica de su vuelo 755, de Miami a Mérida, el 6 de mayo de 2025.
Maru Ayala, del equipo de comunicación de Viva Aerobus, informó que el vuelo que se trasladaba Miami a Mérida, enfrentó una baja presión de aceite en uno de sus motores, como lo informamos oportunamente.
Explicó que la anomalía mecánica activó los protocolos de seguridad y forzó un desvío controlado hacia el Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana, Cuba (HAV), explicó.
La situación puso a prueba el profesionalismo y preparación de la tripulación y la capacidad de respuesta y comunicaciín en situaciones de crisis, de la aerolínea.
El piloto al mando, Roger Castillo Rivas, originario de Ciudad del Carmen, Campeche, enfrentó una singular decisión para realizar un aterrizaje de emergencia operando con un solo motor.
El Capitán Castillo Rivas ejecutó la maniobra con éxito y logró un aterrizaje seguro en La Habana, salvaguardando la vida de los 215 pasajeros a bordo.
La empresa señaló que la maniobra evitó un desenlace negativo y demostró la capacidad profesional y el apego de la tripulación a los estrictos protocolos de seguridad de la aerolínea.
Viva Aerobus afirmó a Crónica que la seguridad de sus pasajeros y personal es su "prioridad más importante".
Confirmó que una vez en tierra cubana, la situación presentó nuevos desafíos para los pasajeros, muchos de los cuales carecían de la documentación migratoria necesaria para ingresar al país caribeño.
Esto les obligó a permanecer dentro de las instalaciones del aeropuerto, de acuerdo con Viva Aerobus; los pasajeros fueron informados sobre la situación y trasladados a la Sala de Última Espera (SUE), donde se les proporcionó una torta de queso, bebidas no alcohólicas, y la asistencia necesaria durante su espera en La Habana.
Maru Ayala manifestó que la respuesta de la aerolínea a los pasajeros tras el incidente buscó mitigar las molestias y la incertidumbre, para lo cual Viva Aerobus envió un avión de reemplazo para recoger a los viajeros, con una hora estimada de llegada a La Habana de las 23:00 horas del mismo día.
El avión de rescate tuvo la misión de terminar el traslado de los 215 pasajeros a su destino final en Mérida.
Carta de la Empresa y Disculpas con 5 mil Pesos

Además de esta asistencia en el aeropuerto cubano y la gestión del vuelo de reemplazo, Viva Aerobus extendió una disculpa formal a los pasajeros a través de una carta, en poder de Crónica.
En ella, la aerolínea reconoce la “mala experiencia” vivida por los viajeros y lamenta profundamente cualquier inconveniente causado.
La misiva reitera el compromiso de la aerolínea con la seguridad y el bienestar de sus pasajeros, y afirma que la situación “no refleja su estándar de atención y que están tomando las medidas necesarias para evitar que algo similar vuelva a ocurrir”.
Como muestra de su compromiso y con la intención de recuperar la confianza de los pasajeros, Viva Aerobus ofreció un certificado electrónico de vuelo por la cantidad de 5 mil pesos mexicanos a cada uno de los viajeros afectados.
Explicó que el certificado será enviado por correo electrónico y busca brindar a los pasajeros del vuelo 755 la oportunidad de tener una “experiencia más satisfactoria” en un futuro vuelo con la aerolínea.
Trabajadores Cubanos Amables y Compartidos
La opinión de algunos pasajeros luego del aterrizaje en el aeropuerto de La Habana, fue en general positiva pese a la circunstancia, de acuerdo con el testimonio de algunos de ellos.
Una viajera describió el aterrizaje como “súper tranquilo, sin fuego, sin humo, sin turbulencia, sin drama”, lo que refuerza la pericia del piloto.
Explicó que recibieron comida y refrescos en el aeropuerto, que el lugar contaba con aire acondicionado y que el personal fue “amable en todo momento”.
Incluso destacó que una trabajadora del aeropuerto cubano compartió sus propios datos móviles para que pudieran avisar a sus familias, un gesto de humanidad en medio de la situación.
“Aunque hubo inconveniente con el acceso a Wi-Fi, porque era de pago y solo en efectivo, no hubo pánico ni tragedia, ni abandono”, manifestó.
Otro pasajero expresó que la experiencia fue “algo feo, muy incómodo por la espera y tiempo perdido”; sin embargo también resaltó la capacidad del Capitán Castillo Rivas para aterrizar la aeronave y ponerles a salvo.
Finalmente, tras la espera en La Habana y el traslado en el avión de reemplazo, los pasajeros llegaron a Mérida a las 2:30 de la madrugada del día siguiente, y aunque tuvieron que esperar casi una hora a que les entregaran sus maletas, agradecieron que la inusual jornada llegara a su fin.
Crónica también consultó a la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre el apoyo a los viajeros mexicanos en este tipo de emergencias y crisis; hasta el cierre de esta nota a las 23:00 horas de este miércoles, no hubo respuesta oficial.
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