Por primera vez en la historia del país, más de 17 mil pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas han participado en Asambleas Comunitarias para decidir el destino de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas (FAISPIAM). Este modelo, que prioriza la voz comunitaria en la gestión de recursos públicos, fue presentado como un ejercicio democrático sin precedentes, de acuerdo con el subsecretario de Bienestar, Jesús Valencia Guzmán.
Durante una asamblea realizada en San Pablo del Monte, Tlaxcala, en presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Lorena Cuéllar, el funcionario informó que el 87.5% de las comunidades elegibles ya han realizado su asamblea, identificando las obras de infraestructura social básica que necesitan con mayor urgencia.
En Tlaxcala, se llevaron a cabo 38 Asambleas Comunitarias en las que se acordó el uso de 39 millones de pesos para proyectos como agua potable, drenaje, electrificación, mejoramiento de vivienda, infraestructura educativa y de salud. Estos recursos se entregan directamente a las comunidades mediante tarjetas del Banco del Bienestar, con montos que varían entre 130 mil y 8.6 millones de pesos.
Jesús Valencia también destacó que, por instrucción presidencial, se modificaron las reglas de operación del fondo para garantizar la inclusión de mujeres en los Comités de Administración encargados de gestionar los recursos. Este enfoque busca asegurar una mayor equidad en la toma de decisiones comunitarias y reconocer el papel de las mujeres en la vida organizativa de sus localidades.
A nivel nacional, aún se celebran asambleas en entidades donde el proceso no ha concluido, con el objetivo de alcanzar la cobertura total de las 20 mil comunidades consideradas para este fondo. El diseño del FAISPIAM excluye intermediarios gubernamentales o partidistas, y busca que cada comunidad decida sus prioridades locales con plena autonomía.