
La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) señaló que la entrada en vigor de la llamada “Ley Silla”, ha generado una profunda incertidumbre operativa y jurídica en miles de centros de trabajo en el país, al no establecer lineamientos técnicos específicos para su puesta en marcha.
El organismo resaltó que dicha incertidumbre se ha manifestado de manera especial en las industrias relacionadas con los sectores de comercio, servicios y turismo, los cuales han manifestado que la norma reconoce el derecho de las personas trabajadoras a contar con sillas con respaldo y pausas activas durante su jornada, sin embargo, en la publicación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), no se establecen lineamientos técnicos mínimos.
Asimismo, señalaron que no define duración, frecuencia ni criterios por tipo de actividad, delegando a cada empleador la responsabilidad de determinar los esquemas de descanso mediante evaluaciones de riesgo y a las autoridades de acuerdo con cada entidad federativa aplicar criterios propios y diferenciados.
En este sentido, Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de la Concanaco-Servytur resaltó que se debe considerar que estamos frente a una reducción efectiva del tiempo de trabajo, sin un marco normativo claro.
Sostuvo que las empresas deben cumplir, cuidar el bienestar de su personal y mantener la productividad, pero no tienen parámetros técnicos que les brinden certeza”.
Argumentó que durante una jornada laboral de 8 horas, en realidad el trabajador tiene una jornada efectiva de 7 horas diarias, durante seis días de la semana, el tiempo de trabajo productivo es de 42 horas a la semana, aunque el empleador cubre un salario por 48 horas.
Es decir, se trabajan efectivamente 42 de 48 horas por semana, dijo, en muchos casos, donde las pausas se amplían o se otorgan con mayor frecuencia, la jornada se reduce hasta 6.5 horas efectivas, lo que equivale a una disminución del 18.75 % en el tiempo operativo diario, lo cual, dijo, impacta directamente la planificación de turnos, metas de productividad y costos operativos, en especial para los negocios que dependen del flujo constante de consumidores, como es el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Asimismo, señaló que cada trabajador formal recibe 39 % menos de sus salario, ya que ese porcentaje en promedio se aporta por el dueño y dueña de negocio familiar en cuotas obrero-patronales, IVA, ISR, impuestos sobre nómina y seguridad social, entre otros conceptos, con lo que cualquier nueva reducción de tiempo efectivo de trabajo agrava los desafíos financieros del sector formal, que ya enfrenta sobrerregulación y elevados costos de operación.
Asimismo, refirió que pese a que la STPS publicó lineamientos generales el 17 de julio, estos no definen aún los aspectos técnicos esenciales sobre las pausas activas, lo que genera ambigüedad y posibles interpretaciones arbitrarias, ante lo cual, la Concanaco-Servytur ha solicitado formalmente a dicha dependencia la emisión urgente de lineamientos complementarios, que incluyan tiempos mínimos y máximos de descanso.
Ante tal panorama, señaló que la salud laboral debe construirse con normas claras, diálogo con el sector productivo y estrategias viables, ya que una buena intención sin reglas puede transformarse en una fuente de incertidumbre, al tiempo que reiteró el compromiso de la Confederación con el bienestar laboral, siempre que esté sustentado en claridad normativa, proporcionalidad y viabilidad operativa. Cecil