El juez de Control del Estado de México, Eduardo Robles Camello, suspendió la audiencia intermedia en el caso de Allan Gil Romero y la muerte de Ana María Serrano, luego de asentir que hay irregularidades presentadas por la Fiscalía mexiquense que se niega a que la defensa del joven, preso desde 2023, tenga acceso a las supuestas “pruebas” con las que lo acusa presuntamente de cometer el delito de feminicidio de quien fuera su novia.
A las 9:17 horas de este miércoles dio inicio la audiencia en la sede de los Juzgados de Control, Juicio Oral y Ejecución de Sentencias de Tlalnepantla, frente al Penal de Barrientos –donde está recluido Allan- en la que el cuerpo de abogados de Gil Romero expuso trabas del MP que no le permiten confrontar mecánica de diversos hechos, como el acceso al lugar donde Ana María, de 18 años, falleció, así como una supuesta entrevista a un testigo de nombre Gabriel Maya, quien habría rendido su declaración desde Alemanía vía zoom días después del deceso de la joven. De ese testimonio no quedó prueba en video que pudiera consultarse “porque ya no existe”.
La representación social argumentó que esa prueba está transcrita y asentada en la correspondiente carpeta de investigación. pretendía imponerse al juez.
El Ministerio Público rebatió así a la defensa de manera directa, lo que provocó que el juzgador le llamara la atención. “Ustedes van a causar un conflicto. Diríjase a mí, no a la defensa del acusado”.
El MP continuó y advirtió que la etapa de investigación ya se había agotado, por lo que la solicitud de la defensa debía desecharse.
El juez de Control volvió a dirigirse al Ministerio Público y le advirtió que no se pueden negar las pruebas a la defensa y decidir ellos que en la etapa intermedia ya no es válida la incorporación de cualquier elemento probatorio de los abogados de Allan, quienes también se quejaron de que se les impide que un perito particular pueda corroborar datos técnicos, incluso poder hablar con la seguridad privada del fraccionamiento donde vívía la joven, para confrontar las diligencias ministeriales con las que acusan a Alan de cometer un supuesto feminicidio, cuando en realidad se trató de un suicidio.
“Lo dice la Constitución, artículo 1, y los artículos de los códigos penales”, le espetó Eduardo Robles.
Ante las fallas del MP y también de la defensa de Alan, un nuevo cuerpo de abogados que asumió el caso apenas el pasado 20 de agosto, luego de que se revocara la anterior asesoría por los pocos avances para demostrar la inocencia de Allan, pese a que ya han pasado dos años en que ocurrieron los hechos.
La determinación del juez de Control de suspender la audiencia significa una oportunidad para los padres de Allan y la defensa de su hijo para que se puedan hacer de todas las pruebas y elementos técnicos.
De acuerdo con este caso, en septiembre de 2023, Ana María, de 18 años, decidió quitarse la vida, cuando sus padres se encontraban de viaje por Italia. Sus allegados la recuerdan como una chica alegre, aunque también hay quienes dicen que era proclive a las bajas de estado de ánimo.
Hasta el viejo continente, Ximena, madre de Ana María, recibió mensajes de texto que salieron del teléfono móvil de su hija. Eran palabras que, según la mujer, advertían que algo no andaba bien. “Decía que estaba muy sola, y ya no quería vivir así, que le mandara saludos a su papá”. Aunque se percató de ello, pidió a su esposo responder. Ana María sucumbió a esa tristeza incomprendida, a la indiferencia de sus emociones que podían ser advertidos en su círculo más íntimo.
Ana María y Allan se conocieron en la época de la secundaria en el Colegio Alemán. Se hicieron muy amigos en un viaje escolar. Luego comenzaron un noviazgo con los vaivenes de las relaciones de pareja. “Terminaban y regresaban”.
