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El caso de Sandra Cuevas ha provocado interés mediático y político: ciudadanos, periodistas y organizaciones de transparencia lo han seguido de cerca

El “buen” gusto de Sandra Cuevas: Tiene estas obras de arte millonarias… y un depa “fantasma”

La exjefa delegacional Sandra Cuevas
La exjefa delegacional Sandra Cuevas Especial

Sandra Cuevas, quien fue alcaldesa de Cuauhtémoc en la Ciudad de México, ha sido objeto de escrutinio público por las diferencias encontradas en sus declaraciones patrimoniales, particularmente las correspondientes al ejercicio de 2022, y por la colección de obras de arte que reporta tener, cuya valoración ha cambiado significativamente entre una declaración y otra. Algunos bienes aparecen en unas declaraciones, en otras se omiten o cambian de valor, lo que ha desatado cuestionamientos sobre transparencia y veracidad.

Declaraciones que no coinciden: ¿qué aparece y qué desaparece?

En 2022, Sandra Cuevas presentó tres declaraciones patrimoniales distintas que fueron registradas ante la Secretaría de la Contraloría General de la Ciudad de México, con los números 233259, 308354 y 233401.

Al comparar estas declaraciones se observan discrepancias notables:

  • Departamento de 66 metros cuadrados: En las declaraciones 308354 y 233401, figura un departamento adquirido al contado en 2012 por 564 mil pesos.

Sin embargo, en la declaración 233259 (también de 2022) ese departamento no aparece; en su lugar, se incluye una leyenda genérica que dice: “todos los datos de bienes declarados a nombre de la pareja, dependientes económicos y/o terceros o que sea en copropiedad con el declarante no serán públicos”.

Valores y listado de obras de arte

En una de las declaraciones, algunas piezas de arte se valuaron en montos muy altos; en otra, se redujeron sustancialmente, y en la tercera varias obras dejaron de estar registradas.

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También varía su valor declarado entre las distintas declaraciones. En una aparece un adeudo de 550 mil pesos, en otras disminuye.

Estas inconsistencias, según lo que señalan expertos en transparencia de gobierno, podrían implicar posibles faltas administrativas, en tanto que la Ley de Responsabilidades Administrativas exige veracidad y consistencia en esas declaraciones. Por lo que las ausencias de datos precisos generan dudas respecto a la veracidad de lo declarado por la exfuncionaria.

Las obras de arte millonarias

Sandra Cuevas ha declarado diversas obras de arte, algunas de ellas de autores reconocidos, con montos que han sido revisados y discutidos públicamente:

Por ejemplo, en una primera declaración registra una obra de Francisco Toledo llamada “Sapo”, cuya adquisición al contado ocurrió en enero de 2016 por un valor de 250 mil pesos. No obstante, en algunas ya no aparece y en las últimas es eliminada.

También declaró otra obra en acrílico del artista Leonardo Nierman, declarada en 2016 por un valor de 30 mil pesos. La misma pieza desaparece en algunas declaraciones.

Una tercera obra corresponde a una litografía de Gustavo Montoya “Niña con ukelele y niño” adquirida en 2026 por un valor de 50 mil pesos, cuya aparición en las declaraciones varía dependiendo de la versión.

Otra incógnita más en un paquete de esculturas de Pedro Fiedeberg, y litografías y óleos de Fernando Andriacchi, las cuales ascienden a 1 millón de pesos que fueron pagados al contado en enero de 2016 y que en algunas versiones aparece valorado mucho más alto (reportes señalan hasta 12 millones de pesos), y en otras algunas piezas ya no lucen.

¿Cuáles son las implicaciones legales y políticas sobre actos de fraude en las declaraciones patrimoniales?

Según la Ley de Responsabilidades Administrativas de la Ciudad de México, la falta de veracidad o la omisión de bienes puede ser sancionada como falta grave. Organismos ciudadanos y medios han señalado que estas discrepancias debieran investigarse, para determinar si hubo ocultamiento o si los bienes fueron incorrectamente reportados.

Cuevas, por su parte, ha dicho que varios de los bienes fueron adquiridos “de contado” y en fechas específicas; pero los distintos valores declarados y las omisiones han generado dudas sobre si sus declaraciones están siendo completas.

El caso ha provocado interés mediático y político: ciudadanos, medios de comunicación y organizaciones de transparencia lo han seguido de cerca. La credibilidad y transparencia en declaraciones patrimoniales son valores cada vez más exigidos en México.

Algunos defensores de Cuevas señalan que puede tratarse de errores de forma o de llenado, fechas de actualización diferentes, o que algunas declaraciones incluyen bienes en copropiedad u omitidos por dependientes económicos, lo que según ciertas declaraciones se hace público como “no mostrar públicos datos de bienes de terceros o copropiedad”.

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