
Su nombre era José del Moral, mejor conocido como “El Rey de los Grifos”. Fue detenido el 20 de julio de 1908 en el centro de la Ciudad de México, cuando la policía lo sacó a rastras de su casa en la calle San Jerónimo.
Los periódicos lo describieron como un hombre cincuentón, de cabello cano, pantalones raídos y sonrisa chimuela. Nada parecido al estereotipo del “capo” que hoy imaginamos, pero sí el primer personaje ligado al tráfico de drogas en la historia del país.
¿Quién fue José del Moral, “El Rey de los Grifos”?
Su delito fue vender marihuana sin licencia. En una redada realizada días anteriores, las autoridades habían encontrado miles de cigarrillos de cannabis en su almacén, lo que desató titulares alarmistas en la prensa capitalina.
El diario El imparcial aseguraba que se trata de una “fábrica de marihuana” con suficiente hierba “para envenenar a toda la capital”. Otros medios lo calificaban como un enemigo público, sembrando el miedo más por los prejuicios que por el verdadero efecto de la planta.
Así se reportó al primer narco mexicano
Por ese motivo, a Del Moral lo llamaron “jefe de los envenenadores capitalinos” un apodo que reflejaba el hacia la marihuana más que su capacidad real de distribución. Su figura marcó el inicio de la condena social y mediática contra esta droga en México.
A pesar de la condena, se sabe que era un hombre culto y autodidacta. Desde prisión escribió incluso su carta de apelación, lo que lo distingue de la imagen común del criminal ignorante.
Así, la historia del primer narco mexicano no solo habla de José del Moral, sino también de cómo la prensa y los prejuicios de principios del siglo XX sembraron el miedo hacia la marihuana y marcaron el rumbo del debate sobre drogas en México.
Información sacada del libro “La Droga...la verdadera historia del narcotráfico en méxico” de Benjamin T. Smith, Editorial Debate, Penguin Random House