
Entre reclamos de la oposición por la situación y crecimiento económico del país, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Édgar Amador Zamora reconoció que la economía a mexicana tendrá un “crecimiento moderado” al que se había proyectado en el l 2026 pero rechazó que haya riesgo de recesión o estancamiento económico como advierten algunos sectores financieros.
“No tenemos riesgo de recesión ni estancamiento, habrá un crecimiento más moderado del que se había proyectado inicialmente pero todas las variables y sus determinaciones están funcionando en la dirección correcta”, aseveró
Durante su comparecencia ante el Senado como parte de la Glosa del Primer Informe de Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, el encargado de las finanzas del país rechazó que durante los gobierno de la Cuarta Transformación se haya agravado la deuda de Pemex y aseguró que al contrario, en los últimos años “se ha desendeudado” a la petrolera que tiene una deuda superior a los 100 mil millones de dólares.
Amador Zamora fue cuestionado por la oposición en el Senado sobre los millonarios costos del huachicol fiscal para las finanzas del país pero el titular de Hacienda evadió esas críticas y defendió la actuación de las aduanas al aseverar que están recaudando 9 veces más que en el gobierno de Felipe Calderón y 5.3 veces más que en el de Enrique Peña Nieto.
El encargado de las finanzas del país también buscó matizar el impacto de huachicol fiscal y aclaró que más bien se trata de “contrabando de hidrocarburos”.
Ante senadores, Amador Zamora insistió en que la situación financiera del país es sólida, con una deuda pública sana y manejable, y destacó avances en la recaudación fiscal y en la sostenibilidad financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Presumió que el gobierno mantiene un superávit primario cercano a 0.2 puntos del PIB, redujo el déficit presupuestario de 5.7% a 4.3% del PIB y ha logrado estabilidad en variables clave como inflación controlada, empleo formal en niveles históricos y reservas internacionales superiores a los 240 mil millones de dólares.
Estas acciones –dijo--sientan las bases para un México más próspero y justo, con finanzas públicas sanas, deuda sostenible, fortalecimiento de Pemex y mayor eficiencia en la recaudación fiscal, demostrando la resiliencia y estabilidad de la economía mexicana frente a desafíos externos.
Explicó que al cierre de 2025, la deuda pública se ubica en 52.3% del PIB, un nivel por debajo del promedio de países con desarrollo económico similar, lo que permite mantener un balance público sostenible y condiciones de financiamiento favorables para la hacienda pública.
Entre las medidas implementadas, destacó la colocación de nuevos bonos a 2032 y 2038 por 6,794 millones de dólares, así como el vencimiento anticipado de bonos por 3,593 millones de dólares, con lo que se suavizó el perfil de amortizaciones y se redujeron presiones de liquidez.
“Nuestra participación activa para mantener niveles de deuda saludables ha tenido una recepción favorable por parte de instancias internacionales, calificadoras e inversionistas, evidenciada por la ratificación de la calificación crediticia de México, la reducción de las tasas de mercado de los títulos emitidos por nuestro país y la menor percepción de riesgo de incumplimiento por parte de los inversionistas internacionales”, aseguró.
El secretario de Hacienda resaltó también la mejora en la posición financiera de Pemex, gracias a una estrategia de capitalización y financiamiento que optimizó su manejo de pasivos, redujo costos de financiamiento y fortaleció su perfil de vencimientos.
Esto permitió que la calificación crediticia de la empresa fuera revisada positivamente por la mayoría de agencias por primera vez en 12 años.
En materia de ingresos, Amador enfatizó que la recaudación en aduanas creció 22% respecto al año anterior, gracias al fortalecimiento de la infraestructura logística, tecnológica y legal, y al combate al contrabando.
Estas acciones forman parte de una política fiscal responsable, que permite financiar la expansión de los programas sociales y la inversión en infraestructura estratégica sin necesidad de reformas fiscales.