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Emanado de la Coordinación de Proyectos Especiales de la Rectoría, ayudará a encarar conflictos, problemas y contextos de violencia que enfrentan los alumnos

Crea UNAM programa para fortalecer salud mental en bachillerato; iniciará en marzo 2026

La Universidad Nacional, a través de la Coordinación de Proyectos Especiales de la Rectoría, anunció la creación del Programa de Salud Comunitaria para la Población Estudiantil, estrategia encaminada a cuidar brindar atención a los adolescentes, toda vez que se trata de una etapa fundamental del desarrollo humano, en la que cada individuo busca su autonomía e identidad. La máxima casa de estudios precisó que dicho programa arrancará el lunes 2 de marzo de 2026 en los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y en los cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) con el objetivo de brindar una atención que “fortalezca la salud mental de la comunidad estudiantil de la ENP y el CCH ante los conflictos que trae consigo la vida en sí, pero también ante los problemas y contextos de violencia a los que se enfrentan actualmente”, señaló Andrea González Rodríguez, coordinadora de este nuevo programa universitario y exdirectora de la Clínica Especializada Condesa.

De acuerdo con González Rodríguez, el diseño del programa se encuentra fundamentado en intervenciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, directrices que incluyen prácticas avaladas de forma científica y bien enraizadas en el reconocimiento de los derechos humanos y la atención diferenciada., este último un elemento toral que dicta que cada joven requerirá de una atención que esté en consonancia con sus necesidades específicas y su condición y contexto particulares. Dadas las especificaciones, la estrategia requiere de enfoque multidisciplinario, por lo que la coordinadora detalló que el esquema cuenta con la colaboración de egresados de las carreras de Trabajo Social, Pedagogía, Psicología, Enfermería, Medicina, Antropología, y un largo etcétera de profesionales.

Fruto del esfuerzo y la sapiencia aportada a la hechura del programa, a partir del 2 de marzo, en cada plantel de la ENP y del CCH habrá un equipo multidisciplinario responsablemente conformado y asesorado por consejeros experimentados y trabajadoras y trabajadores sociales. Además, Andrea González manifestó que cada equipo multidisciplinario podrá gestionar la incorporación de un estudiante a un servicio de psicoterapia de la UNAM, como ESPORA Psicológica, y, si es necesario, a una institución del Sistema Nacional de Salud; “La idea es escuchar, de manera presencial o a través de una clínica digital, cuya dirección electrónica aún no se ha definido, a los estudiantes, pero también a los profesores y trabajadores, ya que éstos podrían ponernos al tanto de algún caso que requiera atención inmediata”, añadió.

En palabras de la profesional, el éxito de este servicio de consejería para la población estudiantil se encuentra estrechamente relacionado con el diseño de una atención protocolizada, destacó que frente a determinadas situaciones es necesario crear protocolos que no sean rígidos, pero que sí garanticen la presencia de ciertos elementos básicos en la atención prestada, “por otro lado, haremos tamizajes para detectar tempranamente problemas de salud mental, conductas disruptivas y consumo de sustancias peligrosas”

La también responsable del programa enfatizó que cuando este esquema logre mejorar la forma en que los adolescentes conviven y encaran los conflictos, así como su capacidad para pedir ayuda y encontrarla, su salud mental y desempeño académico se verán beneficiados, adujo que si bien en ocasiones se precisan servicios especializados y medicamentos, otras veces “lo que se necesita es construir espacios de armonía, solidaridad, escucha y acompañamiento, donde se promueva la resiliencia”.

La primera meta de los equipos multidisciplinarios, continuó Andrea González, será entender a la comunidad escolar incorporándose a sus procesos comunitarios, mismos que deberán trabajar en fortalecer, también se enfocarán en el manejo de la ansiedad y la solución de conflictos propios de la colectividad; “Una comunidad escolar sana, fortalecida, hace que mejore la salud mental de sus integrantes. Esto está ligado a la autonomía, tanto individual como de la comunidad, y, por consiguiente, a la de la UNAM”. El programa concebido pretende fortalecer la autonomía en tanto este principio fundamental del quehacer universitario precisa caminar juntos y “voltearnos a ver los unos a los otros como miembros de una gran comunidad. Así pues, escuchar, acompañar, respetar, no discriminar, no estigmatizar, no agredir son tareas para todos nosotros, los universitarios”.

Para González Rodríguez, atender a los estudiantes de su bachillerato representa brindar apoyo a un demográfico que resalta como la mitad de todos los universitarios, cree firmemente en que si están bien atendidos y acompañados, ellos consolidarán a la Universidad como la mejor institución de educación superior de México.

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