
En una reunión marcada por la coincidencia de objetivos, la senadora Olga Sosa Ruíz, presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, sostuvo un encuentro de trabajo con integrantes del Consejo Nacional Agropecuario (CNA). El propósito fue delinear una agenda conjunta que permita fortalecer la productividad del campo mexicano y traducir ese crecimiento en bienestar social y desarrollo regional.
El campo representa uno de los motores más sólidos de la economía nacional. Su aporte del 8.7% al Producto Interno Bruto y la generación de millones de empleos directos e indirectos lo colocan como un pilar estratégico para alcanzar la soberanía alimentaria, uno de los compromisos centrales de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Una agenda común por la soberanía alimentaria
Acompañada por los senadores Óscar Cantón Zetina y Gilberto Hernández Villafuerte, la senadora Sosa Ruíz dio la bienvenida al presidente del CNA, Jorge Estevez Recolons, con quien compartió la necesidad de mantener un diálogo permanente entre el Senado y los representantes del sector agropecuario.
Durante la sesión, los integrantes del Consejo expusieron los principales retos que enfrenta el campo mexicano. Entre ellos, destacaron la importancia de un presupuesto 2026 que fortalezca la sanidad agroalimentaria para asegurar exportaciones libres de plagas y garantizar la competitividad del sector en los mercados internacionales.
El CNA insistió en que la sanidad, el acceso al agua, la investigación y la innovación tecnológica deben ocupar un lugar prioritario dentro de la política pública del próximo año. Además, subrayó la importancia de proteger el derecho al recurso hídrico en la nueva Ley General de Aguas, así como de ampliar el padrón de beneficiarios de financiamientos productivos para impulsar el desarrollo regional.
En su intervención, la senadora Olga Sosa reafirmó el compromiso del Senado con los productores del país. Subrayó que el objetivo común es consolidar una relación sólida entre los actores del sector y abrir nuevos mercados, garantizando que el crecimiento económico del campo se refleje en bienestar comunitario, oportunidades para los jóvenes y equidad para las mujeres rurales.