
Ante el aumento en la incidencia de estas enfermedades, senadores del PT solicitaron a la Secretaría de Salud, y sus homólogas en las 32 entidades federativas, reforzar las campañas de prevención poniendo especial atención en la detección temprana de hipertensión, diabetes y colesterol alto
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 15 millones de personas mueren cada año a causa de estas enfermedades, mientras que en México, el INEGI reportó que en 2024 más de 144 mil defunciones fueron atribuibles a problemas cardiovasculares, lo que las convierte en la primera causa de muerte en el país.
“Estas cifras revelan no sólo un problema epidemiológico, sino también una amenaza al desarrollo social y económico. Reflexionar sobre su magnitud, sus causas y sus posibles soluciones es un paso necesario para comprender la urgencia de atender este flagelo”, alertaron
Las senadoras Geovanna Bañuelos, Ana Karen Hernández, Liz Sánchez y el senador Alberto Anaya recomendaron a la Secretaría de Educación Pública y a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social que en coordinación amplíen y refuercen los programas de educación sobre alimentación balanceada y reducción de consumo de azúcares, grasas trans y sal, principalmente en escuelas y centros de trabajo.
Destacaron que más allá del impacto en la salud individual, las enfermedades cardiovasculares generan una carga económica considerable. Los costos asociados al tratamiento, la hospitalización, los medicamentos y la pérdida de productividad afectan tanto a las familias como al Estado.
“Las enfermedades cardiovasculares no distinguen edad, género ni condición social. Son la consecuencia de un modelo de vida impetuoso y, muchas veces, de sistemas de salud que reaccionan tarde. México no puede permanecer indiferente: cada muerte prematura por un infarto o un derrame cerebral es un recordatorio de la necesidad de transformar la prevención en prioridad nacional”, indicaron
En este sentido, los legisladores resaltaron que en términos de política pública, es urgente fortalecer las estrategias de prevención, detección temprana, atención oportuna y rehabilitación para quienes hayan sufrido algún evento cardiovascular.
“Exigimos r un sistema de salud preventivo y solidario, que atienda primero a quienes más lo necesitan. Desde el Partido del Trabajo reafirmamos que la salud es un derecho humano irrenunciable, no un privilegio. El corazón, símbolo de vida, debe estar en el centro de las políticas públicas para que nadie quede atrás ni afuera”, señalaron.
En el documento inscrito en la Gaceta Parlamentaria los petistas detallaron que las enfermedades cardiovasculares abarcan un conjunto amplio de padecimientos como la cardiopatía isquémica, la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca y los accidentes cerebrovasculares.