
En cifras escuetas, pero con demandas legítimas marchó el colectivo en representación de la Generación Z desde el Ángel de la Independencia.
Al filo del mediodía, alrededor de 120 jóvenes, convocados a través de redes sociales y pertenecientes a colectivos como el Frente por las 40 horas, el Frente Antigentrificación y el Partido Comunista Revolucionario (PCR), se movilizaron esgrimiendo consignas que evocan las dolencias que, consideran, afligen a la juventud mexicana.
De cara al Mundial de fútbol, a celebrarse en México, Estados Unidos y Canadá en 2026, los contingentes entonaron quejas alusivas a la falta de vivienda y a las escasas probabilidades de adquirir propiedades para el demográfico centennial y para quienes le subyacen. La crisis de seguridad fue igualmente tema central, el reciente y aún supurante asesinato del edil de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, y los continuos embates de lo que la Generación Z considera la “derecha demagoga”.
“Este es nuestro movimiento, somos nosotros, la marcha convocada para el día 15 corresponde a la derecha, a los partidos políticos, no asistan a la marcha del 15”, se oyó en alusión a la movilización que se anuncia en redes sociales para el próximo sábado 15 de noviembre y que se asume perteneciente al movimiento Gen Z.
Alrededor de las 13:30 horas el rumbo pretendido por los jóvenes, que arribaban al Eje Central Lázaro Cárdenas, desde la avenida Juárez, fue modificado; elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana bloquearon los accesos al Zócalo Capitalino, las calles de 16 de septiembre y 5 de mayo fueron obstruidas por agentes de la SSC reforzados con equipo antimotines.
Personal de la Secretaría de Gobernación, capitaneado por el “Jefe Marfil”, informó a los jóvenes ubicados a la cabeza de los distintos contingentes que el grueso de la marcha sería “encapsulado” si no desistían en su intención de llegar hasta la plaza de la Constitución. Para evitar la confrontación y “no darles el gusto de pelear entre nosotros” las columnas juveniles accedieron a replegarse y realizar un mitin frente al Hemiciclo a Juárez, en la Alameda Central y frente a la sede la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde señalaron “No buscamos desestabilizar”.
Durante el mitin de la Gen Z, se convocó a guardar un minuto de silencio en honra y memoria de las víctimas de violencia en todas sus manifestaciones, se levantaron quejas y denuncias en contra de senadores, diputados, legisladores y políticos en general que solo “asisten a las asambleas a dormir, jugar pádel o para pagarse viajes al otro lado del mundo y llorar por gente que no conocen, cuando su país es una fosa común”. A los “boomers derechistas”, la Generación Z dijo: “No nos robarán nuestro movimiento”.
Los jóvenes invitaron a las autoridades federales, estatales y locales a visitar las periferias y atender la carencia habitacional y la falta de oportunidades; “vale madres el mundial”; “no se trata de regalar dinero”.
“Por lo que ya no están y por los que seguimos aquí”, culminó esta primera toma de pulso a la Generación Z de México.