
La fiscalía del estado de Michoacán confirmó que el ataque en el que fue asesinado el presidente municipal Carlos Manzo fue perpetrado por un joven de 17 años, identificado como Víctor Manuel Ubaldo Vidales, originario del municipio de Paracho.
Según la dependencia, el joven fue abatido por el equipo de seguridad del edil inmediatamente después del ataque. Las pruebas forenses, como la prueba de rodizonato de sodio, confirmaron que Ubaldo disparó el arma que acabó con la vida del alcalde.
Aunque fue abatido en el momento del hecho, la fiscalía reveló que el joven ya había sido sometido cuando fue ultimado, motivo por el cual se investiga la actuación de los escoltas y autoridades presentes.
Participación del crimen organizado
Las investigaciones señalan que el homicidio de Manzo no fue un hecho aislado, sino que está vinculado a la actividad de grupos delictivos en la zona. El arma utilizada en el ataque también fue relacionada con al menos dos enfrentamientos previos entre células delictivas.
El adolescente, además, tenía un historial de consumo de metanfetaminas, lo que, según la fiscalía, podría haber sido aprovechado por organizaciones delictivas para utilizarlo como pieza ejecutora del atentado.
Reacciones e investigaciones en curso
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla informó que se analiza por qué el agresor fue abatido justo cuando ya estaba detenido, ya que esto genera dudas sobre la cadena de detención y aplicación de la ley.
Por su parte, la comunidad de Paracho, de donde proviene el joven, emitió un comunicado en el que se desvincula de él y de su conducta, afirmando que no pertenecía a la comunidad de Nurío ni tenía relaciones sociales estables allí.