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Como estrategia para disminuir el impacto de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, el Seguro Social refuerza terapias inhaladas avanzadas

El 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), con el objetivo de crear conciencia, promover la prevención y fomentar el diagnóstico temprano de este padecimiento. Considerado como un problema en aumento para la salud pública debido a su alta mortalidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resalta los avances y estrategias implementadas para mejorar la calidad de vida de las personas que tienen EPOC.

La doctora Luz María Galicia Sánchez, jefa de Neumología e Inhaloterapia del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, dio a conocer que la EPOC es una enfermedad crónica, progresiva, que no tiene forma de ser reversible, que afecta principalmente a los bronquios y que se manifiesta con una tos persistente, dificultad respiratoria y producción crónica de flema.

Galicia Sánchez también señaló que esta enfermedad pulmonar es la novena causa en mortalidad en el IMSS y la tercera causa de muerte a nivel global. Por ello, para evitar la progresión, el Seguro Social tiene una extensa gama de terapias inhaladas de vanguardia, las cuales tiene como objetivo mantener estables a los pacientes de EPOC.

Dichas terapias le permiten a los pacientes respirar mejor y controlar los síntomas, reduciendo los episodios de exacerbaciones para evitar el deterioro de los pulmones y reducir las hospitalizaciones y otras complicaciones.

Además, la neumóloga informó que el IMSS ha incorporado medicamentos innovadores, lo que les permite ofrecer tratamiento personalizados a consideración de los síntomas, el riesgo de exacerbaciones y las características clínicas de cada paciente.

Es importante que las terapias sean constantes y cuenten con seguimiento médico continuo.

La detección temprana es clave para la reducción de complicaciones y el Instituto ha impulsado una serie de acciones para poder obtener un diagnóstico oportuno. La atención incluye una valoración clínica detallada acerca de los antecedentes de tabaquismo, exposición a biomasa o a sustancias tóxicas y una radiografía de tórax para poder identificar alteraciones respiratorias y descartar alguna otra enfermedad de los pulmones.

Según la complejidad del caso, un análisis de sangre con medición de eosinófilos para evaluar inflamación y oxigenación, espirometría, puede llegar a ser una prueba fundamental en el diagnóstico de EPOC.

La especialista Galicia Sánchez también detalló que uno de los más grandes retos es que entre el 50 y el 80 por ciento de los casos podrían estar subdiagnosticados a causa de que las personas no buscan activamente atención médica o porque deciden automedicarse, lo que ocasiona que la enfermedad se esconda.

En este sentido, el IMSS promueve medidas preventivas entre las que se encuentra dejar el consumo de tabaco, brindar información acerca de los riesgos de la exposición al humo de leña y otros combustibles, sobre todo en comunidades rurales, además de fomentar las actividades físicas.

De igual manera hay que dejar de quitarle importancia a síntomas como la tos crónica, flema o falta de aire, pues puede ser una señal temprana de EPOC.

Por último, la doctora Galicia Sánchez enfatizó en que “Es vital que las personas con cualquier tipo de exposición a humos tóxicos acudan a una evaluación médica, especialmente después de los 40 años. Un diagnóstico temprano permite ofrecer tratamientos oportunos que pueden cambiar el curso de la enfermedad.”

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