
El Senado develó este miércoles la placa de la Sala de Comparecencias “Elena Poniatowska”, donde la escritora recordó episodios íntimos de su vida; habló sobre su legado cultural pero también abordó algunos de los pendientes durante el mandato del ex presidente Andrés Manuel López Obrador donde destacó la falta de apertura a la participación social, particularmente a grupos históricamente marginados como mujeres y niños.
“Creo que el presidente López Obrador tuvo siempre la costumbre de tomar la palabra y a veces hubiera sido bueno que se oyeran las voces de las mujeres, incluso de los niños y de muchos mexicanos que tienen cosas que decir y que no hemos podido oír”, expresó.
Poniatowska recalcó que el país aún debe a las mujeres más espacios y, con humor, dijo que lo que les falta es “tener buenos maridos”.
También reconoció la necesidad de ver a más mujeres en puestos de liderazgo académico, como una rectora en la UNAM.
Durante el evento, Poniatowska también se refirió a la nueva presidenta de la República, Claudia Sheinbaum con quien dijo tener una relación de décadas.
“La conozco desde la universidad… es una bióloga que admiro desde hace muchos años”.
No obstante aseveró que le pediría toda la atención para los niños del país y dotarlos de educación.
“Toda la atención a la infancia, a los futuros niños mexicanos, a los estudios, a la educación… La educación salva”, demandó
La escritora insistió en que la formación académica debe convertirse en prioridad nacional, si México quiere garantizar un futuro distinto.
--¿Qué le falta por hacer?, se le preguntó a la autora de la “Noche de Tlaltelolco
--Morirme… pues tengo 93 años, dijo entre risas.
Después profundizó sobre lo que aún le motiva:
“Amar a mis nietos y bisnietos… y a los estudiantes de 1968”.
También evocó episodios dolorosos de la historia mexicana, como su acompañamiento a Rosario Ibarra de Piedra y a otras madres de desaparecidos:
“Espero que ya nunca haya más eso tan horrible que practica la política, la desaparición del ser humano”.