CDMX — En un país como México donde la objeción de conciencia y estigmas políticas han impedido el aborto legal en todo el país -cuya práctica incluso ya enfrenta regresiones-, la diputada morenista Naty Poob Pijy Jiménez Vásquez propone una iniciativa más en favor de una reforma vinculada con la muerte asistida en la que añade a la eutonasia la vía del suicidio, siempre que se compruebe la voluntad expresa por escrito.
Jiménez Vásques apoya su propuesta en resultados de una encuesta de 2022 (Segunda Encuesta Nacional de Opinión sobre el Derecho a Morir con Dignidad) que arrojó que 72.7 por ciento de las personas consultadas consideraba que “deben cambiar las leyes y permitir que enfermos puedan recibir ayuda para terminar con su vida si así lo deciden”.
La iniciativa de la morenista define a la muerte asistida “como la terminación intencional de la vida, practicada por personal médico autorizado, a solicitud expresa de la persona, a través de los procedimientos de eutanasia o suicidio asistido.
La eutanasia, refrenda la diputada por Oaxaca, “es el acto o serie de actos intencionales, realizados por personal médico autorizado, encaminados a terminar la vida de la persona que lo solicite de manera expresa, previa aprobación de la autoridad competente”.
En tanto, “el suicidio asistido será aquel en el que el personal médico autorizado proporciona los medios para que, quien solicitó expresamente el procedimiento, autoadministre o ejecute el acto de terminar con su vida, previa aprobación de la autoridad competente”.
Y ante una posible objeción de conciencia, la diputada propone la alternativa de que autoridades de salud “deberá solicitar a otro médico no objetor de conciencia la práctica del procedimiento, de conformidad con lo dispuesto por esta Ley y la normatividad que la Secretaría emita en la materia”.
La propuesta de Naty Poob Pijy Jiménez Vásquez indica que podrá practicarse la muerte asistida sin que ello constituya delito o dé lugar a acción civil por daños y perjuicios, bajo el amparo de la ley, las normas y lineamientos que emita la Secretaría de Salud para su realización, a través de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal.
Precisa que sólo podrá aplicarse la muerte asistida a personas mayores de 18 años, cuando lo soliciten por escrito, la cual deberá informarse al Comité de Bioética a efecto de determinar la aptitud de la persona y la procedencia de la solicitud.
La diputada morenista considera importante legislar para despenalizar la muerte asistida, ya que “todas las personas merecen una muerte en condiciones dignas cuando a pesar de los cuidados paliativos a los que pudieran acceder por cierta calidad de vida no ofrecen mejoría alguna ni ayudan en el tratamiento de su enfermedad, lesión o incluso con el dolor”.
La legisladora hace énfasis en el reconocimiento del valor de la dignidad humana y el respeto irrestricto que merece como base y condición de todos los demás derechos humanos, entre ellos el de vivir con dignidad, el de libre desarrollo de la personalidad, la integridad física y síquica y el honor, según su propuesta de reforma.
Jiménez Vásquez agrega que sólo a través del pleno respeto a estos derechos y de la autonomía de la persona en lo que se refiere a la facultad de adoptar decisiones, asumiendo la responsabilidad de éstas y respetando la autonomía de los demás, podrá hablarse de un ser humano en toda su dignidad”.
Y advierte que será la Secretaría de Salud la que emita la normatividad y lineamientos que establezcan los requisitos, procedimientos y formatos que deberán observarse y requisitarse, así como los tiempos de reflexión para la aprobación y ejecución del procedimiento de muerte asistida, en el marco de esta iniciativa.
“El personal médico que practique cualquier procedimiento de muerte asistida deberá estar autorizado por la Secretaría de Salud y podrá negarse a realizarlo en cualquier momento”.
La diputada puntualiza que a nivel mundial pocos países cuentan con legislación o regulación en la materia, como Suiza, Colombia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Canadá, España, Italia, Austria, Alemania, EUA, Australia y Nueva Zelanda. En América, Colombia y Ecuador han despenalizado la eutanasia, no a través de legislación, sino por medio de resoluciones de sus tribunales.
Aunque se informa que esta iniciativa fue turnada a las comisiones de Salud y Justicia, en una búsqueda de la bitácora legislativa de Jiménez Vázquez, este documento no fue localizado ni en la Gaceta Parlamentaria.
La iniciativa abre preguntas respecto al suicidio asistido, dado que se advierte como absurdo que tras argumentos sobre el libre desarrollo de la personalidad, la integridad física y síquica se deje de lado que las ideas suicidas son un “problema de salud pública atendibles”, que se originan por padecimientos, principalmente, como depresión, lo cual deriva de múltiples factores, entre ellos sí puede ser una enfermedad incurable, pero entoces la vía de la eutonasia sería la asistencia a la muerte digna.
