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El balasto ferroviario es la capa de piedras trituradas que se coloca bajo y alrededor de las vías ferroviarias.

¿Qué es el balasto y qué función tienen las piedras en las vías de un tren?

Concebido como una posible alternativa al Canal de Panamá, el Tren del Istmo, uno de los proyectos insignia del obradorismo, está envuelto en tragedia.

El 28 de diciembre de 2025 un tren del Tren Interoceánico se descarriló entre los poblados de Nizandá y Chivela, en el estado de Oaxaca, mientras circulaba por la Línea Z, que conecta Salina Cruz con Coatzacoalcos, en el Golfo de México.

Las dos locomotoras y cuatro vagones del convoy se salieron de las vías al tomar una curva poco después de partir de Salina Cruz en la mañana del domingo. Parte del tren cayó por un barranco de varios metros y otras unidades quedaron inclinadas o fuera de su trayectoria normal.

Actualmente, las autoridades investigan las causas del siniestro; sin embargo, han surgido dudas de si fue el balasto de mala calidad una de las cuasas que derivaron en el accidente.

Aquí te explicamos qué es el balasto y para qué sirve.

¿Qué es el balasto y cuál es su función?

El balasto ferroviario es la capa de piedras trituradas que se coloca bajo y alrededor de las traviesas, también llamadas durmientes, sobre las que descansan los rieles de un tren.

Está conformado por rocas duras y angulares, de varios centímetros de diámetro, como basalto, granito o cuarcita, cuya forma permite que las piedras se entrelacen para dar estabilidad al conjunto de la vía.

Este material cumple un papel estructural esencial en prácticamente todas las líneas férreas convencionales del mundo.

La principal función del balasto es distribuir las cargas que generan las locomotoras y los vagones hacia la plataforma o subrasante del terreno de forma uniforme.

Al hacerlo, reduce concentraciones peligrosas de esfuerzo en un solo punto y ayuda a que la vía mantenga su geometría, es decir, su alineación y nivel, durante las operaciones cotidianas, aun cuando pasan trenes pesados de manera repetida.

Además, el balasto proporciona estabilidad lateral y longitudinal, ya que la fricción entre las piedras resiste que los rieles y traviesas se desplacen bajo las fuerzas dinámicas del paso de los trenes.

Otro papel clave del balasto es su capacidad de drenaje. Las piedras permiten que el agua de lluvia y otras fuentes se infiltre y se evacue rápidamente, evitando el estancamiento de agua en la superficie de la vía o bajo ella.

Esto reduce la probabilidad de erosión, la degradación de la subrasante y problemas de estabilidad que podrían comprometer la seguridad.

Asimismo, el balasto inhibe el crecimiento de vegetación cerca de las vías, lo que contribuye a mantener condiciones operativas seguras y reduce la necesidad de intervenciones frecuentes en mantenimiento.

El material también ayuda a absorber vibraciones y reducir ruidos causados por el paso de los trenes, algo crítico tanto para la comodidad de los pasajeros como para la durabilidad de la infraestructura.

En contraste, cuando el balasto no cumple sus funciones adecuadamente, por ejemplo, si es de mala calidad, tiene una granulometría inadecuada o está contaminado de finos, puede provocar que la vía se deforme con mayor facilidad, que la geometría se pierda y que aumenten las cargas locales sobre los rieles y traviesas.

Esas condiciones pueden contribuir a incidentes como descarrilamientos si no se detectan y corrigen a tiempo.

Este aspecto técnico cobra relevancia frente al reciente descarrilamiento del Tren Interoceánico ocurrido el 28 de diciembre de 2025 en Oaxaca, donde al menos 13 personas perdieron la vida y cerca de 100 resultaron heridas cuando el tren se salió de las vías al pasar por una curva en el tramo entre Nizandá y Chivela.

El tren, parte de un proyecto ferroviario estratégico que conecta por tierra el Pacífico con el Golfo de México, fue inaugurado en 2023 como parte del desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Las autoridades han iniciado investigaciones para determinar las causas exactas del accidente, entre ellas posibles problemas en la infraestructura de la vía.

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