La información fue presentada por Eduardo Clark, subsecretario de Integración Sectorial y Coordinación de Servicios de Atención Médica, quien destacó que los ajustes buscan ampliar la cobertura, eliminar criterios arbitrarios y fortalecer el sistema público de salud en el mediano y largo plazo.

Clark detalló que el país pasó de formar menos de seis mil médicos especialistas al año en 2011 a casi 19 mil en el periodo reciente, un crecimiento que marca un punto de inflexión en la política de salud pública. Entre 2011 y 2018, explicó, el aumento fue marginal, lo que generó un déficit estructural en hospitales públicos. El cambio se consolidó a partir de 2021, cuando se duplicó prácticamente el número de médicos que ingresan anualmente al sector público para especializarse, al pasar de poco más de ocho mil a 18 mil 962 médicos especialistas.
Para el ciclo 2026, la cifra proyectada será de 18 mil 926 médicas y médicos en formación, lo que permitirá, de acuerdo con el subsecretario, haber formado 45 mil especialistas adicionales que no se habrían incorporado de haberse mantenido la tendencia previa. “Es un legado para el futuro de nuestro país”, subrayó.
El incremento de plazas se reflejó en todas las instituciones del sector salud. En el sistema que atiende a población sin seguridad social, el crecimiento fue del 102 por ciento, con dos mil 816 plazas adicionales. En el IMSS, la formación de especialistas aumentó 69 por ciento; en el ISSSTE, se cuadruplicó; mientras que en PEMEX el incremento fue del 162 por ciento.
Asimismo, se fortalecieron especialidades estratégicas. En epidemiología, la formación anual pasó de 60 especialistas antes de la pandemia a 368 actualmente. En medicina de urgencias, el número creció de 874 a cerca de dos mil 400 médicos en formación. Especialidades como pediatría, cirugía, medicina interna, traumatología e imagenología registraron aumentos similares.
Uno de los cambios más relevantes fue la modificación del modelo de asignación de plazas para residencias médicas. Clark explicó que, antes del ciclo 2025, los aspirantes elegían primero la especialidad según su puntaje y posteriormente debían buscar hospital, donde podían enfrentar criterios discrecionales. Con el nuevo esquema, el proceso es meritocrático y transparente: los aspirantes con mayor puntaje y promedio pueden elegir directamente tanto la especialidad como la sede.
“Todas las especialidades y sedes están disponibles para que los aspirantes elijan de manera directa, con la misma información para todos y sin favoritismos”, afirmó el subsecretario, quien añadió que el nuevo modelo permite a los seleccionados recibir de inmediato su constancia digital, eliminando la incertidumbre del proceso posterior.
En cuanto al calendario, informó que la primera ronda de asignación se realizó del 20 al 31 de octubre, la segunda concluyó el 19 de diciembre, y habrá una ronda adicional el 18 de febrero de 2026 para las sedes restantes. Las residencias médicas iniciarán actividades el 1 de marzo de 2026.
Clark concluyó que este esfuerzo representa una inversión estratégica del Estado mexicano, al formar médicos que atenderán a la población durante las próximas décadas, con énfasis en el fortalecimiento del sistema público de salud.
Entre las especialidades más demandadas se encuentran medicina interna, que incluye subespecialidades como cardiología, gastroenterología, endocrinología, nefrología, neumología, hematología, infectología y reumatología; así como cirugía, con ramas como neurocirugía, cirugía cardiovascular, oncológica, urología, angiología y cirugía vascular, cirugía plástica y reconstructiva, cirugía pediátrica, cirugía de tórax y coloproctología.