
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo estableció que “el silencio histórico es una forma de sometimiento que muchas veces si se mantiene así, en el olvido, aniquila y determina el presente y el futuro.
“El silencio histórico, el no reconocimiento de héroes y heroínas que dieron su vida en contra del autoritarismo, el entreguismo y por los derechos inalienables de un pueblo, se vuelve un ancla en el desarrollo de los pueblos que invita la complicidad y dificulta el cambio”, sostuvo.
Así lo señaló, en el marco de la repatriación y memoria del revolucionario Catarino Erasmo Garza Rodríguez, desde Matamoros, Tamaulipas, evento encabezado por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien estuvo acompañado por su esposa Beatriz Gutiérrez Müller.
Sheinbaum Pardo, quien en siete días rendirá protesta como la primera mujer presidenta constitucional del país, destacó la relevancia para depositar los restos de Catarino Garza Rodríguez, revolucionario mexicano quien, se encontraba en una fosa común en Boca del Toro, Panamá, y a partir de ahora, “descansará en su patria, en la tierra que lo vio nacer y luchar contra la dictadura porfirista”.
Enfatizó que los héroes, heroínas, monumentos, estatuas y nombres de calles que se recuperan en uno y otro momento de la historia, son legados que dejamos para futuras generaciones, son marcas históricas que deben hacernos recordar dignamente nuestro pasado.
La memoria histórica que buscamos preservar no puede, ni debe ser solamente una visión mitificada, única, pues responde muchas veces a la visión del mundo que queremos transmitir y en la que creemos.
Enfatizó que reconocer a Catarino Erasmo Garza Rodríguez, traer sus restos y dar a conocer su historia, es una reivindicación de una figura que en algún momento quisieron que quedará olvidada.
El homenaje que se le rindió, dijo, implica dejar como legado una visión de que la memoria histórica coloque en el centro a un revolucionario del pueblo, que luchó en contra de la discriminación de los mexicanos en Estados Unidos, por la libertad de expresión en contra del régimen porfirista autoritario y la no reelección. Y por si fuera poco, un internacionalista que donde estuvo promovió independencia y libertad.
Asimismo, subrayó que con tal reconocimiento, y el trabajo histórico de reivindicar su nombre y traer a México sus restos, “el silencio histórico se vuelve voz; el silencio histórico se transforma en camino y en postura política”.
Sheinbaum Pardo señaló que reivindicar nuestra historia, desde las culturas indígenas, que moldea nuestra forma de ser como mexicanos y mexicanas, así como recuperar la fecunda historia política de héroes y heroínas conocidos hasta ahora, y a otros que nos falta por conocer como Catarino Garza, es un valor más de la Cuarta Transformación de la Vida Pública que nos da identidad y nos hace sentirnos orgullosos de nuestro origen, nuestro pasado y por tanto, nos permite construir un porvenir basado en las certeza de nuestra historia y de nuestra fuerza, de la fuerza del pueblo de México.
Este monumento recupera la valentía de un héroe mexicano que quedó silenciado por años, que fue vencido, pero que nunca se rindió; su legado quedó en la Revolución Mexicana y hoy, en la reivindicación que hacemos de su vida, de sus letras y de sus amores.
La responsabilidad de seguir escarbando en nuestra memoria histórica como nación y como pueblo será también esencia del Segundo Piso de la Cuarta Transformación; responsabilidad de la que podemos sentirnos muy orgullosos, y de la que nos hemos hecho cargo y nos seguiremos haciendo cargo.
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