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Las redes sociales se inundaron de cifras de muertos en la trifulca escenificada en el Corregidora, donde debía celebrarse el Atlas-Querétaro. Pero todo fue mentira, aparentemente derivada de lo afirmado por un cronista deportivo que suele ser poco preciso en sus tuits. No obstante, la noticia se diseminó como lumbre en pólvora y publicaciones más serias comenzaron a retomar el dato.
Paralelamente, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, ha ordenado un castigo ejemplar para los responsables de la violencia en el estadio Corregidora. No dejó de mencionar la responsabilidad de quienes administran el inmueble y el partido de futbol y que debían garantizar condiciones para evitar escenas como las que circulan en redes.
Cada vez es más evidente que las redes explotaron hablando de decenas de muertes, lo que las autoridades policiales han descalificado.
"La empresa propietaria de Gallos e instituciones deberán responder por los hechos", señaló el gobernador.
Kuri suspendió una gira de trabajo de promoción económica a Europa y regresó a su entidad con la premisa montada en el twitter: "En Querétaro no hay impunidad".
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