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Nefropatía diabética no se detecta de manera oportuna

Hasta 40 por ciento de los pacientes con diabetes presentarán algún grado de nefropatía

Nefropatía diabética, complicación derivada de la diabetes mellitus tipo 2, que afectará al menos al 40 por ciento de estos pacientes

Nefropatía diabética, complicación derivada de la diabetes mellitus tipo 2, que afectará al menos al 40 por ciento de estos pacientes

La enfermedad renal crónica, es un padecimiento derivado de una diabetes mellitus mal controlada, por lo que la ERC, también llamada nefropatía diabética, consiste en la afectación de la capacidad de los riñones para realizar su trabajo de eliminación de los productos de desecho de la sangre y el exceso de líquido en el cuerpo.

Ésta se manifiesta cuando la diabetes está mal controlada en los niveles de glucosa, lo cual va dañando los vasos sanguíneos y otras células de este órgano, que con el paso del tiempo altera su delicado sistema de filtración, explicó Arlette Ramírez, educadora en diabetes de BD Ultra- Fine.

Con motivo del Día Mundial del Riñón, que se conmemorará el próximo 11 de marzo, la especialista en diabetes y en el cuidado al paciente con esta enfermedad precisó que la nefropatía diabética es una complicación muy grave a la salud que puede prevenirse, o incluso retrasar su desarrollo, manteniendo un estilo de vida saludable y teniendo los niveles glucémicos en la sangre bajo control.

Para lograrlo, recomienda que los pacientes que viven con diabetes lleven un tratamiento integral y personalizado de la mano del médico tratante y/o profesionales de la salud, para todo tipo de asistencia en cuanto a alimentación saludable, actividad física pertinente y tratamiento farmacológico necesario.

“La indicación de comenzar a utilizar insulina de manera temprana en el transcurso de nuestra diabetes es buena, ya que es insulina lo que necesitamos para reponer la que nuestro cuerpo no produce, vital para regular y mantener en control la glucosa de nuestra sangre.

Al respecto, enfatizó que para lograr aprovechar de mejor manera la insulina, es recomendable utilizar agujas ultra finas para que se deposite en el tejido subcutáneo, que es donde debe actuar.

Indicó que después de los primeros 10 años de diagnóstico, entre el 5 y el 10 por ciento de los pacientes diabetes mellitus tipo 2 pueden padecer enfermedad renal crónica, y “el problema es que en sus primeras etapas no presenta síntomas específicos, lo que retrasa su correcto diagnóstico, provocando que no se detecte de manera oportuna, hasta que ha evolucionado.

Ante ello, es importante tomar en cuenta algunos de los síntomas que den la pauta de que daño renal, si se comienza a registrar empeoramiento del control de la presión arterial, que el paciente comience a desechar proteína en la orina, que tenga hinchazón de pies, tobillos, manos u ojos, aumento en la necesidad de orinar, menor necesidad de insulina o medicamentos para la diabetes, confusión o dificultad para concentrarse, falta de aliento, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, picazón constante, fatiga

Si existe la presencia de cualquiera de estos síntomas, advirtió Arlette Ramírez, es de suma importancia que el paciente diabético acuda a revisión médica de inmediato con un nefrólogo, quien es el especialista encargado de evaluar, diagnosticar y dar tratamiento por una nefropatía diabética y todo lo relacionado con los riñones.

“No hay que perder de vista que la detección oportuna, tanto de diabetes como de nefropatías, son la clave para prevenir o retrasar la evolución de ambas enfermedades tan estrechamente ligadas, para evitar llegar a una complicación que puede convertirse en una insuficiencia renal, donde la única vía de tratamiento puede llegar a ser una dialización o un transplante de riñón”.

Cabe mencionar que datos del INEGI en el 2020, indican fallecieron cerca de 151 mil personas en México a causa de la diabetes, cifra que es más de tres veces superior lo reportado para el año 2000, cuando la cifra se ubicó en 46,614 muertes y cerca de 47 mil muertes más en comparación con la cifra reportada en el 2019, con 104,354 defunciones.