
El historiador Miguel León-Portilla señala que así como se protege la biodiversidad, también debemos proteger la diversidad de lenguas maternas, porque cada una es una manera única de simbolizar al mundo, ayudan a pensar con claridad, a crear arte, a organizarnos mejor, porque el lenguaje es el alma de las personas y cuando una lengua muere, se mutila a la humanidad.
Durante la inauguración del Encuentro Nacional de Experiencias de Desarrollo Lingüístico, que culmina hoy en El Colegio Nacional y reúne a especialistas en lenguas originarias y el español, el filósofo y Premio Crónica 2013 dijo que en este Día de la Lengua Materna debemos tomar conciencia de su riqueza y no debemos perderla.
En un video enviado para el evento que conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna, León-Portilla dijo que sus reflexiones irían por dos caminos: lo que significa la lengua materna para sus hablantes y lo que significa la pluralidad de lenguas maternas para un país.
“El lenguaje es una serie de símbolos que forman una lengua con características únicas de una cultura. Y la recibimos de un modo espontáneo y nos da la capacidad de pensar y describir al mundo de una forma original. Por eso, si yo pierdo mi lenguaje materno, es como si me sacaran el espinazo y eso sería terrible”, añade.
Porque, agrega, “cuando la gente pierde su lengua materna y no aprendió bien ninguna otra, está indefensa, porque con el lenguaje pensamos con claridad, creamos arte y otras cosas, escribimos y nos organizamos. Es que el lenguaje es el alma de las personas”.
En este punto, Miguel León-Portilla dice que algunos piensan que la lengua es la patria. “Yo creo que es la raíz del ser y perder la lengua materna sería una tragedia terrible”.
El historiador, en la segunda parte del video, reflexiona sobre lo que significa para un país tener hablantes de muchas lenguas maternas. Aquí, señala que primero hace una objeción a lo que han dicho muchos personajes famosos de la historia de México: “no existe una unidad nacional cuando hay muchas lenguas”.
“Se trata de una falacia”, asegura el filósofo y cuenta que Suiza tiene varias: el alemán, francés, italiano y otras y es un solo país denominado Confederación Suiza. “¿Esto es una riqueza o un estorbo? Es lo primero”.
Lo mismo pasa con México, agrega, que es un gran país en cuya geografía tenemos muchos grupos hablantes de lenguas distintas. “Dicen los biólogos que la diversidad biológica es muy importante porque de una manera u otra la existencia de tal o cual animal influye en el contexto de la naturaleza. Por ejemplo, las abejas van tomando el polen de muchas plantas y fertilizan a otras. Si suprimimos a las abejas ya no se dará el proceso de polinización que explica la evolución de la flora”.
Los biólogos también señalan que hay que proteger a las ballenas que están en peligro de extinción, porque son una maravilla. “Hay que proteger la biodiversidad, pero también la diversidad simbólica de los seres humanos: sus lenguas. No queremos mutilar o empobrecer a la humanidad con la muerte de una lengua o queriendo que sólo se hable una. Porque las lenguas son manantiales de símbolos y los símbolos son manantiales de ideas, y las ideas son manantiales de creatividad, supriman eso y se acaba la creatividad”, explica León-Portilla.
Cada una de estas lenguas originarias, añade, es un tesoro, “como un atalaya para ver el mundo. Tenemos esa gran riqueza y donde, por ejemplo, hay literatura en náhuatl, maya, purépecha, rarámuri. Son todas un caudal de los símbolos que han florecido en esta tierra”.
Por esto, añade León-Portilla, nadie debe perder su lengua materna, “porque ésta resguarda los sonidos que desde niños conocieron, son los símbolos que sus ancestros acuñaron en miles de años. Y en este día debemos tomar conciencia de su riqueza y no perderla”.
Copyright © 2017 La Crónica de Hoy .