Cultura

El Códice Vaticano B habría sido un libro sagrado usado en rituales

La presencia de hollín por todo el documento y su constante retoque supone que se utilizaba constantemente, señala la filóloga Katarzyna Mikulska

Códice Vaticano B
Códice Vaticano B Códice Vaticano B (La Crónica de Hoy)

En la Biblioteca Vaticana, ubicada en la Ciudad del Vaticano, se resguarda un códice adivinatorio hecho posiblemente en piel de venado y usado por indígenas durante la época precolombina de manera constante, ya que tiene marcas de uso y hollín en sus orillas que evidencian su cercanía a alguna fuente de fuego.

Los anteriores detalles son parte de las nuevas investigaciones hechas al Códice Vaticano B y que ahora se publican en el libro Nuevo Comentario al Códice Vaticano B edición facsímil, coordinado por Katarzyna Mikulska, filóloga y académica del Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia.

“Armé un proyecto en 2015 para pedir financiamiento al Centro Nacional de Ciencias de Polonia para analizar este códice, me lo dieron. Planeé el proyecto por tres años, fui a la Biblioteca Vaticana y ahí empezaron las negociaciones por medio de la embajada de México, sin embargo, me di cuenta que tres años serían insuficientes e invité a más investigadores”, relata.

En ese momento, Mikulska se enteró que el grupo MOLAB de la Universidad de Bologna ya había investigado el Códice, entonces se unieron para sumar fuerzas junto con expertos de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad París-Nanterre y de la UNAM (Instituto de Investigaciones Estéticas, Instituto de Investigaciones Filológicas e Instituto de Investigaciones Históricas, este último encargado de la edición del libro).

--¿Por qué se ha estudiado poco este códice?

--Porque no le favorecen los facsímiles anteriores. Ha habido dos: uno de finales del siglo XIX y otro que publicó la editorial Austriaca en los años 70 que fue repetido en los años 90. Si miras los facsímiles del códice se ve poca cosa y uno se pregunta ¿por qué está pintado tan mal?, pero al ver el original quedé estupefacta.

“Pienso que el Vaticano B fue un libro sagrado de uso constante porque cuando se fue desgastando se notan las correcciones, esto es, los indígenas ponían otra vez el pigmento. Se nota mucho que el rojo se nota mucho que está repintado en varios momentos, lo mismo que el negro y el azul, aunque el azul tiene una historia impresionante porque los últimos repintes se dieron en Europa”.

Los usuarios del Códice Vaticano B corrigieron fragmentos completos y eso dio origen a varios palimpsestos, añade Mikulska.

“También se nota el uso constante porque está sucio, al parecer por humo u hollín. El hollín está por los lados, por los bordes exteriores, entonces se puede suponer que el códice se usaba cuando había una vela o fuego”, indica.

Todas esas huellas de uso quedaron fuera de los facsímiles hechos en siglos pasados y es por eso que se ve muy distinto al original, agrega la experta.

--¿De qué material está hecho el códice?

--De piel y no sabemos de qué animal, suponemos que es piel de venado, aunque no tenemos la seguridad completa ya que se tendrían que hacer estudios invasivos. El códice abierto alcanza cerca de los 7.2 metros de largo.

Katarzyna Mikulska señala que aún no se puede determinar el año de elaboración del Códice Vaticano B, ni dónde fue hecho. “Se propone que procede de la zona entre Oaxaca y Puebla, donde hubo una mezcla étnica y en todo momento confluyeron distintos estilos”.

“Los números no aparecen explícitamente pero la tabla codifica los números por su composición y es el calendario de los 260 días, pero la tabla está de tal manera que sirve como índice porque permite encontrar muy rápido la información que necesita el especialista, el tonalpouhqui, un día dado o una trecena específica”, explica Mikulska.

Después, el Códice tiene varias secciones adivinatorias. De las más importantes, añade la especialista, es la serie de los 20 signos de los días, o bien, cuando cada día aparece con su patrono.

“También hay una sección de las trecenas, otras agrícolas, una sobre la lluvia y otras secciones más chicas que no se comprendían antes, de éstas, hay dos que nosotros llamamos la Casa del Cielo y la Casa del Mundo de los Muertos, además de la sección que representa a la casa en orden y a la casa en desorden. Son secciones que se utilizaban en varios momentos de la pronosticación”, indica Mikulska.

La investigadora del Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia explica que la primera parte del libro está dedicada a la materialidad del códice, después hay capítulos que detallan ciertas secciones por separado como los palimpsestos y hay dos capítulos que aprovechan fuentes alfabéticas para mostrarnos el funcionamiento del sistema adivinatorio.

“Hay capítulos que tratan de explicar elementos particulares como la identificación de animales, flores, sistema de comunicación gráfica y los nombres de los dioses”, señala.

Copyright © 2021 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México