
En su última aparición desde el balcón presidencial, el titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto demora unos minutos en retirarse después de escuchar el parte del desfile conmemorativo del 208 Aniversario del inicio de la Independencia de México.
Observa detenidamente la plancha del Zócalo y rompe en aplausos ante las porras que se escuchan.
Aprieta la mandíbula y apoya ambas manos en el barandal del Balcón Central de Palacio Nacional que durante dos horas ha compartido con su esposa Angélica Rivera, los titulares de Sedena, Marina, el presidente del Senado y de la SCJN, Luis María Aguilar así como con el titular de gobernación, Alfonso Navarrete y el comisionado nacional de seguridad, Renato Sales.
Apenas once horas antes, desde ese mismo balcón, el mandatario encabezó el tradicional grito de Independencia con la tradicional arenga a los héroes de la Patria. Luego, acompañado de sus hijos observó los fuegos artificiales.
En ambas ceremonias lució la banda terciada al pecho.
A las once de la mañana de ayer domingo, el Ejecutivo Federal salió del Palacio Nacional y se dirigió a la Plaza de la Constitución, en donde izó la Bandera monumental; después, a bordo de un vehículo militar humvee el Titular del Ejecutivo Federal pasó revista a tropas emplazadas en la Plaza de la Constitución.
Al presenciar el desfile, en el balcón fueron turnándose sus hijos, acompañándolo a ratos.
El mandatario vio desfilar los contingentes de los equipos de rescate en tragedias nacionales que también merecieron el aplauso de la ciudadanía.
El contingente de militares que participaron en la expedición denominado Escuadrón 201, merecieron una ovación y aplausos de casi todos. Como en la mayoría de los casos, el paso de los contingentes de integrantes de las fuerzas armadas que arriesgan la vida por la ciudadanía y en la protección del territorio nacional no mereció ni un aplauso de parte de Martí Batres quien ocupa un lugar en el balcón en su carácter de presidente del Senado. Batres no aplaude, no saluda, no reconoce la labor del Ejército Mexicano, el día en que todos los celebramos.
A lo largo de su recorrido, el Desfile Militar fue seguido por una gran afluencia de familias que acudieron a observar la demostración de disciplina de los elementos de las Fuerzas Armadas.
Las Fuerzas Armadas hicieron gala de su alto grado de adiestramiento y equipamiento, y ratificaron su compromiso de lealtad a la Patria y a su Comandante Supremo, el Presidente de la República.
Al término, el General de División Diplomado de Estado Mayor, Roble Arturo Granados Gallardo, Subsecretario de la Defensa Nacional y Comandante de la Columna del Desfile Cívico Militar 2018, informó al Presidente Peña Nieto que la parada militar concluyó sin novedad y en ella participaron: 123 banderas, 18 mil 736 integrantes de las Fuerzas Armadas, Policía Federal, Conagua y charros; 30 soldados y marinos honorarios, 10 rescatistas, 20 niñas y niños; 401 vehículos, 177 aeronaves; 53 canes y 269 caballos.
También las agrupaciones de la sociedad civil, instituciones militares, educativas y gubernamentales, fueron parte del desfile cívico militar.
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