
Dos de los autores extranjeros más queridos en México en el siglo XIX fueron los franceses Julio Verne y Víctor Hugo, a tal grado que sus obras se publicaron en los periódicos mexicanos dos o seis meses después de que los autores las publicaron en Francia. Por ejemplo, Verne difundió en febrero de 1889 su novela corta En el año 2889 y seis meses más tarde el periódico El Siglo Diez y Nueve presentó una traducción, edición única en el país ya que desde esa fecha no se ha vuelto a publicar.
La historia de esa y otras obras se reúnen en el libro Inéditos del siglo XIX. Escritores, traductores, periodistas, editores y empresas editoriales, de Lilia Vieyra Sánchez. La autora e investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que para hacer este libro hizo una revisión de los periódicos y revistas del siglo XIX que resguarda la Biblioteca Nacional de México, en donde se percató que la edición de las obras de Verne fue una práctica común entre Francia y México.
“En el año 2889 apareció en la revista mensual The Forum, publicada en Nueva York, su trascendencia es su anticipación porque Verne escribió una novela de cómo sería la vida cotidiana estadunidense en 2889: existirían los teléfonos celulares, habrá un tráfico aéreo, se podrá pedir la comida a domicilio, habrán máquinas que vestirán a una persona y se producirán novelas en serie”, detalla Vieyra Sánchez.
Esa novela corta llegó a México el sábado 24 de agosto gracias al periódico El Siglo Diez y Nueve, –diario que todos los sábados dedicaba su edición a obras literarias– pero apareció sin el crédito del responsable de la traducción.
“En el país no fue muy conocida esa obra, en Estados Unidos sí y en la actualidad, en España se está investigando quién la escribió, si realmente fue Julio Verne o su hijo Michel Verne, ya que académicos españoles sostienen que fue el hijo”, explica la autora.
Durante la investigación, Vieyra Sánchez encontró interesante mencionar la relación entre Julio Verne y México, ya que la primera novela corta que hizo el autor francés fue Los primeros navíos de la marina mexicana en la revista Musée des familles en 1851.
“Ahí Verne habla sobre México y dos barcos, pero además lo que establece es una postura colonialista: deja ver que los franceses y españoles aún están interesados en nuestro país y en especial, a los españoles los retrata con características xenofóbicas. En México, esta obra fue publicada en 1875 por el periódico El Porvenir”.
Otro episodio que evidencia la relación entre Verne y los periódicos mexicanos es el texto inédito de Justo Sierra sobre la obra de Julio Verne escrito a principios de 1872, cuando el diario El Federalista publicó Veinte mil leguas de viaje submarino.
“El editor de El Federalista, Alfredo Bablot D’Olbeusse, publicó una de las mejores obras de Verne y encomendó a Justo Sierra, quien era colaborador del periódico, que escribiera un artículo introductorio, el cual apareció el 10 de febrero de 1872 y no fue incluido en las Obras completas de Justo Sierra, publicadas por la UNAM en 1948. Es por eso que incluyo ese texto en mi reciente libro”, indica Vieyra Sánchez.
“Florencio M. del Castillo, redactor en jefe de El Monitor Republicano, alentó a sus lectores (el 30 de junio de 1862) que se suscribieran y compraran el periódico para coleccionar la traducción de Los Miserables, ‘obra cuyas páginas inmortales conmueven profundamente los ánimos e inspiran un nuevo curso a las ideas’”, narra Lilia Vieyra Sánchez.
También, agrega, es importante esa traducción porque en 1862 estaba la intervención francesa y Víctor Hugo envió una carta a Benito Juárez apoyando su postura de no permitir la intervención de Francia. “Víctor Hugo y con todo que era de esa nación, estaba en contra de Napoleón III”.
Por un tiempo, Los Miserables dejó de producirse en El Monitor Republicano porque los franceses dejaron de venderles papel, situación que aprovecharon los editores franceses que llegaron a México como parte de la intervención. “Ellos traían la obra de Víctor Hugo y la empezaron a vender más barata, entonces El Monitor Republicano tuvo que abaratar su folletín pero la calidad fue menor: la edición era 19 por 15 centímetros y no era ilustrada como las ediciones de los franceses”.
Por último, la investigadora de la UNAM señala que en su libro editado por el FOEM, Inéditos del siglo XIX... incluye obras inéditas de Guillermo Prieto y la anécdota de un certamen de poesía dedicado a Hernán Cortés, que el editor español Adolfo Llanos convocó para que los españoles residentes en México no fueran objeto de ataques e insultos cada 16 de septiembre.
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