Escenario

Romeo y Julieta: El amor trágico que nunca pasa de moda

Cassandra Ciangherotti y Adrián Ladrón protagonizan esta nueva adaptación del clásico de William Shakespeare, bajo la dirección de Mauricio García Lozano

Pareja besándose
Pareja besándose Pareja besándose (La Crónica de Hoy)

Romeo y Julieta es una obra que no necesita presentación. Es una de las joyas literarias de la historia, escrita por el célebre William Shakespeare en la cual, a través de una historia de amor hace una reflexión sobre la pasión y fragilidad del amor fugaz, una demostración sobre como el orgullo puede llevar al odio y sobre el suicidio cómo un acto conmovedor. Sin embargo, a pesar de que es una obra universal, la más esencial de las versiones es difícil ser comprendidas en la actualidad.

El director Mauricio García Lozano se ha encargado de desafiar el tiempo con una nueva adaptación en México, estrenada con éxito el pasado 26 de mayo. Se trata de una traducción libre realizada por Alfredo Michel Modenessi, y que cuenta con las actuaciones estelares de Cassandra Ciangherotti, en el papel de la bella y codiciada Julieta, y Adrián Ladrón en el papel del enamoradizo Romeo. “El reto de presentarla es que el público mexicano la entienda y la sienta suya, no por eso la vamos a hacer folclorista ni la vamos a mexicanizar, se trata de una versión sin dulce”, explicó el director Mauricio García Lozano.

En el escenario se recrea Verona. En una estructura de madera a dos niveles se refleja una buena intencionalidad por enmarcar la historia en la riqueza arquitectónica de la ciudad en la vida real, los personajes aparecen vestidos con gabardinas de cuero malgastado y con destalles estéticos, entre máscaras, bancas de madera y otros accesorios, que mantienen un tanto ambiguo el tiempo en el que se desarrolla la historia.

Se trata de una obra que con el paso de los años (con más precisión, siglos, pues fue escrita en 1597) es difícil mantener una veracidad tan genuina con el argumento y sobre todo se nota en los diálogos, que en esta ocasión fueron una combinación del lenguaje shakesperiano y algunas expresiones con más soltura actual, empeñado en el doble sentido.

La obra habla de la desdicha de Romeo por un amor no correspondido, en tiempos en los que Verona vive entre las manifestaciones de odio entre dos de las familias más conocidas: los Montesco y los Capuleto. Los amigos de Romeo se enteran de forma casual de una fiesta de disfraces en casa de los Capuleto, y obligan a Romeo a asistir (él no quiere, pero finalmente va). Allí, conoce a Julieta, de la que no sabe ni su nombre, ni menos aún a qué familia pertenece, y se enamora locamente de ella. Esa misma noche ambos se enteran de la identidad del otro, pero el flechazo es tan grande que se rehúsan a renunciar a la magia de su amor a primera vista. Se casan y en su decisión va escondida la condena de un amor imposible.

En el desarrollo de la obra es notable el esfuerzo por la actualización y la vigencia y por ocultar el sentimentalismo meloso. Por momentos lo consigue con algunos personajes secundarios que son, por demás simpáticos como el de la divertida Nana (Haydeé Boetto) y el del libidinoso Mercucio (Leonardo Ortizgris). Sin embargo, es inevitable que en el contraste de los diálogos clásicos y modernos haya un rompimiento incluso de la seriedad y caiga en un humor involuntario para el espectador, como si en realidad se tratara de una burla sobre la moral. Con esto no hablamos de que se trate de una mala adaptación, pues mantiene la riqueza de profundidad con el embeleso de las conversaciones, pero con el paso de la historia se siente una pérdida de seriedad.

Son 15 minutos el intermedio los que marca la barrera entre una puesta en escena que cambia de tono. Si bien la primera parte es más ligera, la segunda poco a poco se torna más oscura en la construcción de la tragedia, de la cual salen muy bien librados los protagonistas Cassandra Ciangherotti y Adrián Ladrón, pues si bien la muerte de los amantes trágicos es una de las escenas más famosas, también se necesita una cautela detallada para no caer en el dramatismo ridículo, y en este caso lo resuelven de una forma afortunada.

“No son la Julieta ni el Romeo clásicos, son personajes más oscuros, raros y difíciles que conectan más con la complejidad de la tortura adolescente, como cuando todo te crece y nada te acomoda”, afirma el director de la obra.

Esta versión cuenta también con las actuaciones de Ernesto Coronel (Teobaldo), Quetzalli Cortés (Príncipe de Verona), Pablo Chemor (Pedro), Emma Dib (Señora Capuleto), Mar Ferrer (Bailarina), Daniel Haddad (Benvolio), Diego Jáuregui (Fray Lorenzo) y Julián Segura (Conde París).

-Romeo y Julieta se presentará hasta el 15 de julio con funciones los viernes a las  20:30 horas, sábados a las 17:00 y 20:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico ubicado en Avenida Revolución No. 1500, colonia Guadalupe Inn. Localidades: $400, $350, 250 y $160.

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