Opinión

Delfina, de nuevo en la boleta

Desde que se supo que Delfina Gómez había ganado de calle la primera encuesta de Morena, la de reconocimiento, quedó claro que tenía la candidatura del Edomex en su bolsa. No había manera de bajarla.

Delfina Gómez Álvarez emite su voto (2017)

Delfina Gómez Álvarez emite su voto (2017)

Archivo Cuartoscuro

De modo que la actual titular de Educación Pública estará por segunda vez en la boleta. En la primera, en el año 2017, se quedó cerca del triunfo. La irrupción de Juan Zepeda, figura de Neza, y que compitió por el PRD, le dio un vuelco inesperado al resultado final. El metalero obtuvo más de un millón de votos.

Las cosas han cambiado para bien en el caso de Delfina. Ha tenido estos años la plataforma de la SEP y cuenta esta vez con el respaldo del presidente de la República, que suele hacer diferencia.

Como su ventaja fue tan amplia a sus competidores dentro de Morena no les quedó más que aceptar el resultado. Ahora toca el turno a sus rivales fuera de Morena y la verdad es que PRI, PAN, PRD y MC se toman las cosas con calma excesiva.

La voz de consejeros y magistrados

Sigue adelante el empeño de la clase política mexicana de llevar a cabo dos parlamentos abierto electorales. Uno al gusto del partido en el gobierno y sus aliados y otro, alterno, de la oposición.

La posibilidad de que arriben a algún ajuste sustantivo en materia electoral es microscópica, porque la oposición mantiene firme la moratoria constitucional, de modo que se tratará de otro jaloneo a costillas del erario.

Se dice que Morena confecciona su lista de invitados con gente dispuesta a tirarle con todo a los organismos electorales, INE y el TEPJF, y la oposición con analistas que los defiendan.

La pregunta pertinente es: ¿A qué parlamento asistirán consejeros y magistrados?

Porque al final del día su voz es la que más cuenta, pues tienen la experiencia directa de la organización y calificación de los comicios.

El turno de Coahuila

Una vez que Morena resolvió el caso de su candidata para el Edomex sin despeinarse, los reflectores se dirigen a Coahuila, otro bastión priista hasta ahora inexpugnable.

Como en la vecina entidad eligieron una candidata mujer, por la paridad de género, tocará a un varón en la fronteriza entidad.

Las preferencias presidenciales están clarísimas. López Obrador quiere al subsecretario Mejía Berdeja como candidato. Por eso no ha dudo en placerlo todas las semanas en la mañanera, además de darle luz verde para que los fines de semana viaje a Coahuila a hacer su luchita.

No la tiene tan fácil porque antes debe vencer en “la encuesta” a figuras de Morena que tienen décadas haciendo campaña, como el empresario minero Armando Guadiana que tiene recursos para promocionarse a pesar de que ya es muy conocido en la entidad.

Coahuila será un hueso muy duro de roer porque la maquinaria priista de la entidad funciona como relojito. Tiene una eficaz estructura territorial que ya sabe lo que es vencer a Morena.

Corcholatas chilangas

El presidente abrió del juego de la sucesión en el 2024 en la CDMX. Ya aparecieron los nombres de las primeras corcholatas chilangas, en las que se incluye algunas sorpresas.

Están dos nombres de cajón, el de Martí Batres y el de Rosa Icela Rodríguez, secretario de Gobierno de la ciudad y secretaria de Seguridad Federal, pero se añaden dos menos mencionados como el de la secretaría del Bienestar, Ariadna Montiel y, quién lo diría, Jesús Ramírez, su vocero.

Es una lista preliminar, y es muy probable que no la haya peloteado con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que tendrá voz y voto. Faltan tres personas muy cercanas a ella: Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y Luisa María Alcalde, titular del Trabajo, con quien Sheinbaum suele reunirse de manera pública.

Los chilangos no le temen al voto de castigo, de modo que la incertidumbre será rasgo central de la elección hasta que concluya la jornada electoral

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