Opinión

La huelga en las Prepas del Peje

Se llama así, coloquialmente, a los planteles que conforman el Instituto de Educación Media Superior de la CDMX, que comenzaron a operar cuando López Obrador era jefe de Gobierno, allá en el año 2000.

Cuartoscuro

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La idea era ofrecer un servicio educativo de calidad, gratuito, en zonas de la ciudad que por su marginación tenían escasa oferta para este nivel, el de bachillerato. Se ubicaron predios, algunos de ellos anexos a tiraderos de basura, y se construyeron los planteles. El rasgo distintivo fue desde el principio un modelo educativo de vanguardia, único en el país, donde los maestros se contratarían de tiempo completo y contarían con un cubículo dentro del plantel porque además de docentes de las diferentes asignaturas serían tutores e investigadores. Se requería, al menos al principio, estudios superiores a la licenciatura.

Las prepas tuvieron impacto inmediato en esas zonas porque además se ofrecía una beca a los estudiantes inscritos. En la actualidad ya hay 25 planteles más las oficinas centrales que están en la colonia Del Valle. Hay más de 20 mil alumnos. A pesar de que se identifican con la gestión en la CDMX del ahora presidente de la República, las administraciones capitalinas han ido perdieron interés en el proyecto, acaso porque no perciben el beneficio que representa que miles de jóvenes que viven en la periferia estén en el salón de clases y puedan terminar el nivel medio superior con una formación equiparable a la UNAM, o el IPN a pesar de haber tenido una primaria y una secundaria de muy bajo rendimiento.

Tal parece que el ideal de las autoridades capitalinas es terminar con ese modelo educativo y detonar más escuelas tipo Pilares para poder decir, en los discursos, que hay cobertura universal y que todos los jóvenes son atendidos. La muestra más clara de este desencanto es que el salario de los docentes, al principio competitivo, se ha rezagado. En las últimas revisiones salariales ya ni siquiera se emparejan con el nivel de la inflación, ya no digamos superarlo, como si ocurre en la ciudad con el sueldo de los policías.

En esta revisión, la del 2022, con una inflación en 7.5, la mejor propuesta de la patronal fue un aumento de 3.5. Los profesores del IEMS cada vez ganan menos en términos reales. Esto desde luego mantiene a la planta de mentores en movilizaciones permanentes en defensa de sus derechos. El Sindicato de la Unión de Trabajadores del IEMS (Sutiems) estalló la huelga desde el miércoles en la mañana y hasta hoy no hay señales de que se quiera alcanzar un acuerdo.

La huelga impacta negativamente en la regularización de las actividades académicas presenciales después de la pandemia por el COVID. Sería deseable que las partes muestren verdadero interés por solucionar el conflicto para beneficio en primer lugar de los alumnos a quienes urge la presencia de sus maestros en sus escuelas. Los inmuebles muestran el deterioro derivado de la reducción del personal de intendencia y la falta de adecuación de la infraestructura a las exigencias del COVID, que por cierto viene de regreso. El sindicato denuncia incluso un subejercicio presupuestal, lo que sería un disparate.

Lo curioso, donde se percibe jiribilla, es que se han venido inaugurando nuevos planteles, que representan inversiones importantes, pero se descuida a los planteles en servicio y se castiga el salario de los maestros. Mas planteles, más estudiantes, con el mismo presupuesto, equivale a menos sueldo para trabajadores administrativos y académicos. ¿Hay dolo?