Opinión

INE: Contra la pared

Alarma la futilidad de los ataques de los líderes de la 4T contra el INE. Ninguno se dirige al origen del problema que fue la decisión de los legisladores de Morena de recortar el presupuesto del organismo autónomo.

Cuartoscuro

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Los hechos objetivos con contundentes. La ley pide al INE haga una consulta y al mismo tiempo se le priva de los recursos necesarios para hacerla.

Nada sustenta la decisión del recorte presupuestal que sufrió el organismo. No hubo ningún argumento racional de por medio, sólo el prejuicio del presidente contra los consejeros y contra una entidad que no se ha sometido a su autoridad.

De esta manera el INE fue colocado en un callejón sin salida. La ley obliga a realizar la consulta, pero carece de medios materiales para hacerlo. ¿Qué solución puede darse a un problema que, desde sus premisas, es insoluble?

Acudir a la Suprema Corte, pero, cuando se hace, la Corte da una respuesta ambigua que rehúye el problema central. Extra-oficio, sin embargo, el presidente de este organismo hizo pública la opinión desatinada de que bastaba voluntad de los consejeros para realizar la consulta.

No señor. Lo que falta no es voluntad, lo que falta es dinero. Pero la feroz campaña de los líderes de Morena contra el INE continúa sin aceptar que fueron ellos, precisamente, los que crearon este rompecabezas.

Contra la pared, el INE recurrió a la decisión extrema, pero legítima, de posponer temporalmente la fecha de revocación del mandato, lo cual desató la histeria del ejecutivo y de sus compinches.

¿Cómo? ¿Se pretende caso impedir que el pueblo demuestre el apoyo abrumador que otorga al presidente? Esta fue la reacción de las huestes morenistas sin jamás recapacitar en el origen real de esa decisión.

Lo que es obvio, sin embargo, es que la maniobra de poner contra la pared al INE manifiesta, una vez más, el interés presidencial de debilitar a esta entidad y, eventualmente, promover una reforma completa del sistema electoral.

La pasión es ciega. Cuando el odio es la mediación en una relación es imposible esperar que la razón impere. Lo que AMLO y sus discípulos no quieren ver –jamás lo verán—es que el INE ha sido la pieza clave de la relojería democrática y que las consecuencias de acabar con el INE como organismo autónomo serán totalmente regresivas.

El INE como organismo autónomo y ciudadano ha hecho posible nuestra democracia. Es verdad que es un organismo caro, pero es el precio que pagamos por la gran desconfianza política que reina en el país.

Pero sin el INE la ciudadanía no hubiera logrado acabar con el régimen autoritario del PRI, que la pluralidad política se manifestara, que el PAN llegara al poder presidencial, que el PRI regresara a él y, finalmente, que el mismo AMLO alcanzara la presidencia.

El INE ha sido la pieza clave para estas grandes transformaciones políticas. Obnubilado, sin sustento racional, el Presidente pretende destruir la gallina de los huevos de oro y regresar al pasado, cuando las elecciones eran organizadas por el gobierno. Una reacción evidentemente retrógrada y conservadora.