Opinión

Contratos de vanidad

Después de enterarnos del nuevo contrato que firmó Russell Wilson con los Broncos de Denver por 5 años y 254 millones de dólares, es imposible no preguntarse hasta dónde llegará esa maldita tendencia de ofrecer contratos siempre más y más altos sin importar si es verdaderamente justificado el acuerdo o no.

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Esto pareciera una hoguera de vanidades entre jugadores, equipos y principalmente representantes o agentes de los atletas en la NFL, quienes presionan de una u otra manera para que su representado obtenga un convenio mayor al último que se haya firmado en la posición, y más aún en el terreno de los quarterbacks.

De hecho, cuando vemos los acuerdos de los últimos cinco años pareciera de risa cuando Brett Favre se convirtió en el primer pasador en lograr un convenio de más de 100 mdd en 2001, hace ya 21 años. Realmente podemos decir que en ese momento surgió la tendencia de los mega contratos entre los mariscales de campo.

Fernando Argueta

Fernando Argueta

Especial.

Favre se lo ganó a pulso, una carrera llena de logros, hazañas y títulos, no en vano es considerado una leyenda en su posición.

Como él, muchos otros lograron firmar grandes contratos y digamos que los hicieron valer, como Peyton Manning, Drew Brees, Aaron Rodgers o Patrick Mahomes, que después de todo han ganado por lo menos un Super Bowl y aún más importante que mantuvieron o mantienen un muy alto nivel.

Y aunque muchos se preguntarán dónde queda Tom Brady, pues valga decir que curiosamente Brady jamás ha sido el quarterback mejor pagado, al menos en las listas oficiales de la NFL, aunque seguro ha de haber recibido bonos impresionantes por parte de los Patriotas.

UNA TENDENCIA

Pero volviendo al tema, lo cierto es que actualmente cuando se acerca una firma de extensión de contrato para un mariscal de campo podemos augurar que establecerá un nuevo récord en cuanto a la suma de dinero o se acercará al convenio más alto que exista.

Y por una parte es bueno si se toma en cuenta que una carrera profesional en el futbol americano es muy corta dada la demanda física y rudeza del deporte por su naturaleza, pero de ahí a soltar carretadas de billetes cuando no se han hecho los méritos verdaderamente necesarios puede parecer un mero hecho de vanidad por ambas partes. Por parte del equipo hacer del jugador el mejor pagado en su posición, por parte del jugador haber logrado un acuerdo entre el top 5 de los mejor remunerados.

Al final de todo eso, la pregunta es ¿de verdad se merecían o merecen tal contrato los pasadores que logran esos acuerdos estratosféricos?, quizá no, y los ejemplos de lo anterior son muchos en los últimos años, sin embargo, comencemos por los más recientes y saquemos conclusiones.

Los 12 QB mejor pagados (salario mensual)

1 Aaron Roodgers (Empacadores) 50.2 mdd

2 Russell Wilson (Broncos) 49 mdd

3 Kyler Murray (Cardenales) 46.1 mdd

4 Deshaun Watson (Texanos) 46 mdd

5 Pat Mahomes (Jefes) 45 mdd

6 Josh Allen (Bills) 43 mdd

7 Derek Carr (Raiders) 40.4 mdd

8 Dak Prescott (Vaqueros) 40 mdd

9 Matthew Stafford (Carneros) 40 mdd

10 Kirk Cousins (Vikingos) 35 mdd

11 Jared Goff (Leones) 33.5 mdd

12 Carson Wentz (Comandantes) 32 mdd

En la lista de los 12 mejor pagados en la posición (se toma en cuenta la cantidad mensual que perciben), ciertamente no hay objeción con los dos primeros, sin embargo las dudas comienzan en la tercera casilla cuando vemos hacia abajo nombres como los de Kyler Murray, Deshaun Watson, Derek Carr, Dak Prescott, Kirk Cousins, Jared Goff o Carson Wentz, quienes llegado su momento de extender sus acuerdos contractuales presionaron bastante a través de sus agentes para acordar jugosas percepciones, pero ¿de verdad las merecen?, sinceramente no.

SIN MAQUILLAJE

Murray, parece haber perdido la chispa, al grado de que fue criticado como un jugador que no gusta de estudiar a conciencia al rival; Watson, a pesar de su innegable talento, sólo llevó a Houston en dos ocasiones a la postemporada sin dar grandes partidos; Carr sigue siendo un gran mariscal de temporada regular pero nada más; Prescott ostenta grandes números pero no gana el juego importante y fue uno de los que más presionó para estar entre los mariscales mejor pagados; Cousins parece que llegó a su límite en Minnesota y no llegará más allá de una primera ronda de playoff; Goff sorprende en esta lista toda vez que salió por la puerta trasera de Los Angeles al ser claramente desechado por el coach Sean McVay y sin embargo su agente logró un fabuloso acuerdo en Detroit (un gran representante es el que tiene Goff), y de Wentz, pues qué agregar, que nunca ha superado mentalmente esa lesión que lo dejó fuera de Filadelfia cuando llegó a ser, incluso, candidato a Jugador Más Valioso hace cuatro años.

De la lista quizá podrán preguntar por qué no se cuestiona el sexto lugar de Josh Allen, pues bien, para ser sinceros, el panorama para este jugador luce muy prometedor en Buffalo, y su desempeño está muy por encima de los citados en el párrafo anterior.

No obstante, el problema de esta tendencia por buscar ser el mejor pagado entre los mariscales de campo sin importar si lo merecen o no es algo que se está haciendo hábito cada vez que se acerca una extensión de contrato y en esa posición se encuentra actualmente Lamar Jackson (Cuervos), que aunque es cierto que ya fue MVP en una temporada y ha llegado a playoffs, aún no ha logrado nada que asegure que será la próxima super estrella como sucedió en su momento con Pat Mahomes.

La novela de Jackson y su extensión de contrato sigue en suspenso, pero lo más lamentable es que seguro la directiva de Baltimore lo hará uno de los pasadores mejor pagados sin quizá habérselo ganado.

De seguir así, veremos como este fenómeno será cada vez más frecuente, inflando carreras deportivas que pareciera valen más por lo que atesoran en la cuenta bancaria que por lo logros en el campo.