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En favor de los defensores de las prácticas que han sobrevivido la evolución tecnológica, la creatividad también prosperar

La perseverancia de la fotografía por no quedarse estancada

Arriflex 35mm Arriflex 35mm (1936)

ROLLO DE PELÍCULA

Existe cierto encanto en la no inmediatez, en ser parte de quienes esperan la campanada que marca el fin de un ciclo. En este caso, vamos a hablar de la paciencia asociada al proceso de una foto análoga. Esta experiencia, al igual que otras que no son ‘automáticas’, ha perdido público, ocasionando que quienes no muestran interés, se pierdan de un proceso cautivador que comienza cuando se carga correctamente el carrete (el rollo) en la cámara. A partir de ese momento, cualquier paso mal dado puede hacer que el resultado no sea el se había visualizado al hacer la fotografía.

Sucede que, para tomar fotos con un rollo de 35 mm, se necesita tener conocimientos que no tienen equivalentes en el uso de las cámaras digitales. Saber acerca de la cantidad de luz que entra, la cual se ve afectada por el diafragma, la profundidad de campo y las condiciones ambientales de la luz; todo esto sirven para darse una idea de cómo se verán las imágenes después (y sólo después) de ser reveladas. Y sí, hay una puerta más que no está presente en lo automático y digital: el revelado de una foto análoga no se puede apresurar, en el laboratorio se debe de retirar el celuloide (tira flexible y transparente recubierta de una emulsión sensible a la luz que permite capturar imágenes) en un espacio oscuro para que no se estropee. Se añaden químicos (revelador, fijador, etc) que deben quedar bien esparcidos; se puede alterar la distribución de los químicos si se tiene la intención de que no todos los fotográmas se aprecien por igual, pero eso ya forma parte de la propuesta individual.

LO DIGITAL (O LOS DIGITALES)

Los términos grabar y filmar suelen ser utilizados como sinónimos, empero originalmente el último hacía únicamente referencia al uso del celuloide. Uno de los cambios más notorios que llega con el avance de la tecnología es la reducción de pasos a seguir para la obtención de un resultado. Por consecuencia las cámaras digitales sobresalen en la eficacia de una respuesta rápida. Gracias a su memoria interna, se hace posible que las imágenes sean apreciadas al segundo.

En cuanto al resultado final, el grano, también llamado ruido digital, ocasionado por una baja calidad del sensor en la cámara puede dar vida a las fotos al contener “imperfecciones”. Sin embargo, querer una imagen limpia es válido y posible gracias a las cámaras digitales más modernas. Una de las excepciones son las handycam, las cuales por motivos de su resolución y formato de menor calidad aportan una imagen nostálgica.

El Technicolor es una tecnología que dejó de ser ampliamente utilizada a inicio de los años 2000, pero que sigue otorgando a cineastas la posibilidad de usar una paleta de color con tonos brillantes y saturados. Este sistema funciona a partir de filmar una misma escena tres veces con filtros de colores, los cuales luego se combinaban para la creación de una imagen a todo color.

Antes del Technicolor, las películas a color solían ser pintadas cuadro por cuadro con un tinte a base agua, hasta que el 26 de noviembre de 1922 el mundo vio por primera vez la evolución del pigmento en el estreno de “The Toll of the Sea”,dirigida por Chester Franklin.

A finales del XX, cuando el celuloide fue remplazado por formatos digitales, la graduación de color cambio para siempre.

La cámara super ocho salió al mercado en el año 1965 con una intención de venta parecida a la que los artefactos digitales tienen en el presente: que cualquier persona fuera capaz de hacer películas caseras gracias a su fácil uso y el precio que en su momento era bastante accesible.

Eastman Kodak, compañía encargada de la super ocho, fundada en 1888 se dedicó a la producción y comercialización de equipos fotográficos. Los líderes de Kodak se negaron a invertir en nuevos avances tecnológicos y en 2012 se declararon en bancarrota al no poder seguir el ritmo del mercado. Después de intentar mantenerse a flote, el nombre Kodak pasó a representar empresas de ventas de aparatos digitales y accesorios de teléfonos inteligentes.

Curiosamente el autor del primer prototipo de la cámara digital fue un empleado de Kodak. En 1975 Steven Sasson (ingeniero eléctrico e inventor) armó un aparato que solo podía tomar 2 fotos en blanco y negro por minuto, tenía una bajísima resolución y pesaba mucho aún sin incluir las baterías un aproximado de cuatro kilos.

La construcción se logró a base de entre otros artefactos: una grabadora de datos digitales en casete, una generosa cantidad de piezas de una cámara súper ocho y 16 baterías que utilizan electrodo níquel y cadmio, dándole la corriente que necesitaba el invento para funcionar.

¿EXTINCIÓN?

Paralelamente a lo anterior, el precio es un factor importante al cotejar lo digital y lo análogo.

Comprar un nuevo rollo de película cada vez que se acaba el anterior representa costos adicionales a la compra del equipo en sí. A raíz de la disminución de la demanda de fotos análogas, los precios de los insumos se han elevado. Sin demérito de lo dicho hasta aquí, en el presente las dos posibilidades, digital y analóga, están disponibles para una foto fija y para una filmación.

Hablar de que solo una de estas opciones continuará existiendo es erróneo, el propio mercado da cabida a ambos mundos aún cuando uno de ellos acapare a las grandes masas. Toda vez que siempre existirán diferentes formas de acercamiento a una cámara, para filmar o para fotografiar, difícilmente se evaporará totalmente lo análoso como consecuencia de la evolución tecnológica. Eso es parte de la riqueza que tiene el mundo de la fotografía, sea profesional o de aficionados.

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