
En un mundo de ruido continuo y ritmo acelerado de vida urbana que pocas ocasiones nos permite un respiro para admirar las maravillas de la naturaleza que nos cobijan día a día, la presencia de un colibrí es uno de esos eventos que inevitablemente detienen el tiempo, congelan la vida y silencian el exterior, todo para no perturbar el delicado vuelo de la diminuta criatura colorida.
Cuando un colibrí irrumpe en nuestra rutina, se hace notar al instante con su peculiar aleteo y belleza de colores que ha cautivado a la humanidad desde tiempos remotos, por lo que su fugaz aparición en nuestros hogares a menudo se interpreta como un mensaje especial.
¿Cuál es el significado detrás de la visita de un colibrí?
El colibrí es una de las aves más pequeñas en todo el mundo, por lo que diversas culturas lo considerando como una criatura cuyo propósito era unir diversas dimensiones.
Los Aztecas, por ejemplo, creían que se trataba de un mensajero entre la humanidad y las deidades, mientras que los Guaraníes lo veían como el encargado de transportar las almas de los difuntos al cielo.
Por su parte, la cultura Maya solía considerar que esta ave de estructura ligera, coloridas plumas y aleteo constante, fue creada para volar libremente, cumpliendo su misión como mensajero y guardián del tiempo.
De acuerdo con la mitología de esta cultura, las deidades otorgaron una misión a cada uno de los animales, árboles y piedras que habitan la Tierra; sin embargo, hacía falta una criatura que se hiciera cargo de transportar los deseos y pensamientos de un lado a otro.
Ante esto, los mayas tomaron una piedra de jade para tallar una pequeña flecha, corta y ligera, la cual cobró vida cuando soplaron sobre ella.
Esta leyenda señaló al colibrí como el mensajero perfecto, por lo que actualmente se cree que si tu camino se cruza con esta pequeña ave, es porque un alma quiere enviar un mensaje a través del colibrí.
Sin embargo, para algunas personas, también puede interpretarse como un signo de buena fortuna y sincronicidad, es decir, un mensaje de que te encuentras en el camino correcto.
¿Cómo puedo atraer colibríes a mi jardín?
María del Coro Arizmendi Arriaga, profesora e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, comentó en entrevista con UNAM Global que es posible atraer a los colibríes a nuestros hogares y proveerlos de alimento.
Los pasos que debes seguir para preparar un jardín con las condiciones que el colibrí necesita, son los siguientes:
- Elegir un espacio accesible para estas aves, tales como un jardín en el suelo o en balcones con una, dos o varias macetas.
- Selecciona las plantas de acuerdo a la cantidad de luz que llegue a tu jardín (puedes conseguirlas en cualquier vivero de tu ciudad).
- De preferencia, las plantas que debes elegir son aquellas que florecen todo el año y por temporadas. Por ejemplo, algunas de las flores que los colibríes prefieren son: mirto, aretillo, muicle, camarón, toronjil silvestre y lavanda.
- De ser posible, incluye árboles, arbustos, hierbas, o enredaderas.
- En cuanto a los árboles, procura sembrarlos al centro de las jardineras, las enredaderas cerca de la pared y poner los arbustos, hierbas y plantas rastreras alrededor o a las orillas.
- Piensa en la distribución de tus plantas, dales espacio para que crezcan adecuadamente con un diseño escalonado, es decir, colocar las plantas más altas hacia atrás y las pequeñas hacia adelante.
Néctar para colibríes: ¿Cuáles son los ingredientes?
A diferencia de otro tipo de aves, los colibríes no temen a las urbes, por lo que existen hasta 17 especies en la Ciudad de México, cinco de ellas son las más conocidas y tienden a acercarse a hogares con bebederos, los cuales también benefician a las abejas y mariposas.
Estos bebederos deben ser de vidrio, ya que aquellos que son de plástico y de baja calidad liberan sustancias tóxicas cuando se exponen al sol.
En cuanto al néctar, conseguirlo preparado es costoso e incluso dañino para los colibríes, debido a que el colorante rojo puede causarles enfermedades. Debido a esto, es recomendable prepararlo de la siguiente forma:
- Usa azúcar de mesa.
- Utiliza una medida de azúcar por cada cuatro de agua.
- Revuelve hasta disolver completamente o darle un rápido hervor para ayudar a que la fermentación sea más rápida.
- Llena tu bebedero de vidrio.
- Guarda el sobrante en el refrigerador para usarlo después.
Entre las recomendaciones para la preparación del néctar también se incluye la aclaración de no usar miel, azúcar refinada o azúcar glas.
Por otra parte, para evitar la proliferación de hormigas, debes colocar vaselina donde colgaste el bebedero y, si tu objetivo es alejar a las abejas, el aceite de menta en la base de los bebederos es tu mejor aliado.
Finalmente, recuerda que debes cambiar el néctar de tu bebedero máximo cada tres días, pero en climas calurosos debes hacerlo antes, ya que el néctar de un bebedero bajo el sol se daña en un día.