
El médico, investigador e intelectual Arnoldo Kraus falleció este domingo, se dio a conocer a través de diferentes redes de la UNAM, donde fue académico.
Arnoldo Kraus, médico del cuerpo y de las palabras, convirtió la bioética en un espacio para escuchar la fragilidad humana y a la literatura en un refugio para pensar el dolor, la memoria y la vida, se lee a través de Cultura UNAM.
Profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM y del Seminario de Cultura Mexicana y del Colegio de Bioética, es autor de obras como “Cuando la muerte se aproxima” y “Recordar a los difuntos”. Su legado une compasión, ética y literatura.
Columnista del diario “El Universal”, el intelectual abordó en su obra temas sensibles en torno a la muerte y la bioética, como la eutanasia, y el derecho a la salud, pero también reflexionó sobre la condición humana desde la filosofía, el arte y la ciencia.
“Médico, bioeticista, escritor y miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana. Su obra y legado permanecerán como referente de la ética y la dignidad humana”, se lee a través de las redes del Seminario.
“Hasta siempre, querido Arnoldo Kraus. Te quedas en tus libros, en tus artículos que tanto nos enseñaron acerca de la ética frente a la muerte, frente a la vida; en tu pasión por la libertad , las letras, la poesía. Y te quedas en la amistad. Te extrañaremos. Abrazo infinito”, escribió en sus redes la escritora Adriana Malvido .
Para recordar al destacado ser humano, compartimos fragmentos de textos de la periodista cultural Reyna Paz Avendaño, quien entrevistó y escribió sobre su trabajo en “Crónica”.
Arnoldo Kraus dejó una gran enseñanza: "Todo lo que nace y vive, muere. La cuestión no es por qué, sino cómo". La #UNAMrecuerdaA el #OrgulloUNAM que reflexionó sobre la dignidad de la vida y la muerte, en @GrandesMaestros > https://t.co/5cn6dB9p0c pic.twitter.com/kYkOmfDB7X
— UNAM (@UNAM_MX) August 31, 2025
“Hay un binomio canceroso: ser pobre y ser enfermo. Tenemos que pensar que en México, antes de la pandemia había 50 millones de pobres o 60, depende de las estadísticas que uno lea, y a partir de la pandemia se calcula que se han agregado 10 millones más de gente pobre”, expresó el médico y autor Arnoldo Kraus, durante el XV Coloquio Nacional “Los rostros de la desigualdad”.
Este foro de discusión se realiza en Orizaba, Veracruz, gracias al Seminario de Cultura Mexicana con motivo de sus 80 años de vida.
“No culpo al gobierno actual del exceso de pobreza que ha habido en México pero por supuesto que es insoslayable ver la cadena de tropiezos que ha habido en México sobre la cuestión económica y de ahí la necesidad de politizar este tipo de pláticas”, dijo Kraus.
El médico indicó que en el país mueren 23 personas al día por hambre y por tanto hablar de derechos humanos es importante cuando se habla de salud ya que existe una vulnerabilidad que hace a la gente decir que sí cuando quiere decir que no.
“Un país donde no hay justicia y no se aplica bien la justicia no permite que florezca la salud. ¿Quién es responsable de todo esto? En primer lugar el Estado porque su obligación es ofrecer salud”, añadió.
Arnoldo Kraus dejó una gran enseñanza: "Todo lo que nace y vive, muere. La cuestión no es por qué, sino cómo". La #UNAMrecuerdaA el #OrgulloUNAM que reflexionó sobre la dignidad de la vida y la muerte, en @GrandesMaestros > https://t.co/5cn6dB9p0c pic.twitter.com/kYkOmfDB7X
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Los años habitados por los cuentos terminaron; para los mexicanos Franz Kafka no es un escritor surrealista y el tiempo se convierte en aliado cuando disfrutas la vida con pasión. Esas son algunas ideas que Arnoldo Kraus incluye en 120 relatos breves que fueron ilustrados por Alejandro Magallanes en el reciente libro No eran letras, eran hormigas.
“Son relatos tomados de la vida con una dosis, mayor o menor, de la cotidianeidad, del mundo, del país. Todos los relatos tienen ficción y es una felicidad que estén retratados porque las ilustraciones de Magallanes implicaron una dosis diferente de lectura”, señala en entrevista Arnoldo Kraus.
En estos relatos hechos por el también médico y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Kraus deja ver sus obsesiones, precauciones y gustos, tales como releer la obra de Franz Kafka, el placer de cargar hoja y lápiz o la obsesión por el tiempo.
“El tiempo es amigo y enemigo. Si tienes pasión puedes explotar el tiempo, le sacas jugo. Algo que te hace insaciable desde el punto de vista correcto es que el tiempo te dé suficiente tiempo para hacer lo que quieres. En mi caso, el microrrelato me ha dado tiempo para hacer mis actividades de médico y para hacer un segundo tomo de relatos breves”, comenta.
Kraus opina que el tiempo es una obsesión para todos y que en su caso, es algo que lo está persiguiendo, pero a pesar de ello, disfruta cada minuto porque está contento con las cosas que realiza.
“Quienes somos afortunados de tener pasión y de tener resuelta la cuestión económica y laboral, el tiempo se convierte en un aliado o en un enemigo. En la escritura y medicina el tiempo se agota, lo ves pasar y acumulas años, entonces tienes menos fuerza para crear”, señala.