Cultura

Arnoldo Kraus: "Un país sin justicia impide que florezca la salud”

En México mueren 23 personas al día por hambre, añade el médico al participar en la mesa “Desigualdad en salud''

Elba Estephens Wurlfath, Comisionada Presidenta del INAI, durante su participación en el Conversatorio “Rendición de Cuentas y Parlamento Abierto”.
La tercera jornada del XV Coloquio Nacional “Los rostros de la desigualdad”. La tercera jornada del XV Coloquio Nacional “Los rostros de la desigualdad”. (La Crónica de Hoy)

“Hay un binomio canceroso: ser pobre y ser enfermo. Tenemos que pensar que en México, antes de la pandemia había 50 millones de pobres o 60, depende de las estadísticas que uno lea, y a partir de la pandemia se calcula que se han agregado 10 millones más de gente pobre”, expresó el médico y autor Arnoldo Kraus, durante el XV Coloquio Nacional “Los rostros de la desigualdad”.

Este foro de discusión se realiza en Orizaba, Veracruz, gracias al Seminario de Cultura Mexicana con motivo de sus 80 años de vida.

“No culpo al gobierno actual del exceso de pobreza que ha habido en México pero por supuesto que es insoslayable ver la cadena de tropiezos que ha habido en México sobre la cuestión económica y de ahí la necesidad de politizar este tipo de pláticas”, dijo Kraus.

El médico indicó que en el país mueren 23 personas al día por hambre y por tanto hablar de derechos humanos es importante cuando se habla de salud ya que existe una vulnerabilidad que hace a la gente decir que sí cuando quiere decir que no.

“Un país donde no hay justicia y no se aplica bien la justicia no permite que florezca la salud. ¿Quién es responsable de todo esto? En primer lugar el Estado porque su obligación es ofrecer salud”, añadió.

INDIGNACIÓN.

En la mesa “Desigualdad en salud'', el patólogo Luis Muñoz Hernández expresó que servir a un hospital público le ha hecho no perder la indignación y evitar conformarse con pensar que no existe un remedio.

“Hemos normalizado la desigualdad, la enorme anormalidad en que estamos inmersos en el país, donde mueren cientos y cada día desaparecen otros tantos y son tantos que acabamos de insensibilizarnos. Estamos instalados en el caos y pareciese que no nos damos cuenta”, dijo.

Debemos cambiar el discurso, las palabras importan, las formas en cómo nos expresamos en temas de desigualdad define la manera en cómo los entendemos y cómo pensamos resolverlos, comentó.

“Es probable que no logremos resolverlos, sin embargo, vale la pena hacer el esfuerzo. La salud es primero, sin ésta no puede haber otros desarrollos, no puede haber intelectualidad y otras satisfacciones. Cuando uno le ve la cara a la gente ya no es tan fácil que uno se convenza de que ya no hay nada qué hacer”, expresó.

Muñoz Hernández detalló que en el mundo hay una tendencia en contra de la sanidad pública porque ven un negocio en el sector.

“Los datos sanitarios provenientes de los expedientes electrónicos es un gran negocio que ambicionan actores del ámbito económico y existe una tendencia a privatizar todo: hospitales y sistemas de salud porque representan una fuente importante de ingresos” dijo.

ABANDONO.

En México pareciese que la salud pública está muy desprestigiada, que es sinónimo de ineficiencia y de mala cantidad, añadió.

“Pareciese que poco se hace al respecto y creo que debiera ser lo contrario, máxime en un país donde una enorme cantidad de compatriotas vive sumido en la pobreza. Deberíamos pensar que el sistema de salud público debiera de ser robusto, atender las causas primarias”, indicó.

El experto comentó que hoy la atención primaria, la medicina de primer contacto, está abandonada. “Y además tenemos un rezago en equipos, en cantidad de personal necesario, creo que esto lo tenemos muy descuidado y no deberíamos de conformarnos con eslóganes que dicen que las necesidad son infinitas y los recursos finitos, o hacer más con menos”.

Muñoz Hernández confesó no creer en dichas frases. “Creo que hay recursos suficientes que si se administrasen mejor alcanzarían para tener una muy buena medicina pública, para que los mexicanos nos sintiésemos orgullosos de nuestro sistema de salud y para que se atendiese a la población más necesitada con las medicinas más modernas y las medidas preventivas de vanguardia”.

NO NORMALIZAR LA POBREZA

El patólogo Luis Muñoz Hernández pidió no resignarse a normalizar la desigualdad, “sigamos pugnando por obtener un sistema de salud que atienda a los mexicanos porque es un derecho al que todos tenemos que tener acceso”.

También confesó que detrás de cada preparación histológica que realiza está un ser humano.

“La anatomía patológica nos da la oportunidad de contemplar sin filtros la devastación orgánica de la pobreza porque atrás de cada enfermedad hay un determinante social de la salud. Tras un absceso pulmonar, tras una infección por el VIH, tras una desnutrición con gusanos dentro del intestino, puedo contemplar el rostro de la miseria expresado en esas alteraciones anatómicas”, dijo.

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