Academia

Cambian criterios para becas de posgrado; privilegian estudios en escuelas públicas

Nunca más deben usarse recursos públicos para promover la privatización de los posgrados nacionales: Elena Álvarez-Buylla.

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En la asignación más reciente de becas sólo el 3 por ciento fue exclusivo para posgrados en instituciones privadas.

En la asignación más reciente de becas sólo el 3 por ciento fue exclusivo para posgrados en instituciones privadas.

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Con el argumento de que en México se "privatizaron" las becas para estudiar posgrados nacionales y que se usaron recursos públicos para financiar estudios en disciplinas con fines de lucro, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) presentó ayer una serie de cambios a los mecanismos para otorgar becas de maestría y doctorado dentro del país. Los nuevos criterios privilegiarán a los solicitantes que quieran cursar postgrados en universidades e institutos públicos, sobre todo si se trata de programas de investigación.

“La educación es un derecho, incluyendo la educación de posgrado. No debe ser más un privilegio y nunca más deben usarse recursos públicos para promover la privatización de los posgrados nacionales que es, en los hechos, lo que estaba sucediendo en los sexenios pasados”, dijo en una conferencia la directora de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla.

Horas después de la conferencia, el equipo de comunicación de Conacyt se comunicó con Crónica ofreciendo una conversación para hacer precisiones y aclaraciones sobre cómo entender los cambios presentados. Sin embargo, aunque este diario aceptó la conversación, hasta el cierre de edición no se recibió la llamada de ningún funcionario de Conacyt autorizado para hacer declaraciones.

Los cambios en las becas de posgrado

En el foro de presentación de los cambios se dio a conocer que, a partir de ahora, operan nuevas reglas y criterios para la etapa llamada Transición hacia el Sistema Nacional de Posgrados. Entre los cambios destacan el hecho de que los estudiantes que necesiten la beca harán la solicitud directamente y no será a través de la intermediación de los coordinadores del posgrado que quieren estudiar; además, el programa de posgrado ya no será sometido a doble certificación por parte de la SEP y Conacyt sino que la SEP será la responsable de certificar la calidad y el Conacyt tendrá unas clasificaciones fijas y dependiendo de los criterios que cumplió cada programa frente a la SEP caerán en una u otra clasificación.

Uno de los cambios más importantes es que se clasificarán los programas de posgrado en dos grandes conjuntos: en un grupo estarán los que recibirán becas universales y en otro los que recibirán becas dependiendo de un análisis más profundo de sus objetivos.

“El Conacyt llevará a cabo la asignación de las becas dependiendo de cuál es la categoría en la cual clasifica un posgrado y si clasifica dentro de una categoría de asignación de becas de manera universal y directa, éstas se asignarán de acuerdo, siempre, a la disponibilidad presupuestal”, expuso Álvarez-Buylla.

La separación y clasificación tendrá dos variables que se combinarán para decidir a qué grupo pertenece uno u otro: 1) si el programa de posgrado es impartido por una institución pública o privada; privilegiándose a las públicas y 2) si el programa de posgrado es de investigación o de profesionalización; privilegiándose a la investigación.

La directora de Conacyt informó que ya dejó de ser vigente la clasificación de cientos de programas como miembros del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). Luego opinó que está en marcha una transición histórica para garantizar el pleno derecho de los estudiantes de postular para una beca del Conacyt. Adicionalmente señaló deficiencias de lo que existía:

“El diagnóstico y análisis profundo que se hizo del papel que jugó el Programa Nacional de Posgrado de Calidad (PNPC) mostró cómo la centralidad en la productividad académica desvinculó la investigación científica de la atención de los problemas nacionales y además del avance mismo, del avance genuino del conocimiento y se convirtió en un objetivo de cuantificación productivista, en sí mismo, desvinculado tanto de la pertinencia epistemológica como de su incidencia a favor de la solución de los grandes retos nacionales y de los grandes retos que enfrenta, en su conjunto, el gobierno de México. Es decir, dejó de ser un tema con pertinencia nacional y de Estado para convertirse en un instrumento que, mediante simulaciones fue desvirtuando lo académico, y también lo público”, subrayó Álvarez-Buylla.

SEP y Conacyt harán juntos el cambio

Conacyt y SEP informaron que en el ámbito de sus facultades y atribuciones transformarán la asignación de becas de posgrados nacionales “Ya no existirán más indicadores cualitativos, productivistas y excluyentes, y tampoco evaluaciones tortuosas y burocráticas, que nos desvíen de lo importante”, apuntó Álvarez-Buylla