Llega un geógrafo experto en procesos urbanos a la Secretaría Ejecutiva de la Conabio
Daniel Quezada Daniel se presenta en sus redes sociales como fundador de partido político Morena en Hidalgo y "obradorista de corazón"
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El geógrafo Daniel Quezada Daniel, experto en procesos de gentrificación y urbanización, fue nombrado nuevo Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), tras haberse rechazado las tres opciones que propuso el prestigiado ecólogo y ex Coordinador General de dicha Comisión, José Sarukhán Kermez, único mexicano que ha ganado el Premio Tyler, considerado el Premio Nobel de la Ecología.
El nuevo funcionario de la Conabio se presenta en sus redes sociales como fundador de partido político Morena en Hidalgo, "obradorista de corazón", “economista, geógrafo y urbanista”. Se desempeñaba en la Secretaría de Medio Ambiente como Coordinador de la Unidad de Participación Social y Transparencia. No tiene experiencia documentada en investigación sobre biodiversidad o trabajo previo con el Sistema Nacional de Información Biológica (SNIB), que construye y maneja Conabio.
Una consulta hecha por este diario al perfil académico de Daniel Quezada, a través del buscador scholar.google.com.mx lo identifica como miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI I) y reúne 13 publicaciones hechas entre 2006 y 2019, siendo la más reciente la titulada “El proceso de gentrificación y renovación urbana en el Centro Histórico de Ciudad Juárez. Desplazamiento de actividades profesionales”, publicada en el Anuario de espacios urbanos. Mientras que su publicación más retomada por otros investigadores se titula “La gentrificación comercial y estigmatización a partir de la violencia. El caso del centro histórico de Ciudad Juárez, Chihuahua. 2009-2017. Fue publicada en la Revista de Urbanismo de la Universidad de Chile y ha sido citada en 5 trabajos de otros investigadores.
El nombramiento de Daniel Quezada Daniel ocurrió en un movimiento controversial que orilló a la renuncia de José Sarukhán, pues la actual Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luis Albores, rechazó a los tres candidatos que propuso Sarukhán como posibles sustitutos al cargo, los cuales tienen amplia experiencia de trabajo en biodiversidad y con la CONABIO: Miguel Equihua Zamora, Daniel Piñero Dalmau, y Raúl Jiménez Rosenberg.
ESTRANGULAMIENTO DE CONABIO
El nombramiento de un Secretario Ejecutivo de Conabio sin experiencia documentada de trabajo con biodiversidad es un hecho administrativo y político que se suma a una crisis grave que padece la institución desde el inicio del actual gobierno federal. En mayo de 2021 el periódico Crónica informó a sus lectores que 40 de los 250 trabajadores de Conabio, con perfiles científicos altamente especializados fueron separados de sus cargos como parte de un segundo recorte de personal, obligado por el hecho de que, por tercer año consecutivo no se depositaron recursos en el fideicomiso federal que financia las operaciones de Conabio. Cuatro de esos investigadores aceptaron dar entrevistas para los lectores de este diario y afirmaron que “Se está presionando a la Conabio para ver si truena” y que “En el discurso, el actual gobierno quiere ahorrar, sin embargo no se da cuenta de que al despedir a personas de programas o bases de datos altamente especializados hay doble pérdidad: al ser humano se le arroja al mercado laboral a ofrecer una habilidad que ninguna otra institución usa y a la base de datos se le condena a quedar almacenada en un CPU”.
Las personas liquidadas por falta de recursos habían trabajado entre 10 y 20 años en áreas altamente especializadas como taxonomía, agroecología, especies invasoras, construcción y uso de grandes bases de datos; derecho internacional en temas ambientales, modelado de cambios de poblaciones en biodiversidad, litigios relacionados con Organismos Genéticamente Modificados o transgénicos; evaluación de recursos maderables y manejo sustentable de flora y fauna.
Las autoridades de Conabio explicaron a este reportero que los recortes eran obligados por la falta de recursos y que, despedirlos en ese momento, era la única manera de liquidarlos conforme a la ley.