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Presenta la UNAM investigaciones sobre impacto de Cambio climático en biodiversidad, ríos y costas

Entre 1990 y 2020 han desaparecido 237 mil poblaciones animales en diferentes partes del mundo y esto dificulta el intercambio de genes

estudios

El Río Usumacinta es uno de los cuerpos de agua donde la UNAM elabora los primeros estudios sobre ciclo de carbono en aguas nacionales.

El Río Usumacinta es uno de los cuerpos de agua donde la UNAM elabora los primeros estudios sobre ciclo de carbono en aguas nacionales.

UNAM

Para contar con información específica sobre los efectos que tiene el cambio climático sobre los ecosistemas, asentamientos humanos y poblaciones de flora y fauna en territorio mexicano, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puso en marcha proyectos de investigación de campo y laboratorio cuyos avances 2020-2021 comenzaron a presentarse públicamente ayer.

Los proyectos recibieron financiamiento del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), de la UNAM. Cinco se presentaron ayer y uno número similar se presentará hoy.

Entre los proyectos presentados el martes está el que elabora un Índice de riesgo para mamíferos en México frente al Cambio Climático; un segundo proyecto desarrolla Propuestas de corredores para mantener el flujo y diversidad genética de especies silvestres. También se realiza un estudio en la cuenca del río Usumacinta, con el nombre Papel en la dinámica de carbono y emisiones de Gases de Efecto Invernadero en México. El cuarto proyecto presentado ayer se desarrolla en el Ejido Sisal, en Yucatán, con el nombre Intercambio de Dióxido de Carbono, agua y energía en el ecosistema costero para fines de conservación y mitigación de los efectos del cambio climático. Además, se presentó el proyecto de Modelado de secuestro geológico de dióxido de carbono en el sistema geotérmico Las Tres Vírgenes, Baja California Sur.

Francisco Estrada Porrúa, coordinador del PINCC-UNAM explicó que ese programa tiene cuatro objetivos principales: 1) Desarrollar capacidades institucionales para promover y coordinar los diferentes esfuerzos sobre cambio climático que ya existen en la UNAM. Así pueden hacer equipos interdisciplinarios y transdisciplinarios; 2) Hacer investigación para contar con conocimiento social y científicamente relevante sobre vulnerabilidad, riesgo, impactos, adaptación y mitigación, 3) Proveer información para la toma de decisiones, construcción de políticas públicas y vinculación entre sectores, y 4) Comunicar la ciencia generada sobre cambio climático a estudiantes, académicos, tomadores de decisiones y población general.

INVESTIGACIONES

La doctora Carolina Ureta, presentó el Proyecto del Índice de riesgo para mamíferos presentó un panorama de la información que se ha colectado sobre las poblaciones de 450 especies de mamíferos que están presente sen México, así como el uso de modelos matemáticos, con mapas, reportes de presencia de especies y variables climáticas, que son uno de los tres métodos posibles para construir un Índice. Subrayó que la importancia del estudio rebasa el ámbito de la conservación de la biodiversidad pues muchas especies que se alimentan de néctar e insectos son cardinales para los procesos de polinización que afectan a la producción de alimentos.

La doctora Tania Garrido Garduño explicó que los corredores biológicos son zonas de refugio para especies, pero también son un mecanismo indispensable para que diferentes poblaciones de una misma especie puedan entrar en contacto e intercambiar genes, a través de la reproducción. Este proceso es fundamental pues hay especies que todavía existen, pero cada vez tienen menos grupos o poblaciones y las que sobreviven están muy separadas. Entre 1990 y 2020 han desaparecido 237 mil poblaciones animales en diferentes partes del mundo y esto dificulta el intercambio de genes.

El doctor Javier Alcocer explicó que las zonas tropicales son muy importantes para entender el ciclo de carbono en el planeta y dentro de estas zonas, los ríos son protagonistas principales por el traslado de carbono. México requiere generar buenas bases de datos sobre cómo es la dinámica del carbono que interactúa con las aguas nacionales y por ellos se trabaja con sitios estratégicos, como el Lago de Toluca, o que tienen una importancia fundamental, por su magnitud, como el río Usumacinta. En ellos trabaja la UNAM para evaluar el carbono que almacenan en agua y sedimento.

El doctor Fernando Figueroa habló del trabajo que realiza la UNAM con los ejidatarios de Sisal, Yucatán, que poseen 5 mil hectáreas de terreno costero y dedican más de la mitad a conservación. Con ellos y con las comunidades cercanas al sistema Geotérmico Las Tres Vírgenes, en BCS se trabaja para hacer mediciones del ciclo de Dióxido de Carbono y secuestro geológico del mismo.