Academia

 Denuncia UAQ ambigüedad de Conacyt en nuevas reglas de propiedad intelectual

Es peligroso que de pronto se quieran quedar con los derechos de propiedad intelectual, alerta Alberto Pastrana

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Al endurecer el control de propiedad intelectual será menos atractivo para las universidades recibir a investigadores Conacyt.

Al endurecer el control de propiedad intelectual será menos atractivo para las universidades recibir a investigadores Conacyt.

Un nuevo conflicto emerge en el ecosistema de ciencia en México: la disputa por la propiedad intelectual de los hallazgos, inventos e innovaciones. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) creó una nueva cláusula en la convocatoria para el programa “Investigadoras e Investigadores por México” que puso en guardia a las universidades.

Ayer, el director de Innovación de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Alberto Pastrana Palma, calificó como “una cláusula peligrosa y de control” la nueva condición de propiedad intelectual añadida en la convocatoria del programa “Investigadoras e Investigadores por México”; es decir el programa que hace un mes se llamaba Cátedras Conacyt y en el que la Junta de Gobierno ha hecho cambios sin consultar a investigadores ni instituciones.

"“Esta cláusula no está completa, queda muy ambiguamente redactada, es peligroso que de pronto se quieran quedar con los derechos de propiedad intelectual cuando realmente el cátedra está para colaborar con las instituciones receptoras", expresó el directivo de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Para el experto en patentes y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), Nivel I, la convocatoria, emitida por el organismo federal el pasado 27 de septiembre, aún puede ser revertida por el propio Conacyt y rectificar a través de una fe de erratas su propio contenido. Las postulaciones concluyen el próximo 17 de octubre.

El extinto programa Cátedras, que hoy tiene nuevo nombre, está integrado por científicos que laboran en los equipos de las universidades e institutos de educación superior, aunque administrativamente su patrón es Conacyt. Su labor en las instituciones es resultado de acuerdos de cooperación para fortalecer a las universidades con personal altamente especializado y para que Conacyt atenúe la fuga de cerebros ante la falta de nuevas plazas de trabajo.

“El cátedra debe tratarse como si fuera parte de la institución y colaborar con la misma. Entonces, si estamos del mismo lado el Conacyt y las instituciones, no veo por qué añadir una cláusula de control, para finalmente decidir o decir sobre a quiénes apoya el Conacyt o quienes no, a quienes les va a dar el licenciamiento o qué tipo de licenciamiento va a dar”.

El también desarrollador tecnológico comentó que esta cláusula permite que el Conacyt sea el administrador y titular de los derechos de propiedad intelectual que deriven de todas las obras que harían los cátedras dentro de las instituciones educativas o instituciones de investigación, lo cual está en contraposición de las instituciones como la UAQ. Además, añade burocracia al ya complejo registro de patentes.

“El interés de la propiedad intelectual debería recaer sobre las instituciones que producimos el conocimiento, el Conacyt es un administrador, es un consejo, yo no veo por qué un consejo de ciencia y tecnología se va a poner ahora a administrar las patentes, ahora se va a poner a gestionar, a versar sobre temas de transferencia tecnológica y pues yo creo que está añadiendo carga en responsabilidades que no tendría por qué tener Conacyt”.

Pastrana Palma consideró que, de mantenerse esta cláusula, no sería muy recomendable entrar a una convocatoria de este tipo porque desalienta a los postulantes y desincentiva la retención de talento que, de origen, dijo, era el objetivo de esta convocatoria.

“Yo con toda franqueza creo que se tendría que eliminar esta cláusula, dejar libres a las instituciones para que nosotros hagamos gestión de la propiedad intelectual y no estar centralizando las cosas, ya de por sí son complejas (…). Con una fe de erratas yo creo que lo podrían hacer”.

Para concluir, el doctor dijo esperar que el Conacyt recapacite y otorgue la confianza a las instituciones educativas de que realizan correctamente su trabajo en términos de protección intelectual, de investigación, educación y vinculación.

VACUNA CONTRA COVID. 

La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) continúa con el desarrollo de su propia vacuna contra COVID-19, llamada Quivax 17.4, que es diferente al proyecto del gobierno federal llamado Patria. Con modificaciones realizadas para proteger contra las variantes emergentes del coronavirus SARS-CoV-2 ya han hecho pruebas toxicológicas y de tolerabilidad, y trabajan en las de generación de anticuerpos protectores in vitro. En julio, la UAQ firmó un convenio de colaboración con los grupos farmacéuticos Neolpharma y Alpharma para desarrollar de manera conjunta la vacuna Quivax 17.4.