Cultura

La artesanía mexicana es voz de los imaginarios, señala Diamela Eltit

La escritora chilena recuerda su estancia en México. El próximo sábado recibe el Premio FIL de Guadalajara

entrevista

México cuenta con mucha riqueza más allá de las complejidades que experimenta, explica Diamela Eltit.

México cuenta con mucha riqueza más allá de las complejidades que experimenta, explica Diamela Eltit.

Elpaís

La escritora Diamela Eltit (Chile, 1949) piensa en los fragmentos para repensar las realidades, le gusta mirar lo microscópico y en el caso de México le inspiraron sus paisajes y la riqueza cultural de los pueblos indígenas. Eltit recibirá este sábado 27 de noviembre el Premio FIL Literatura en Lenguas Romances 2021, día que iniciará la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

La autora de Lumpérica (1983) y Sumar (2018) vivió unos años en México tras salir de su país, donde padeció 17 años la dictadura de Pinochet.

-¿Había alguna inspiración que le provocara México en aquellos años?

-México es ineludible porque es un país muy grande, muy complejo, viajé un poco y, junto con los paisajes y la multiplicidad de lenguas originarias que se hablan, es una experiencia magnífica más la artesanía como voz de los imaginarios.

“Había muchos elementos definitivos para mí, por ese lado recuerdo haber visto mucho la migración de pájaros y su ordenación a ella, todo eso creo que fue algo importante para seguir pensando en espacios literarios, todavía los tengo presentes porque el país cuenta, y aún lo tiene, con mucha riqueza más allá de las complejidades que experimenta”.

-¿El significado de las palabras cambian ante las desigualdades?

-Los sistemas, especialmente, la inserción del neoliberalismo y la estructura del funcionamiento a través de la deuda e intereses como forma de sostener vidas muy frágiles me parece algo fuerte e injusto. Efectivamente la desigualdad se trasformó en una palabra sin contenido real, cuando se habla de desigualdad se habla de millones de personas que están en condiciones abiertamente difíciles.

“Es tremendo cómo un porcentaje muy menor de la población acumula una cantidad de dinero excesivo y su diferencia con una población masiva es que su vida transcurre muy fundada en mantenerse vivos, más que vivir la vida es mantener la vida que tienen. Es una experiencia muy terrible.

“Todavía no llegamos al modelo en Latinoamérica de sociedad que aplane esas diferencias, creo que ese debería ser el horizonte, aplanar esas diferencias que mantienen la vida de unos poquitos en niveles prácticamente bordeando la frivolidad de la vida y la mayor parte de la población dedicada al sacrificio”.

-¿Las desigualdades merman el ánimo colectivo?

-Pienso que la ciudadanía es más débil gracias a los sistemas. Los sistemas han debilitado esa ciudadanía que le corresponde marchar como metáfora o símbolo para generar un horizonte más propicio, pero en los sectores hay una cultura, hay comunidades, hay familias, especialmente esas resonancias culturales que nos sostienen y que muchas veces la alta burguesía no las conoce ni las ve.

-¿Le interesa plasmar en su escritura instantes que parecen fugaces como una mirada o el movimiento del cuerpo?

-Son interesante los sitios y espacios que pueden ser la mirada, en fin, pedazos, fragmentos de algo que lo puedes ampliar y repensar, que los puedes usar de manera simbólica para nombrar bastante más que eso. Me interesa lo microscópico para pensar lo macroscópico, desde lo micro es posible ver lo macro.

El pasado mes de abril, el nombre de Diamela Eltit fue mencionado como ganadora del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria 2020, otorgado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

-¿Cómo recibes la noticia de los premios?

-Fue muy sorpresivo, no fue algo a que me haya presentado, son sorpresas que te llegan y son muy estimulantes. Es bueno oír que esto viene de México porque yo viví en un tiempo en el país y es un lugar muy importante para mí.

“A Carlos Fuentes lo conocí en reuniones sociales y fui panelista cuando cumplió 80 años en el homenaje que le hizo la FIL de Guadalajara. He trabajado mucho la novela Aura, me parece una narración magnífica”.

DESPIECE

PANDEMIA. 

El confinamiento que Eltit vivió en 2020, al inicio le parecía un hecho distópico. “Vivo en una casa con espacio, nuestro confinamiento tenía zonas de privilegio a diferencia de otra parte de la población que vivía hacinada, mucha de esa población eran vendedores informales, vendedores ambulantes, hubo una cuestión de pobreza y contagios muy alta porque el gobierno se dedicó a comprar y comprar ventiladores, pero no trazó la enfermedad, si no trazas no puedes detener el contagio”, dijo.