Cultura

Bárbara Jacobs evoca su vida junto a Tito Monterroso y Vicente Rojo

La escritora narra su viaje con ellos en su reciente libro De un reencuentro insospechado en adelante

libro

Agustín del Moral, Martín Aguilar, Bárbara Jacobs, Adriana Malvido y Juan Villoro.

Agustín del Moral, Martín Aguilar, Bárbara Jacobs, Adriana Malvido y Juan Villoro.

Universidad Veracruzana

“Ya publicaré otros libros”, aseguró la escritora Bárbara Jacobs, sobre su reciente recopilación: "De un reencuentro insospechado en adelante"  (coeditado por El Colegio Nacional, Universidad Veracruzana, Universidad Iberoamericana, ITESO Guadalajara, 2023), con dibujos de Vicente Rojo.

En este volumen, Bárbara cuenta el amor que vivió con dos personajes de la literatura y plástica mexicana: recuerda su vida junto a Tito Monterroso –hasta que él muere- y luego el reencuentro con Vicente, también hasta su muerte, el 21 de marzo de 2021.

Asimismo, en los 23 textos breves que conforman la publicación desfilan otros personajes, amigos y colaboradores de Rojo, como su médico Arnoldo Kraus, Rafael López Castro, Germán Montalvo, Cristina Pacheco y José Emilio Pacheco.

REENCUENTRO INSOSPECHADO

La presentación del libro realizada en el Centro Social y Cultural Veracruzano fue presidida por el cofundador de la de la Biblioteca del Universitario de la Universidad Veracruzana (UV), Agustín del Moral y contó con el rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez; la escritora y periodista Adriana Malvido; así como el escritor y Premio Crónica, Juan Villoro.

“Es un libro extraordinario que vincula a varios artistas, obviamente sobre Vicente Rojo como protagonista absoluto, pero al hablar de él, Bárbara Jacobs habla de sí misma y de otras querencias o influencias que ha tenido en su vida: estamos ante un muy singular retrato familiar”, participó Juan Villoro.

Desde su perspectiva, la creación de este libro requirió una valentía peculiar para escribir desde la pérdida, el dolor y la ausencia, así como reconocer la propia debilidad: “nos sentimos huérfanos ante lo que se nos ha ido, hemos perdido asidero en el mundo y estamos naufragando. En esa situación de naufragio es difícil encontrar palabras y elocuencia para salir adelante”, consideró sobre este trabajo que sí consigue ese cometido.

Asimismo, Juan Villoro apuntó que Vicente Rojo es una figura que a todos “nos toca y convoca” en tanto que “maestro y persona insoslayable en el mundo editorial”, gracias a sus diseños de portadas y aportes al mundo teatral, entre muchas otras obras.

Además de ser una exploración de muchas maneras para interpretar al ser querido, "De un reencuentro insospechado en adelante" también es un libro de los sueños. Dentro del atrevimiento de Bárbara Jacobs como escritora de prosa suave, tersa, que no levanta mucho la voz, escribe con fluidez extraordinaria de agua clara y lo que esconde o refleja es muchas veces complejo, requiere atrevimiento para verlo. Ahí hay sueños, mundo onírico y fabulaciones sobre Vicente Rojo como un posible personaje fantástico, muchas maneras de interpretar al ser querido, agregó Villoro.

El libro.

El libro.

“En sueños pienso que él lo aprueba, ojalá así sea”, expresó Bárbara Jacobs, por su parte.

Durante su breve intervención, la escritora agradeció la compañía, aplausos y tiempo de los asistentes, y deseó “volvernos a ver pronto”.

A la pregunta del público sobre cómo empezó este libro, la autora respondió que se trata de una serie de comentarios.

“Ves que cuando hacen una exposición de pintura le piden comentarios a personas… pues, entre otros, me pidieron a mí sobre Vicente y los reuní ahora. Él alcanzó a leerlos porque yo los publiqué en revistas, periódicos, en fin, pero él logró leerlos casi todos, obviamente no reunidos, ni tampoco leyó la presentación porque ya había muerto”, sintetizó sobre el contexto, tras lo cual decidió que ya era suficiente plática al respecto.

“Me voy a despedir”, anunció a las 6:50pm y se despidió con la claridad de no tener más palabras para su audiencia.

“Cuando tengo palabras lo que hago es escribirlas: tengo un diario que empecé en 1964 y ahí está. Algunos han visto el mueblo donde lo tengo, no han leído ni media palabra, espero, tengo cuidado de no dejarlos solitos en la casa”.

“Con las palabras de ustedes estoy encantada –la trampa de Juan que no escribió y no le puedo pedir sus palabras- y eso es todo lo que les puedo decir”, concluyó entre aplausos.