Cultura

Bienes muebles afectados por sismos del 2017 están casi recuperados en los estados: INAH

En Puebla y la CDMX aún hay retrasos, pero se tratan de 16 mil bienes muebles afectados en 11 estados, señala María del Carmen Castro Barrera, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH

Patrimonio nacional

La Capilla de la Virgen de la Asunción y sus obras, en Santa María Ocuilan, pudieron recuperarse por los restauradores.

La Capilla de la Virgen de la Asunción y sus obras, en Santa María Ocuilan, pudieron recuperarse por los restauradores.

INAH

Los sismos que en septiembre de 2017 ocasionaron afectaciones en monumentos históricos de 11 estados del país también provocaron que retablos, pinturas murales, esculturas, vitrales, campanas y órganos resguardos en su interior resultaron dañados. Por ello, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) narran a Crónica cómo realizaron el rescate de dichos bienes materiales.

RECUPERACIÓN DE OBRAS DE ARTE.

“La cantidad de bienes muebles dañados ha sido variable, estamos hablando de 16 mil bienes muebles y bienes muebles asociados al inmueble afectado, por ejemplo, en la Ciudad de México llevamos un avance de mil 345 bienes muebles”, expresa María del Carmen Castro Barrera, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.

Los inmuebles afectados en los once estados, en su mayoría, fueron templos. De acuerdo con Castro Barrera, las entidades cuyos bienes muebles están atendidos casi al 100 por ciento son Chiapas, Guerrero, Tlaxcala y Morelos.

“Donde estamos retrasados, pero porque empezamos más tarde, es Ciudad de México y Puebla. En la capital tenemos un avance del 50 por ciento. No todos los tratamientos son iguales, hay bienes muebles o bienes asociados que se tienen que intervenir y otros nada más son protecciones para poder intervenir el inmueble”, expresa.

–¿Trabajan los conventos que colapsaron a las faldas del Popocatépetl?

–En Puebla los daños fueron severos porque hubo colapsos de las bóvedas y de los claustros, entonces, lo que nos toca es la pintura mural y se vio muy afectada, al igual que los campanarios. Todo eso se está trabajando.

Castro Barrera menciona el caso de Izúcar de Matamoros, Puebla, donde colapsó la cúpula y debajo de ésta se encontraba la escultura de tres metros de Santiago Apóstol montado a caballo.

“El torso es de caña, entonces quedó totalmente colapsado y ha sido un trabajo de tres años de estar recuperando las dimensiones, de reponer el material original porque la caña, al ser ligera, permite que la escultura vaya de procesión. La escultura estará lista para su entrega a la comunidad el próximo 24 de octubre”, afirma.

La reconstrucción de Santiago Apóstol ha tardado 3 años, pero en octubre será entregado a la población.

La reconstrucción de Santiago Apóstol ha tardado 3 años, pero en octubre será entregado a la población.

INAH

La restauración de bienes muebles enfrenta dos retos: que al interior del INAH no hay muchos restauradores y que el trabajo de las piezas se inicia cuando el templo afectado empieza su labor estabilización.

–¿Aplican técnicas que les resulten complejas por su antigüedad?

–En la pintura mural afectada donde hay grietas severas y fisuras tenemos que recurrir otra vez a lo que antes se hacía y que en algunos casos se había dejado de utilizar porque siempre se pensó que la pintura mural debería de conservarse en el sitio, a lo que me refiero es al strappo que va referente al desprendimiento de la pintura. Eso se nos ha complicado un poco.

La experta narra que cuando varias comunidades observaron que sus templos presentaban colapsos, las personas pidieron su demolición para levantar un nuevo sitio de culto. Fue el caso de la Capilla de la Virgen de la Asunción en Santa María Ocuilan, Estado de México, donde los restauradores demostraron que sí era posible el rescate del inmueble y de las obras que albergaba.

“Ahí colapsó la bóveda y el muro testero, entonces el retablo de la capilla quedó bajo los escombros fragmentado en cientos de piezas y antes había sido restaurado por la comunidad con recursos propios, es por eso que había fotografías de cómo estaba y que nos permitieron restaurar partes de las imágenes como ‘Los desposorios de la Virgen’, ‘La adoración de los pastores’ y ‘La Asunción de María’”, detalla.

Otro caso de pintura restaurada se dio en la Parroquia de San Pedro y San Pablo Apóstoles en Ecatzingo, Estado de México, donde el colapso generó daños en la obra ‘Alegoría de la Santísima Trinidad y las ánimas del purgatorio’.

“Pero también hay bienes muebles asociados en el que hemos incursionado, hemos aprendido varias cosas como es el caso de los vitrales Nuestra Señora de los Ángeles, ubicado en la colonia Guerrero de la Ciudad de México”, señala.

El INAH consiguió una donación de una asociación en Alemania, añade. “Y con el alemán (Walter Uptmoor) que trabaja en la casa donde se hicieron los vitrales originales, que datan de entre finales del siglo XIX y principios del XX, vamos a estar haciendo un curso”.

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Uno de los bienes muebles asociados que implican un reto para el INAH son los órganos tubulares.

“En San Bernardino, Xochimilco, Ciudad de México, debido a que se tenía que trabajar el coro, se tuvo que desarmar, bajarlo y se colocó en un muro lateral; no fue una ocurrencia, encontramos una foto original donde este órgano estaba localizado en uno de los laterales”, señala.

ROSTRO DE LA ESPERANZA.

Arturo Balandrano, director general de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, indica que en la Ciudad de México se afectaron 196 inmuebles monumentos históricos, de los cuáles, se han atendido más de 40 y actualmente trabajan en varios, como es el caso de la Catedral Metropolitana.

“El inmueble tiene afectaciones en las dos torres, campanarios, en las bóvedas, en el tambor de la cúpula principal del templo y en el sagrario, vamos a atender todas esas afectaciones, así como las esculturas de Tolsá que coronaban la fachada y que representan las tres virtudes teologales; la que se rompió por caerse fue la escultura que representaba la Esperanza”, detalla.

Desde la coordinación a cargo de María del Carmen Castro Barrera, expresa, se recuperaron “todos los pedacitos de la escultura y la van a restituir”.

Los bienes muebles de Chiapas, Guerrero, Tlaxcala y Morelos están restaurados 
casi al 100%.

Los bienes muebles de Chiapas, Guerrero, Tlaxcala y Morelos están restaurados casi al 100%.

INAH

“Nosotros vamos a aportar el recurso y vamos a contratar al especialista, luego limpiaremos las otras dos esculturas que están resguardadas en Catedral para montarlas con un nuevo sistema de fijación que evite que se vuelvan a caer”, afirma Balandrano.

Al respecto, Castro Barrera detalla que ya existe un proyecto y ya se abrió el proceso para otorgar los recursos.

–¿Cómo se restaurará la Esperanza?

–Es una obra compleja porque es de piedra. La cara de la Esperanza quedó destruida por el golpe, todo eso implica mucho trabajo tanto de investigación como de formulación de un proyecto y de teoría de la intervención en función de si se rehace la cara, si se puede por la cantidad de fragmentos en que está partida o de si se tendrá que hacer una réplica para darle seguridad de que va continuar resistiendo.

–¿Cuál opción aplicarán?

–Hay cosas que se tienen que acabar de definir, se van a atacar otras cosas que ya están más claras: la limpieza y la consolidación, pero el rostro es uno de los temas que hay que acabar de discutir.

“Se buscará que sean los mismos fragmentos, pero tenemos que ver si cazan, si hay una imagen adecuada porque posiblemente fue tal la pérdida de los bordes o a lo mejor se tiene que resanar a tal grado que le dé consistencia. Habrá que evaluarlo. Recordemos que las esculturas son del siglo XVIII y Tolsá es el autor”.