Cultura

Cenicienta descubre que su hada madrina es la fuerza de voluntad

El Ballet de la Ciudad de México alista su versión para niños con narrador y música en vivo. Se presenta el 30 de abril en el Auditorio Nacional

Pareja de bailarines de ballet realizando una pose
Una de las intenciones de esta obra es que las infancias hagan empatía con alguno de los personajes. Una de las intenciones de esta obra es que las infancias hagan empatía con alguno de los personajes. (La Crónica de Hoy)

Los cuentos también se bailan y así lo demostrará el Ballet de la Ciudad de México este 30 de abril a las 17:30 horas en el Auditorio Nacional al presentar “La Cenicienta”, versión para público infantil, con narrador y con música en vivo a cargo de la Orquesta de las Américas.

“Veremos que Cenicienta es una chica que vive el abuso de su madrastra y de sus hermanastras, que es algo de lo que ahora se habla mucho, hay un abuso psicológico, ella tiene que estar con ellas porque es la única manera de sobrevivir. Aunque sus hermanas son simpáticas, son abusivas y Cenicienta está cansada de eso”, comenta Arcelia de la Peña, directora ejecutiva del ballet.

El cuento que interpretará el Ballet de la Ciudad de México se basa en la historia escrita por el francés Charles Perrault, y no en la versión de Disney, es por ello que el baile al que asiste Cenicienta es convocado por un príncipe para conocer a todas princesas de todo el mundo y para encontrar el amor verdadero.

“Cenicienta asiste al baile para conocer a gente diferente, para salir de las cuatro paredes en que vive y para tratar de ver que existe un mundo mejor para ella”, indica De la Peña.

¿Qué adaptaciones hicieron a la historia?

Proponemos que las hadas madrinas, que en estas épocas cuesta trabajo acomodarlas, sean nuestra propia voluntad, nuestra conciencia, el motor que nos hace hacer las cosas porque a veces no nos escuchamos a nosotros mismos.

“El hada tiene una aparición muy bella: cuando Cenicienta mira su propio reflejo en el espejo, es de ahí de donde nace el hada madrina y le dice que la ayudará…claro también habrá un poquito de magia”, responde.

Otros elementos que enfatiza este ballet son: la importancia de los límites porque si Cenicienta no regresa a su casa a cierta hora habrá dificultades, y el estar alertas a las oportunidades de la vida.

“Al baile llegan chicas de todo el mundo, pero el príncipe decide buscar a Cenicienta por todos los rincones del planeta y finalmente la encuentra en el pueblo que está detrás de su palacio. Lo que nos trata de decir es que las oportunidades a veces las tenemos a un lado de nosotros y no nos hemos dado cuenta, hay que tener los ojos abiertos para las oportunidades”.

Una de las intenciones de esta obra es que las infancias hagan empatía con alguno de los personajes.

“Que se identifiquen con un personaje para que conozcan sus deseos, de cómo les gustaría verse. En el teatro, la danza, las artes, uno descubre muchas cosas de uno mismo a través de lo que estás viendo, es desarrollar empatía o antipatía por situaciones que están sucediendo. No es que pretendamos que los niños hagan un tremendo análisis sobre lo que van a ver pero es algo que se vuelve natural, ir a un espectáculo, vivir la experiencia e intercambiar emociones”, indica De la Peña.

El crear un ballet para niños es diferente, tiene que ser sencillo, claro y de la mano de música y de la personalidad del personaje, expresa Isabel Ávalos, coreógrafa y directora artística del Ballet de la Ciudad de México.

“Por ejemplo, los niños deben entender que una de las hermanastra es sangrona y presumida, que no quiere compartir nada con Cenicienta, entonces los movimientos tienen que ir adecuados a esa personalidad, igual que la otra hermanastra que es muy dejada y entonces sus movimientos son más tímidos. Crear con el lenguaje corporal al personaje ha sido el mayor reto”, señala.

Además del narrador, los bailarines usarán herramientas de la pantomima, un vestuario llamativo y una escenografía cambiante. Este ballet se recomienda para niños de 3 años en adelante y tiene una duración de hora y 15 minutos, sin intermedio.

NUNCA RENDIRSE.

La bailarina Angeline de Jesús Montes, interpreta el papel de Cenicienta y resalta que su personaje es una joven optimista, disciplinada y valiente. “Nunca se rinde, quiere cumplir sus sueños a pesar de que las hermanastras la molestan”.

El bailarín Christian Barrera, hace el papel hermanastra Griselda y destaca que su personaje representa las adversidades de cada persona cuando busca sus sueños. “No soy villana, soy un ser que actúa con las herramientas que tiene, pero por más difícil que sean las cosas se pueden lograr los sueños”. 

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