La diversidad es la riqueza de una civilización: Linda Manzanilla
Mesoamérica nos trasmite la existencia de una tradición común con base en la diversidad, señala la arqueóloga, quien destaca la importancia de la multidisciplina en su investigación · Se realizará un conversatorio en homenaje a la científica, pionera en la arqueometría mexicana
Homenaje a la arqueóloga
Linda Manzanilla Naim comparte que la arqueología no sólo es excavar, también es analizar restos óseos con isótopos de estroncio y oxígeno para conocer la migración de los antiguos pobladores, es fabricar cerámica imitando la manufactura prehispánica y es averiguar con procesos químicos qué minerales constituyen los pigmentos que se conservan en la pintura mural.
Esa visión interdisciplinaria de la arqueóloga la aprendió de sus maestros en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y en el Departamento de Prehistoria del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que en los años 70 dirigió José Luis Lorenzo Bautista.
A ambas instancias y a las personas que la formaron, Manzanilla Naim les agradecerá durante el homenaje que le rendirán sus discípulos en el Museo Templo Mayor, del martes 2 al viernes 5 agosto, de 10 a 12 horas.
DIVERSIDAD Y MESOAMÉRICA
“Una de nuestras labores es comunicar que el pasado no son anécdotas, no son eventos lejanos porque hubo hombres, mujeres, niños, migrantes, artesanos, constructores, sacerdotes, militares. A quienes escuchan nuestras ponencias tenemos que hacerlos partícipes de ese pasado”, expresa en entrevista la académica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
En el caso de Teotihuacan, antigua ciudad que ha estudiado Manzanilla Naim, hubo sociedades complejas, multiétnicas, parecidas a lo que es una ciudad cosmopolita del mundo moderno, pero sin metales y sin tecnología como hoy vivimos.
“En la periferia de Teotihuacan estaba lo que llamo barrios étnicos. Estuvo el barrio oaxaqueño en toda la calzada oeste de la ciudad, un pequeño grupo de michoacanos un poco más al norte y en el oriente el barrio de los comerciantes veracruzanos”, narra.
En el siguiente anillo interior estaban los barrios multiétnicos como Teopancazco, que Manzanilla Naim excavó de 1997 a 2005.
“Allí los nobles de rango medio organizaron caravanas hacia Nautla, Veracruz, y convocaron a gente que quisiera trabajar en el barrio, les daban raciones de comida, los tenían trabajando muchas horas al día, esto es, eran parte de la estructura del barrio y venían de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz... Es decir, Teotihuacan fue un crisol de pueblos”, indica.
Manzanilla Naim comenta que ha trabajado en Bolivia, Turquía, Egipto e Israel, pero señala que Mesoamérica es única en las civilizaciones antiguas.
“Hasta como arqueólogo uno se maravilla de imaginarse cómo hicieron los mesoamericanos para formar una tradición Mesoamericana común hablando tantas lenguas y siendo distintos grupos étnicos, algo que Alfredo López Austin llama el núcleo duro, el núcleo de la tradición, ¿cómo se vivió en Teotihuacan hablando seis lenguas, es decir, cómo se hizo un pacto multiétnico?”, cuestiona.
La diversidad llevó conocimientos a Teotihuacan, afirma. “Los oaxaqueños no sólo llevaron cerámica oaxaqueña, también llevaron la nueva tecnología de encalar, de poner estuco sobre las paredes y por eso vemos los murales teotihuacanos porque esa tecnología no se conocía anteriormente”.
Teotihuacan, la multiétnica ciudad de los dioses
La diversidad es la riqueza de una civilización, señala la arqueóloga.
“Ahora, en el mundo globalizado uno tiene que luchar hasta en sus propias instituciones para que la gente que las dirige entienda que el bloque ideológico no es lo que causa la excelencia ni permite entender la complejidad, sino es la diversidad de opiniones, la diversidad de ópticas. Eso es lo que Mesoamérica nos transmite, una tradición común con base en la diversidad”, afirma.
HOMENAJE A UNA PIONERA
El homenaje a Linda Rosa Manzanilla Naim, titulado “La arqueología como ciencia: formación y enseñanza con una mirada interdisciplinaria”, es organizado por los investigadores de Templo Mayor y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH): Berenice Jiménez, Emiliano Melgar, Gabriela Mejía y Reyna Solís. El primer conversatorio versará sobre el Departamento de Prehistoria del INAH.
“Cuando estaba en el tercer año de la escuela ingresé como ayudante de investigación a ese departamento, que tenía laboratorios de geología, de suelos, de estudios de fauna arqueológica, de flora arqueológica, de polen…y con esos expertos me formé junto con el gran articulador, el que estaba a la cabeza del grupo interdisciplinario José Luis Lorenzo”, recuerda.
Manzanilla Naim agradecerá a ese departamento porque ahí entendió la necesidad de la interdisciplina en la arqueología. También agradecerá a sus maestros, entre ellos Eduardo Matos Moctezuma, y a sus colaboradores y discípulos quienes siguen la tradición de la interdisciplina.
“Lorenzo me enseñó cómo articular la información de esas otras disciplinas con la arqueología, formé a mis discípulos en ese mismo diálogo y hemos llegado a aspectos muy finos del conocimiento del pasado gracias al Seminario de Interpretación que tenemos en cada uno de mis proyectos”, señala.
El mismo martes 2 de agosto se realizará la mesa “Arqueología del ámbito doméstico” a cargo de los investigadores de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) Monserrat Fonseca, Laura Diego, Gabriela Mejía y Berenice Jiménez.
El miércoles se hablará de la “Arqueología de las sociedades estatales” con la participación de Edgar Rosales, Arturo Pascual, José Luis Punzo y Marcela Zapata, esta última, arqueóloga de la Universidad Anáhuac del Sur, quien realiza desde hace 10 años un proyecto en el Mar de Galilea, el primer proyecto mexicano en Israel.
El jueves la mesa será “Arqueología de la producción”, donde los discípulos de Manzanilla Naim abordarán los distintos objetos, industrias y medios de producción para averiguar cómo se hacían las artesanías, los pigmentos, el hueso trabajado, la lapidaria, los moluscos trabajados, la cerámica foránea y cómo se analizan esos procesos de manufactura.
Algunos expertos que participarán son: Emiliano Melgar, Adrián Velázquez, Gilberto Pérez Roldán, Carlos López Puértolas y Eliseo Padilla.
“El viernes estará dedicado a la interdisciplina que es la manera en que hago arqueología. Colaboradores míos y uno de mis tesistas de maestría hablarán sobre las técnicas de fechamiento, cómo el impulso de mis proyectos ha hecho que técnicas como el radiocarbono y el arqueomagnetismo estén totalmente difundidos en la arqueología mexicana y, de alguna manera, me dan el estatus de pionera en la arqueometría mexicana”, comenta.
Luis Adrián Alvarado, tesista de maestría formado con Manzanilla Naim y antropólogo físico, analizó los restos óseos encontrados en Teopancazco. “Gracias a eso pudimos saber sexo, edad a la muerte, paleopatologías no sólo la modificación cefálica, sino las entesopatías que son las marcas de actividad plasmadas en las articulaciones de los esqueletos”, indica.
A través de ese estudio se conoce quiénes eran sastres, quiénes cargadores con mecapal y quiénes lanzaban redes para atrapar las 14 variedades de peces en Nautla y llevarlos a Teopancazco.
Los comentaristas de las mesas serán los arqueólogos Gary Feinman, Takeshi Inomata, David Carballo y Tatsuya Murakami.
El viernes también se realizará el conversatorio “La Escuela Nacional de Antropología e Historia”, institución a la que Manzanilla Naim ingresó en 1970.
“Me formé en una escuela de excelencia, con los mejores antropólogos no sólo mexicanos, sino alemanes, suecos, españoles; teníamos a los mejores y, por tanto, eran muy exigentes con nosotros, por eso salimos tan bien formados en una antropología integral, en una antropología que es global”, recuerda.
Así, añade la arqueóloga, “he tenido la oportunidad de trabajar en ciudades de diferentes países sin problema porque estoy bien formada para entender distintos tipos de sociedades”.
En la charla participarán los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma, Manuel Gándara Vázquez y Antonio Benavides Castillo.
Arqueóloga destacada
Es arqueóloga, egiptóloga, investigadora y académica mexicana. En 1970, ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en donde estudió arqueología, obteniendo la maestría con mención honorífica, posteriormente en la Universidad de París IV (Sorbona), obtuvo su doctorado en egiptología. Ha colaborado en excavaciones en Turquía y Egipto. Sus esfuerzos principales se han enfocado a la investigación de la vida cotidiana de los habitantes de Teotihuacan, las caravanas hacia zonas de Mesoamérica y el gobierno teotihuacano. Es miembro de la American Philosophical Society y profesora visitante en la Universidad de Stanford, California. Cuenta con más de 145 artículos y capítulos de libros de investigación. La miembro de El Colegio Nacional es investigadora y profesora del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por su destacada trayectoria y su interés en la divulgación del conocimiento, la arqueóloga fue reconocida por esta casa editorial con el Premio Crónica 2016.