Cultura

Entregan al INAH monumental pieza del hombre-coyote de la cultura tarasca

Estaba en casa de un particular  y al ser una pieza única en su tipo, merece la máxima atención del Instituto de Antropología para ponerla en valor, dice Marco Antonio Rodríguez

michoacán

Un detalle de la escultura del hombre coyote.

Un detalle de la escultura del hombre coyote.

INAH

La escultura tarasca de un hombre-coyote de 1.10 metros de altura que fue hallada hace 30 años durante la construcción del drenaje en la colonia Llanos de Canícuaro, Tacámbaro, Michoacán, y que estaba en posesión de un particular, fue entregada al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) después de que el instituto interpusiera una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República. 

En conferencia de prensa, Marco Antonio Rodríguez, director del Centro INAH Michoacán, detalló que la pieza arqueológica estuvo en los patios de una casa particular y que antes de la pandemia iniciaron un conjunto de gestiones para que la escultura fuera restaurada.“Una vez que se cumpla este trabajo de los investigadores y restauradores del Centro INAH, regresará a su lugar de origen para que pueda ser apreciada por la gente de Tacámbaro”, dijo.

El arqueólogo José Luis Punzo comentó que Tacámbaro fue una de las capitales más importantes de Michoacán y que la pieza recuperada solamente se puede comparar en cuanto a dimensiones con los chacmoles hallados a principios del siglo XX en Ihuatzio. “Estos hombres-coyotes, si bien hay bastantes representaciones de éstos en la arqueología de Michoacán, normalmente son de una escala más pequeña, de 30 o 40 centímetros de altura. 

Ésta es una pieza monumental, de 1 metro con 10 centímetros y es personaje que está sentado en una actitud de gran señor y con atavíos que le dan las características de un coyote o quizá de un lobo”, expresó.

La escultura completa.

La escultura completa.

El arqueólogo indicó que al ser una pieza única en su tipo, merece la máxima atención del INAH para ponerla en valor. “Ya se hará a detalle la investigación y pareciera que posee un tipo de policromía, vamos a hacerle muchos estudios que nos permitirán comprender estas piezas por primera vez en Michoacán”. 

Roberto Castillo Ceja, jefe del departamento jurídico del Centro INAH Michoacán, explicó que los particulares pueden poseer piezas arqueológicas siempre y cuando las registren ante el INAH para que este instituto determine la pertinencia de una concesión.

“Esta concesión no implica ningún derecho real sobre dicho bien, sólo permite la posesión legal del mismo, ya que en términos de la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, los monumentos arqueológicos muebles e inmuebles son propiedad de la nación”, expresó. 

En este caso, la escultura del hombre-coyote se identificó en un domicilio particular de Tacámbaro y no se contaba con la concesión de uso. “Se realizaron las gestiones pertinentes con el apoyo de la autoridad municipal, contactamos a la familia y los invitamos a que hicieran la entrega de este bien.

 Ante una serie de confusiones tuvimos que presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República, la posesión sin el permiso correspondiente puede implicar un delito. Nos acercamos con la familia y sus abogados. 

El 19 de este mes, mediante un acta administrativa de entrega-recepción se entregó la pieza al INAH y con ello se reivindica la posesión y la propiedad a la nación de este tipo de monumentos”, destacó Castillo Ceja.