Cultura

Libaneses en México, la historia de una integración exitosa, dice Carlos Martínez Assad

Presenta su reciente libro “Libaneses. Hechos e imaginario de los inmigrantes en México” que narra los puentes de integración de dos culturas desde la comida con el shawarma -los tacos al pastor- o sus personajes como Jaime Sabines, Héctor Azar, Carlos Slim y Jorge Kahwagi Gastine, entre muchos otros

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Hay muchas coincidencias que hacen que esa integración sea más contundente. La religión es una de ellas, dice Carlos Martínez Assad.

Hay muchas coincidencias que hacen que esa integración sea más contundente. La religión es una de ellas, dice Carlos Martínez Assad.

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“Libaneses. Hechos e imaginario de los inmigrantes en México”, de Carlos Martínez Assad, es la crónica de una “integración exitosa” entre dos culturas cuyo entrelazamiento va desde la comida con el shawarma -los tacos al pastor- a figuras señeras del arte como Jaime Sabines o Héctor Azar o los empresarios Carlos Slim y Jorge Kahwagi Gastine.

Una historia con más de un siglo y de la cual forma parte el mismo Carlos Martínez Assad -descendiente de inmigrantes-, quien cuenta que, para hilar este relato de la inmigración libanesa y sus generaciones, consultó archivos en México, Francia y Líbano.

En entrevista, el Premio Nacional de Ciencias y Artes e investigador emérito del IIS de la UNAM dice que el volumen retrata lo que fue y es esta integración que abarca todos los campos sociales, académicos, culturales y económicos del país. “La historia inicia con los primeros inmigrantes libaneses que llegaron a México en las últimas dos décadas del siglo XIX a causa de los problemas tan serios que acontecían en Monte Líbano. Fue una migración forzada por la guerra, la hambruna y la falta de futuro”.

Hay que recordar, dice, que son los tiempos de la decadencia del Imperio Otomano, del cual formaban parte los libaneses, y había una fuerte represión hacia los grupos, particularmente a los maronitas. “Esto marca la salida de muchos pueblos, algunos completos”.

Pero aquí hay un punto interesante, explica Martínez Assad: “Por qué los libaneses definieron a México como destino. Esto probablemente tiene que ver con las redes de comunicación de entonces. La única forma para salir era a través de El Havre, Francia, donde se estableció la primera línea transatlántica que atravesaba el Océano Atlántico rumbo al Continente Americano.

El libro de Carlos Martínez Assad.

El libro de Carlos Martínez Assad.

PRIMER ARRIBO.

Al llegar a México comienza su integración, pero a los pocos años van a tener que enfrentar diferentes problemas. La mayoría arriba durante la Revolución Mexicana y viven los acontecimientos de la lucha en la Ciudad de México, porque muchos residían en el Centro Histórico, particularmente en La Merced, por sus actividades comerciales.

Y fueron muchos los problemas entre inmigrantes libaneses y revolucionarios que van desde los frecuentes asaltos a tiendas, a caravanas con sus mercancías o incluso choques con las tropas de Pancho Villa. Esto se describe en un capítulo y contiene varios procesos jurídicos de los cuales nada se sabía, explica Carlos Martínez.

- ¿Un inicio difícil?

Era un tiempo de enfrentar dificultades antes de poder constituir una colonia libanesa, que se hizo exitosa por esa facilidad de integración que tuvieron. Y entre las razones de este entrelazamiento está el hecho de que fueran cristianos. Esto les abrió las puertas para realizar, en principio, los matrimonios mixtos que tienen lugar desde su llegada y serán factor determinante para el anclaje.

- ¿Cuál fue la travesía para llegar a México?

Las líneas establecidas en esa época por la Compagnie Générale Transatlantique (Compañía General Transatlántica, abreviada como CGT) tiene como destino Cuba. Van desde los puertos de Francia, pasando por España. Al llegar los libaneses a La Habana comienza una distribución: las embarcaciones salen a Progreso, Yucatán; Barranquilla, Colombia; y al norte hacía Veracruz, Tamaulipas, o Nueva York.

Desde luego, el pasaje más caro es hacia Nueva York, por eso muchos se dirigen a México y así en las primeras décadas del siglo XX, tenemos una colonia libanesa muy fuerte en Yucatán, seguida de la de Veracruz y finalmente la de la Ciudad de México. Con el transcurso del tiempo, se desarrolla la de Puebla, que sería muy exitosa.

Con el tiempo, cuenta Martínez Assad, los inmigrantes se van a establecer en todo el territorio mexicano: desde Yucatán hasta Tijuana para buscar las plazas más convenientes para continuar sus actividades comerciales, porque la mayoría son comerciantes. Una herencia que traen del pueblo fenicio.

- ¿Cómo fue la integración religiosa, cultural y de vida cotidiana entre mexicanos y libaneses?

Hay muchas coincidencias que hacen que esa integración sea más contundente. La religión es una de ellas. En el libro explico desde cuando son cristianos los libaneses y es una historia fascinante porque lo son antes de las Cruzadas en Europa, lo que muestra que han mantenido su identidad a lo largo de varios siglos.

Otra afinidad es el comercio, una actividad que comparten con los mexicanos que tienen esta cultura muy arraigada y lo muestran las “Cartas de Relación”, de Hernán Cortés, quien describe esta actividad en el mercado de Nonoalco, entre otras narraciones.

Pero la comida es una coincidencia muy interesante. A la fecha llegan amigos de Líbano y me dicen: “no entiendo porque hay tantos shawarma -los tacos al pastor- en México. En Medio Oriente se trata de un guiso en un alambre que gira alrededor del fuego y en México lo convirtieron en los tacos al pastor que ya tienen fama internacional.

Y junto con esto aparecen las aportaciones en la comida, como el tabbule, un platillo cotidiano libanés condimentado con mucho jitomate, que es una verdura mexicana o el uso del chile, que los inmigrantes lo asumen como el condimento de muchos de sus alimentos. Del otro lado, está la berenjena, que no se usaba en México y los libanes la integran. Ahora está en todos los mercados.

ESPÍRITU EMPRENDEDOR.

Sin embargo, otra cualidad que destaca de los inmigrantes libaneses es su espíritu emprendedor y los lleva a entrar en la industria textilera, en los bienes raíces en la capital de la República y otros estados. Incluso, les hace incursionar en el cine de una manera sobresaliente porque van a ser cientos de inmigrantes los que participarán en esa naciente industria y van ser parte de ese tiempo que nos enorgullece tanto que se llamó “la Época de Oro del Cine Mexicano”.

“El baisano Jalil” es una muestra de esta participación y en el libro hay una explicación qué significó la película y la caracterización de Joaquín Pardavé como inmigrante libanés. Esta imagen, probablemente, creó un arquetipo y por eso se mantiene como una referencia de esa identidad e identificación que hacen los mexicanos con los libaneses.

Pero al mismo tiempo iban emergiendo figuras señeras en las artes y academia como Jaime Sabines, en el teatro como Héctor Azar, en la música con Carlos Jiménez Mubarak… y no hubo un solo campo que no haya sido cubierto.

Y finalmente prueba de ese éxito de integración lo vamos a ver en uno de los últimos capítulos donde hablo de todos los hijos de inmigrantes que han llegado a presidente municipales, diputados, senadores, gobernadores… y ocupar puestos de magna importancia en diferentes sitios de la administración pública y empresa privada.

¿Es un retrato emotivo de un encuentro?

Es el retrato de una colectividad amplia cuyo legado es grande, por lo que sería muy difícil hablar del México contemporáneo sin considerar la inmigración libanesa que marca con su presencia la cultura, la economía, la política y, sobre todo, a la sociedad mexicana. Porque en esencia, entre los mexicanos y libaneses hay un entrelazamiento muy fuerte.

EL CONTENIDO.

El libro de Carlos Martínez Assad, “Libaneses. Hechos e imaginario de los inmigrantes en México” cuenta con 10 capítulos que describen esta diáspora exitosa, además de la introducción y las fuentes consultadas.

Los capítulos son:

Construir la memoria desde México.

Comunidad en torno a su religiosidad

Los inmigrantes: entre las vidas paralelas de Dib Morillo y Julián Slim

Reclamaciones de libaneses por daños durante la Revolución Mexicana

Mirad a los que llegaron

Vicios y virtudes de los inmigrantes levantinos

Los signos de la modernidad

Aportes culturales

Los mexicano-libaneses

Días de combate

Una parte sustancial y muy interesante es el índice onomástico. Son los nombres de los muchos libaneses cuya presencia marca un cambio en el país y al leerlos, sorprende que muchos personajes famosos son parte de esta colectividad.