Éste es el último fin de semana en que se podrá asistir a ver “Cascarita”, en el “Foro La Gruta”, del “Centro Cultural Helénico”, en el deseo ferviente de que no sea el único lugar que le abre espacio a esta conmocionante obra, ganadora del “Premio Nacional de Dramaturgia Joven: Gerardo Mancebo del Castillo Trejo 2022”, y escrita por Janil Uc Tun, con quien conversé para esta entrega.

“Quise apartarme de dibujar infancias idealizadas, las infancias tienen comportamientos violentos, entre ellos mismos hay racismo, clasismo, gordofobia y muchas otras violencias, reflejo de los adultos con quienes crecen, agresiones que nos rompen y que nos llevan a romperlo todo, como sucede en Santiago Mataindios (lugar ficcional donde se desarrolla la obra)”, dice durante nuestra charla, Janiel, quien también fue becario del Programa de Estímulo de la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) 2018.  

La metáfora intrínseca en la palabra “Cascarita” me parece amplia e importante, le comento, y él me cuenta sobre la investigación de tesis que su pareja, Salomé Ricalde, hace sobre el contra espacio en el teatro, concepto inicialmente del filósofo Michel Foucault, que detonó parte importante del proceso creativo de esta obra. «El partido de futbol que se juega en la calle, es un contra espacio, porque en apariencia sería sólo una calle, pero dos piedras de cada lado la convierten en una cancha de futbol, ideal para una “cascarita”».

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En cuanto al montaje, hay una apuesta importante en relación a las temáticas y a la inclusión de infancias en su reparto, de la que su directora, Sayuri Navarro, y las actrices y actores, del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), supieron hacerse cargo. Se trata de una integración sensible y respetuosa de infancias interpretando infancias, que no había sido considerada en la dramaturgia, sin embargo la contundente escritura de su autor, Janil Uc Tun, inspiró a la directora para tomar la decisión, lo que abrió un cúmulo de posibilidades a quienes participamos en tan intergeneracional convivio escénico.

Con una narrativa que nos asoma al atroz contexto del narcotráfico en su paso por las poblaciones donde decide instalarse, se logra una reivindicación desde la escritura, y ésta se suma de forma fascinante al montaje; toda vez que las infancias que aparecen en escena son niñas y niños del “Semillero Creativo de Teatro y Danza de Ecatepec”, así una historia distinta se dibuja para quienes participan, tal como propone la obra.

Platico con el autor sobre dicha reivindicación, mediante los personajes de “Twinkie”, una niña que enfrenta la gordofobia del entorno social, y “Stanley”, quien, ante su discapacidad visual, padece el bullying por parte de compañeras y compañeros. No obstante, no advierto la reivindicación del grave racismo perpetrado contra “Coreano”, todo se queda en burla, le comento a Janil, quien me expone su decisión de que en este caso pudiera abordarse de forma no reivindicadora, sino totalmente catastrófica como resultado de la xenofobia.

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“Coreano” es un personaje bélico como consecuencia de la guerra a la que tuvo que enfrentarse desde niño, por su origen.  “En Yucatán ha sido negada y borrada la historia de los más de mil coreanos que llegaron al estado en 1905 a trabajar en las haciendas, a quienes el racismo les ocasionó la difícil integración, incluso muchos perdieron la vida ante los trabajos forzados y no poder comer; las mofas a sus descendientes continúan actualmente, como si la burla se tratase de una herencia colonial”, me dice, y yo me quedo pensando en el público que se reía efusivamente cuando estas burlas eran interpretadas en escena.  

Hablamos también sobre los letreros de “antes” y “después” como parte del montaje; me parecen innecesarios, opino, pues las actrices y actores construyen claramente ese antes y después. “Son paratextos que venían en la dramaturgia para evitar confusiones, aunque sí, quizá a la hora del montaje es innecesario”, completa el también co-fundador del colectivo yucatense U Yotoch Yúuyum.

Le comparto mi inquietud ante la narrativa de considerar como padre a alguien con tan poco, como sucede con el personaje de “Cascarita”, el entrenador de futbol, a quienes niñas y niños veían como figura paterna tan sólo porque los alentaba en ciertos momentos o tenía algunas atenciones esporádicas con ellas y ellos. En la trama, resulta ser el progenitor de uno de ellos y cobra una inmensa relevancia en el niño cuando él se lo revela, por primera vez, dicho progenitor le llama al niño por su nombre y no por su apodo, lo que es tan contundente para él que da un giro a la historia.

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Janil me habla de lo relevante que le parece hablar de la ausencia paterna, y yo le comento que a quienes no se ve es a las madres; al padre le dio un peso muy importante en la historia, como el que le da la sociedad, por supuesto. No insisto más en el tema durante la conversación, porque recuerdo que el arte no alecciona, es un reflejo complejo de la realidad y creo que en la obra hay este espejo.

El narcotráfico, por ejemplo, es también una figura paterna que todo lo destruye, y en eso Janil asiente y responde con su obra: «Tanto “Cascarita” como Mefis (capo del narcotráfico) tenían que ser hombres, porque en ellos recae la destrucción misma, son los hombres (en el sentido del género y no de la raza) los que destruyen; la destrucción del pueblo, del mundo y de las infancias la propician los hombres, si “Cascarita” hubiera sido mujer, seguramente otra historia se hubiera contado».

Esperanza

Y otra es la historia que al final cuentan el elenco adulto, el de niñas, niños, y el público que es invitado a pasar al micrófono a hablar sobre sus sueños y los que anhelan para las infancias. Este es el final esperanzador con el que la propuesta escénica interviene para recuperar el juego interrumpido, arrebatado.

*Twitter: @andantaymala

"CASCARITA"

Dramaturgia: Janil Uc Tun

Dirección: Sayuri Navarro  

Actuaciones: Elenco estable de la CNT, compuesto por: Zabdi Blanco, Salvador Carmona, Tanya Gómez Andrade, Olivia Lagunas, Nara Pech, Roldán Ramírez, Antonio Rojas y Mario Vera. Asimismo, cuenta con la participación de las y los niños del Semillero Creativo de Teatro y Danza de Ecatepec de Morelos, Estado de México: Esmeralda Rubí Barrera Carvajal, Iker Oswaldo Cruz Bautista, Rosdeli Carolina Cruz Bautista, Norberto Cruz Hernández, Rocío Cruz Hernández, Ollin Newen Martínez Ugalde y Esteban Reyna Díaz.

COORDENADAS

Este viernes 3 a las 20:00 horas, sábado 4 y domingo 5 de noviembre a las 18:00 horas.

Foro La Gruta, Centro Cultural Helénico, ubicado en av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, Ciudad de México.

General $215

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