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La pregunta que no se puede ocultar es latente, ¿qué esta sucediendo en la NFL? ¿Por qué pasa esto que antaño no era tan recurrente y menos en pasadores?

¿Quarterbacks de cristal o una nueva realidad?

Quarterbacks caídos muy temprano que ponen en peligro la temporada de sus equipos

Es difícil de creer, pero es verdad, la vulnerabilidad física de los jugadores se ha hecho mayor en los tiempos más recientes y es preocupante en un deporte donde el golpeo y la intensidad física es la matera prima del espectáculo.

Y mayor es aún esta alarma cuando nos damos cuenta de que esa tendencia a transformarse en hombres de cristal esta sucediendo con mayor frecuencia en los quarterbacks, la posición más importante del futbol americano.

Han transcurrido apenas dos semanas de los 17 juegos y ya contabilizamos a cuatro mariscales fuera de acción no por un juego, sino por varias semanas o meses.

Sí, así de grave es esta nueva realidad de la NFL donde casi al inicio de una larga guerra podrían esfumarse las aspiraciones de llegar lejos en la campaña.

Al momento la lista la integran Brock Purdy de San Francisco, Jayden Daniels de Washington, JJ McCarthy de Minnesota y Joe Burrow de Cincinnati.

Cada uno de ellos fuera más de un juego, serán semanas, y en el caso de Burrow meses; si, así de grave es la situación para estos equipos y más aún para los Bengalíes.

Y si a eso le sumamos los que tuvieron que salir del juego, aunque podrán regresar para la siguiente semana, la lista llega a cinco elementos, pues no hay que olvidar que Josh Allen, de Buffalo, también debió abandonar el campo en el juego ante Nueva York Jets por un fuerte golpe.

La pregunta que no se puede ocultar es latente, ¿qué esta sucediendo en la Liga? ¿Por qué pasa esto que antaño no era tan recurrente y menos en pasadores?

Respuestas y especulaciones pueden haber muchas, pero quizá mucho de ello se deba a los cambios tan radicales que se han gestado en los últimos años con pretemporadas más laxas y flexibles para los jugadores, quienes al parecer realmente vuelven a la batalla de los golpes de verdad cuando arranca la primera semana y no antes, durante una pretemporada que era más larga, más intensa y en la que muchos de los titulares veían acción; es decir, llegaban a la apertura de la temporada ya curtidos para el golpeo, digamos que habían llevado el proceso de acoplamiento a esa intensidad de rudeza de este deporte de una manera gradual, y no de repente como parece suceder ahora.

Y aclaro, es mera especulación, pero es que no encuentro alguna otra razón. Los jugadores clave empiezan a caer como naipes muy temprano en la temporada.

Purdy fue el primero con una lesión del dedo gordo del pie, llamada “dedo de césped”, que se da por una hiperextensión, y que suele ser frecuente al jugar en superficie sintética. Estará fuera de tres a cuatro semanas.

De Daniels se presume que fue un esguince de rodilla, de acuerdo a información filtrada por la prensa especializada, pues Dan Quinn, coach de los Comandantes, no ha querido dar el diagnóstico con claridad. Aún así, el entrenador si fue tajante al señalar que el mariscal regresará hasta que esté al cien por ciento en fuerza, velocidad, movimientos y cambios de dirección, o sea, aspectos que tardan semanas en recuperarse.

En cuanto a McCarthy sufrió un esguince de tobillo, lo cual lo pone en la congeladora de dos a cuatro semanas. Lo que es de llamar la atención es la tendencia a lesionarse de este mariscal, pues no olvidemos que la temporada anterior, que era su primera en la Liga, ni siquiera pudo participar en un juego, pues en los campos de entrenamiento de temporada baja tuvo un rotura de ligamento de rodilla que lo alejó toda la campaña. Esta es realmente su primera campaña, y ya se lesionó.

Finalmente, el caso de Burrow si es de cuidado y mucha tensión para su equipo, ya que raramente ha podido disfrutar de una temporada sano, quizá aquella en que llevó a los Bengalíes al Super Bowl 56 para caer ante los Carneros.

El problema no es menor, Burrow estará fuera tres meses por una lesión sería en el dedo gordo del pie, al parecer la misma de Purdy, aunque esta si requiere cirugía. Con lo anterior, muchos creen que es un final muy anticipado para Cincinnati, pues tres meses sin su quarterback titular y estrella del equipo, el panorama luce complicado.

En la situación que se encuentran estos equipos la diferencia bien puede ser la profundidad en la posición, es decir, que tan bueno es el suplente en turno, y quizá en este renglón el equipo que la lleva de ganar es San Francisco, con Mac Jones.

Jones es un tipo que fue una primera selección colegial para Nueva Inglaterra en 2021, llevó a ese equipo a los playoffs en su primer año, pero extrañamente no pudo seguir desarrollando su potencial a pesar de estar con Bill Belichick. Bueno, Belichick no es un guro de mariscales de campo, ahí depende del coordinador ofensivo y ya no contaban con Josh McDaniels en el staff.

Jones siempre fue una tentación para Kyle Shanahan en San Francisco, de hecho se dice que Shanahan llegó a dudar entre elegir al petardo ese de Trey Lance o Jones ese mismo Draft del 2021.

Ahora, en la agencia libre lo obtuvo a precio de ganga y nadie puede negar que es un jugador con potencial de primera ronda, o sea, no es cualquier cosa. Los 49ers pueden estar tranquilos con Jones al mando mientras regresa Purdy.

Con Washington el panorama luce más complicado, pues Marcus Mariota, otro que también fue una primera selección con Tennessee nunca despegó. Más tarde pasó por Las Vegas y ahora tiene una pequeña oportunidad de demostrar que aún tiene calidad. Es obvio que no llenará los zapatos de Daniels, pero un punto a su favor es el coordinador ofensivo Kliff Kingsbury.

En Minnesota se la jugarán con Carson Wentz, un lejano recuerdo de aquel también primera selección colegial de Filaldefia y quien prometía enormidades al grado de estar a un paso de ser un MVP ese año en que se lesionó una rodilla. Nunca pudo regresar a ser el mismo. Su camino después de eso ha sido Indianapolis, Washington, Los Angeles Carneros, Kansas City y ahora Minnesota. Las aptitudes las tiene, pero su mentalidad es la que cambió. Al parecer esa confianza nunca la recuperó.

Por último esta Cincinnati, que dependerá del joven Jake Browning. Puede mantener a la ofensiva en movimiento, pero no con la explosividad y peligrosidad que Burrow. Sin más, será un reto para el coach Zach Taylor.

Van dos semanas, y muchos caídos en la posición de quarterback; la pregunta es ¿cuántos más faltan?, pues la campaña es muy larga.

Sin más, esta tendencia de lesiones cuando apenas inician las campañas debe ser una preocupación para la misma Liga, que seguro ya lo estará analizando, pues sin hombres como estos la calidad del producto que ofrece y vende, a muy buen precio por cierto, disminuye enormidades.

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