
La golfista mexicana Lorena Ochoa, quien dominó la LPGA durante 158 semanas consecutivas como número uno del mundo, ha cambiado los fairways por proyectos sociales. A 15 años de su retiro, la campeona de 27 torneos enfoca su energía en promover el golf en México y en ayudar a niñas y niños de comunidades marginadas.
“Todos los reconocimientos fueron bonitos e importantes en su momento, pero si tengo que escoger una cosa, lo que más me motiva es ayudar cada año a más niños”, declaró en entrevista con EFE durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde presentó la reedición de su libro Soñar en grande.
GOLF PARA TODOS: DERRIBANDO MITOS
Ochoa busca desmitificar la idea de que el golf es elitista. “Hoy hay plataformas públicas. Pagas 250 pesos y te dan tus pelotas, te prestan un bastón y puedes tirar bolas. Todo el mundo lo puede intentar”, explicó.
Mediante la Fundación Lorena Ochoa, la ex jugadora impulsa el deporte entre niñas y niños de colonias marginadas. El año pasado inauguró la primera escuela pública de alta tecnología en su natal Jalisco, sumando esfuerzos para democratizar el acceso al golf.
INSPIRACIÓN PARA NUEVAS GENERACIONES
La mexicana también trabaja para impulsar a jóvenes mujeres hacia torneos internacionales, un camino que antes estaba cerrado en el país. “Se trata de ayudar a las nuevas generaciones. Es nuestra responsabilidad compartir el conocimiento. Me encanta porque son niñas que están con todas las ganas de aprender”, afirmó.
En su libro, Ochoa relata cómo a los 13 años decidió ser campeona del mundo, los sacrificios que hizo para llegar a la liga profesional y cómo rechazó patrocinios en Estados Unidos para entrenarse en México, priorizando su bienestar sobre lo económico.
UN LEGADO MÁS ALLÁ DEL CAMPO
Durante una década, organizó el Lorena Ochoa Invitational, torneo que formó parte del tour de la LPGA entre 2008 y 2014. Aunque dejó de realizarse por falta de apoyos, marcó un precedente para el golf mexicano.
Sobre su retiro, confesó: “En los últimos años ya no sentía motivación; estaba cansada emocionalmente y mis resultados ya no eran tan buenos. Fui honesta conmigo misma y llegó el momento perfecto para retirarme”.
Hoy, su objetivo es que su labor filantrópica sea tan grande como su legado deportivo: “Me gustaría que mi nombre sea reconocido por lo que hago fuera del campo de golf”, aseguró.