
Llegaron los dos mejores, así, sin más polémica.
Cruz Azul se quejó de un claro error arbitral que los perjudicó en la última jornada, pero ahora sueña más a pretexto y lloriqueo que a explicación. Simplemente Tigres fue mejor en 180 minutos.
Los dos eliminados, la Máquina y Rayados, regalaron el primer tiempo de los juegos de vuelta y en dos eliminatorias tan cerradas, esa fue una de las claves.
Pero la principal fue la localía y el tener ventaja en caso de empate por mejor posición en la tabla.
El Nemesio Diez y el Universitario son los dos estadios que más “pesan” en el futbol mexicano, y eso quedó confirmado en estas semifinales. Estuvieron cerca de un regreso histórico los dos que ya no están, pero quedarse cerca no sirve de nada.
Los dos que llegan eran favoritos, pero ahora la serie final está muy pareja.
Pensaba que ganarían de una manera menos dramática, y quizás por eso, me quedo con dudas sobre quién llega mejor a la final. Ambos tuvieron momentos en los que se vieron superados, bueno, incluso si nos vamos al marcador, podemos decir que avanzaron con empate.
Los dos serán partidos extraordinarios con los mejores del Apertura, ojalá podamos disfrutarlos sin tonterías mediáticas o de redes sociales que empañen sobre todo los días previos.
Mi favorito es Toluca, pero un “Last Dance” de esta generación histórica de Tigres nadie puede descartarlo.
SOBRE EL SORTEO MUNDIALISTA
Hace un mes nadie daba nada por la selección mexicana, y ahora, tras el sorteo mundialista, la euforia creció y hay quienes hablan de que México será líder de grupo con 9 puntos.
YA NO ENTIENDO NADA.
Me parece un grupo parejo, con selecciones que, en el papel, Corea del Sur y Sudáfrica, deberían estar en un nivel menor al del equipo tricolor, bueno, la europea, sea cual sea, estaría al mismo nivel, pero el problema es el mismo, que esta generación aún no demuestra un nivel competitivo con la playera verde.
Todos queremos que la selección llegue lo más lejos posible y nos emocionó no enfrentar a potencias. Ojalá la euforia se mantenga y desde la cancha los seleccionados cambien las críticas por halagos, pero por lo pronto, bajémosle unas rayitas al optimismo y seamos más realistas.
Por ahora, ya en junio, yo por lo menos, espero estar entregado en apoyo a la selección nacional.