
“Fue muy espontánea. Esperada por ambos, pero muy espontánea”, comenta Alex Cuba sobre cómo surgió su colaboración con Bacilos. La canción “Nada es Verdad”, nació de una melodía que llegó a la mente de Cuba de forma natural, y en la que inmediatamente escuchó la voz de Jorge Villamizar. Esa chispa inicial bastó para que la idea cobrara fuerza y comenzara a tomar forma, incluso a la distancia.
“Alex tuvo una idea bastante completa, con raíces”, recuerda Villamizar. “Nos juntamos a componer a larga distancia, y lo que hicimos fue extraer esa idea de otra dimensión. Era una canción que ya venía con cuerpo y con mensaje: ¿Qué es verdad en este mundo donde cada quien inventa su personaje en redes sociales y su canal de noticias?”.
Desde su estudio, Alex Cuba no solo llevó la batuta como compositor, sino también como productor. “Yo iba diciendo: ‘mira cómo suena con este ritmo, con este instrumento’, y así se fue completando. No hubo maqueta previa. La canción se armó en vivo, mientras se escribía”.
A pesar de no compartir espacio físico, la experiencia y sensibilidad musical de los tres facilitó un proceso que muchos artistas aún encuentran difícil. “La experiencia permite imaginar el punto de vista del otro y avanzar desde ahí”, explica Cuba. “Esto fue como cantarle a la cámara durante la pandemia. Aprendes a sentir la presencia del otro, aunque no esté ahí”.

Una colaboración que nació como nace la vida
Para Alex Cuba, la canción que crearon con Bacilos representa “esperanza”, y lo dice sin dudar. “Es una canción alegre desde la maraca que suena. Tiene esa humanidad que hace falta entre tantos beats electrónicos. Apuesto a que la gente, incluso en medio de una playlist llena de electrónica, va a detenerse cuando escuche esta canción. Porque tiene alma, tiene alegría”.
André López, por su parte, añade: “Es una canción muy humana. Creció de forma orgánica y está llegando a la gente así. No sabemos qué pasará comercialmente, pero sabemos que el mensaje es correcto y va a encontrar su lugar en quienes la escuchen”.
En un momento en el que los featurings abundan, muchas veces por razones comerciales más que artísticas, Bacilos y Cuba apuestan por la autenticidad. “Sí, hay muchos features, pero no siempre hay una conexión real”, reconoce López. “Aquí sí la hay. Y eso se siente”.
Más que una canción: una amistad en construcción
Más allá de la colaboración musical, este encuentro ha dejado una huella emocional entre los artistas. “Nos quedamos muy amigos de muchos artistas con los que colaboramos”, dice López. “Y con Alex ha sido lo mismo. Ganamos en todos los departamentos: canción, amistad y futuras oportunidades de seguir haciendo música juntos”.
Bacilos ya ha tenido colaboraciones importantes, como sus nuevas versiones de “Cara Luna” con Carlos Vives y “Tabaco y Chanel” con Morat, y todas han dejado aprendizajes. Sin embargo, la conexión con Alex Cuba tiene una energía distinta, más íntima. “La canción que hicimos con los Rumberos también fue muy divertida, y la amistad se fortaleció con el tiempo. Con Alex pasó algo similar: todo fluyó naturalmente”, comparten.
Cuando se les pide definir esta colaboración en una palabra o imagen, Cuba responde sin dudar: esperanza. Villamizar coincide: “En medio del caos, es posible sacar una canción alegre”. Y López remata: “Amor propio. Eso es lo que queremos que se lleve la gente cuando escuche esto”.
Más allá del éxito comercial, Bacilos y Alex Cuba buscan conectar desde lo esencial: “Que la canción se convierta en banda sonora de momentos felices”, concluyen. “Que inspire ganas de vivir”.
Y como dice Alex Cuba con humor al final de la entrevista: “Nuestra canción es para ustedes, México. Y ya que estamos al final del día… ¡Me invitan a un trago!”.