
En la gótica era victoriana, marcada por la coexistencia clara de la belleza y el declive, alejada del brillante siglo de la Revolución Industrial que fue el terreno original en el que Mary Shelley escribió a su Moderno Prometeo, Guillermo del Toro levanta el escenario para presentarnos la que, según declaró, ha sido la película que “siempre quiso realizar”.
Ése es el primero de múltiples cambios que el director mexicano realizó a la novela base de su última entrega y, si eres un purista de los libros que afirma a diestra y siniestra la total fidelidad al material original, es probable que las libertades puedan saltar a tu vista con bastante facilidad; sin embargo, no levantes los escudos tan pronto, porque Guillermo del Toro aún entrega una pieza magistral que reencarna la angustia, el terror y, sobre todo, el amor que la pionera de la ciencia ficción sangró en las letras que dieron vida a una de las criaturas más emblemáticas de la literatura y cine.
¿De qué trata Frankenstein de Guillermo del Toro?
Guillermo del Toro no sólo ha creado la película que siempre deseó realizar, sino la película que nació para hacer, consolidándose como el exponente más importante del género gótico en el cine contemporáneo; en caso de que aún quedaran dudas al respecto.
Su versión de Frankenstein, pese a las diferencias con la novela madre, es todavía una historia de búsqueda, soledad y pasión atormentada por la creación, por la vida y por la muerte. Esta película, brillantemente dolorosa y tiernamente monstruosa, nos muestra un relato estructurado cronológicamente y dividido por las visiones principales de sus involucrados, lo que brinda un hilo sencillo de seguir junto a la constante y emocionante incertidumbre de que, cualquiera de las visiones, brindará un giro absoluto a lo que creemos saber de la criatura, el creador o la vida.
Al comienzo, tenemos el preludio, el primer vistazo a la historia desde la visión externa de los testigos (el capitán Anderson y su tripulación, quienes están varados en el hielo durante una misión al Polo Norte) que, como nosotros, presencian el clímax de una relación fatídica entre creador y creación, sin conocer los detalles del dolor que enlazan a estos dos seres cuya humanidad y monstruosidad engañosas esconden locura, compasión y soledad.
A partir de aquí, el relato sigue una línea similar a la novela de Mary Shelley, presentando las dos versiones de la historia: la obsesión de Victor Frankenstein por crear vida y el atormentado viaje por la tierra de la criatura que no pidió existir.
Frankenstein de Guillermo del Toro y su reparto; Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth
El reparto realiza un trabajo brillante para encarnar detalles de los personajes originales de la novela, adaptándose y resaltando las vueltas que Del Toro agregó a cada uno.
En Elizabeth, pese a los cambios realizados en comparación a su versión literaria, aún hallamos una ternura inmensa, sumado a un asombro puro por la vida, una compasión cálida y una tristeza anhelante de conexión que Mia Goth logra interpretar con una naturaleza digna de su calibre de actuación.
Victor Frankenstein, por otra parte, es una tormenta de cinismo, conocimiento y ambición. La brutalidad de su empresa dista de la ingenuidad académica y jovial de su contraparte original, pero el acierto del cambio se encuentra en el rumbo de la historia que nos muestra la monstruosidad en los humanos, sobre todo aquellos que se niegan a aceptar las realidades inevitables de la existencia, tales como el rechazo y la muerte, las cuales no siempre tienen que ser sinónimo de destrucción. Oscar Isaac deja huella con una actuación magnífica de locura, dolor y, sorpresivamente, también ternura.

Finalmente, el mayor mérito actoral en la película se lo lleva el joven Jacob Elordi, quien encarna a la Criatura, en algún momento bautizada por Mary Shelley como Adán, el primer hombre.
Elordi evoca la torpeza e ingenuidad de un niño larguirucho que está aprendiendo a caminar y tener conciencia de su cuerpo; en la misma medida, su lenguaje es limitado al inicio, aferrándose a lo único que tiene sentido en su prematura existencia: su creador. No obstante, el rechazo de Victor, junto a otras fatalidades experimentadas en su trato con la humanidad, similares a la novela, arrastran su conciencia pura a la angustia y la ira. El cambio entre inocencia, maravilla y curiosidad al miedo, rabia y soledad es impresionante; aún con un maquillaje que lo vuelve irreconocible, Jacob Elordi es una inmensa pintura de emociones.
Frankenstein de Guillermo del Toro derriba décadas en las que se creyó que la novela de la época romántica era sólo un cuento de terror, rescatando la verdadera esencia que Mary Shelley impregnó en sus letras, aquella agonía descrita en El Paraíso Perdido de John Milton: “Nunca pedí estar aquí y ahora me condenas a esta vida de dolor.”
Esta película asusta, conmueve y transforma, como lo hizo la novela cuna de la ciencia ficción. Espeluznante, tierna y única en su clase, como sólo alguien con una mente única, espeluznante y tierna en igual medida puede crear.
¿Guillermo del Toro ganará su cuarto premio óscar?
Guillermo del Toro es, como la novela y su propia película exponen, un Victor Frankenstein del cine. Un hombre de visiones peculiares que no teme a la muerte, sino que la enfrenta y la transforma en su objeto de estudio para desentrañar; por herramientas, no lleva un bisturí, sino una curiosidad y comprensión desmedida por los oscuros caminos que, al ser desconocidos, provocan miedo o rechazo, para presentarnos la luz en ellos.

No obstante, a diferencia del ambicioso y posteriormente atormentado científico de Mary Shelley, o el impetuoso y abandonado Frankenstein en su película, ambos irresponsables de su creación, Guillermo del Toro toma a sus criaturas de la mano y los guía con ternura por el camino intolerante de la humanidad, susurra a ellos palabras de valentía, de esperanza, “alguien allá afuera te comprenderá como yo te comprendo”, y los entrega al mundo con el afecto que haría un padre o una madre, quienes desean que sus hijos sean amados y logren amar el mundo exterior.
Es con ese amor que nos presenta a sus llamados monstruos, es con ese amor que nosotros podemos verlos también y abrir la mente y el corazón a la incomprendida belleza de los esperpentos que tienen la capacidad de ser más compasivos, sinceros y puros, que la humanidad con sus perfectas cirugías y su nueva dependencia a la inteligencia artificial sin alma.
La pregunta importante no es cuántos premios ganará Guillermo del Toro, tampoco si volverá a ser nominado a los premios de la Academia y levantará su cuarta estatuilla dorada (no nos engañemos, probablemente sí…), sino qué es lo que decidimos tomar de su fascinante entrega filmográfica más reciente, pues el cine no es un arte creado para los galardones, sino un arte que nace de las emociones para provocar emociones; miedo, sorpresa, amor, disgusto, no importa cuál sea la tormenta de sentimientos causada ante la pantalla, el cine provoca y nadie lo hace como el director tapatío.
Guillermo del Toro es especialista en la materia de traer a la superficie no sólo monstruos, sino también nuestra propia vulnerabilidad que ocultamos bajo capas de humanidad perfectamente alienada a las normas. Como su criatura traída a la vida en contra de su voluntad, a través de su filme Frankenstein aprendemos sobre la búsqueda de anhelos sin rechazar nuestros temores y angustias.
La dualidad es parte de la existencia, es parte de la vida que cursamos, sea humana, monstruosa, o ambas a la vez; y tal como la criatura de Mary Shelley declaró: la defenderé.
¿Cuándo se estrenará Frankenstein de Guillermo del Toro en streaming?
Esta última entrega del galardonado director mexicano es una adaptación de la novela de Mary Shelley. Fiel, no al pie de la letra pero sí en esencia, a la obra literaria, provocando temores, angustias y anhelos; la versión de Guillermo del Toro resalta como una de las mejores películas del año.
La película se estrenó primero en Festivales de cine, donde el filme y el reparto del mismo, recibieron ovaciones de pie de hasta veinte minutos de duración.
Después, tras un exitoso paso por las pantallas de cines independientes alrededor del país, con salas repletas y boletos agotados toda su semana de proyección, Frankenstein de Guillermo del Toro arribará de forma global a los hogares suscritos a la plataforma de streaming Netflix el día viernes 7 de noviembre de 2025, ¡así es, es hoy!
Si eres fan de la poderosa novela de Mary Shelley, del impecable trabajo de Guillermo del Toro o la tétrica belleza del género gótico, Frankenstein es un filme que no puede estar fuera de tu lista este fin de semana.